-¿Por qué me negaste el beso en la limosina?
-No es que no lo quisiera.. es solo que…
-¿Qué?
-Que, bueno tú sabes…no somos nada y…
-Ah! Ya sé a donde quieres llegar. No te preocupes todo va a estar bien.
-Pero Niall, si alguien nos ve se harán rumores y ni siquiera estamos juntos…oficialmente.-Lo nervios estaban muy presentes en mi tono de voz.
-No me importa lo que piensen los demás, solo me importas tú. Si yo soy feliz a tu lado los demás no lo van a impedir.
-Sus órdenes.-Interrumpió la mesera.
-Gracias.-Dijo Niall.-Al rato te hablo para el postre Cheryl.
-Por supuesto, lo tendré listo.-Sonrió Cheryl y se fue.
-Se nota que no vienes aquí ¿eh?-dije con tono de sarcasmo.
-No, solamente se me los nombres de todos los platillos y de cada empleado de este establecimiento. Casi nunca vengo.-Sonrió triunfante.
-Eres un tonto.
-Pero soy tu tonto.
No dejaba de mirarme y veía que me estaba suplicando un beso con esos ojitos azules tan brillosos. “No pierdo nada.” pensé y me incliné un poco hacia adelante para darle un tierno beso en sus finos labios. El rápidamente correspondió y también se inclinó un poco para que fuera más cómodo para ambos. El beso era lento, suave, tierno, uno de esos besos que transmiten todo lo que sentimos de una manera hermosa. Cuando la necesidad de respirar se hizo presente nos separamos lentamente.
-¿Ya me dices cual es la sorpresa?-susurré aun cerca de sus labios.
- Aún no.- Sonrió y comenzó a comer.
-Eres malo.-
-No tienes paciencia.
-Umm no.
(…)
Ya nos encontrábamos Niall y yo en el taxi de vuelta a mi nuevo hogar. Él nunca había soltado mi mano en todo el camino y no dejaba de mirarme. Más que plática eran miradas…y besos. De vez en cuando me robaba pequeños besos y yo también en manera de venganza.
Llegamos a nuestro destino y Niall le pagó al taxista, se bajó y enseguida dio la vuelta para abrirme la puerta. Tomó mi mano y ambos subimos al departamento de Shopia, perdón, nuestro departamento.
-Fue una magnífica noche, enserio.-Le dije muy contenta.
-Lo se, aunque, ya tengo muchísimo sueño.
-Si yo también. Ir a cenar apenas llegando de un vuelo no fue buena idea.
-Con tal de estar más tiempo contigo, es una buena idea. Te veo mañana.
-¿Es la sorpresa?-Dije emocionada.
-No.-Sonrió emocionado.-La sorpresa es después.
-Ya Niall! Eres muy malo. Ya dime por favor!!
-No.-Repitió.
-Bueno, me tendré que aguantar.
-Si, te tienes que aguantar.
-Entonces hasta mañana.
-Hasta mañana.-Al decir esa frase se inclinó hacia mi y plantó un corto pero delicioso beso en mis labios para después abrazarme muy fuerte, como si quisiera decirme lo mucho que me quería. Le correspondí el abrazo y él me miro a los ojos.
-Descansa, princesa.-Susurró en mis labios.
-Tú también mi principe-Me dio un beso en la coronilla y desapareció por el corredor.
