By Jazmín
Paso una hora, luego dos horas, y después tres horas. ¡Diablos! ¿Por qué tardaban tanto? Los nervios no dejaban de comerme por dentro. Si, sabía que aún me amaba y eso sí que me quitaba un peso de encima, pero el saber que estaba mal e incluso en el hospital me rompía el corazón. El haberlo visto con todas esas máquinas alrededor, y el tan débil, respirando gracias a esos aparatos me rompía todo, no sólo el corazón. Después de tres horas y media que había hablado con Niall, salió un doctor de su habitación. Apenas lo vi salir, me safé del abrazo de consuelo de Cami y fui corriendo hacia él.-¿Cómo está? ¿Está bien?-dije rápidamente, sin darle tiempo de responder. Poco a poco sentí cómo se incorporaban los demás.
-Hay buenas y malas noticias.-Nos miró seriamente a todos, demostrando un destello de tristeza en su voz.
-¿Cuáles son las malas?-le dijo Liam al doctor, mientras me abrazaba protectoramente al ver como me desmoronaba ante esa oración.
-Hay dos cosas malas -lágrimas comenzaron a amontonarse en mis ojos.-La primera es que cuando se cayó se golpeó la cabeza y tiene una contusión, no muy fuerte debo decir.
-¿Y la segunda?-le preguntó Harry alarmado.
-Por un análisis que le llevamos acabo, encontramos una gran cantidad de alcohol en su sistema. Temo que en exceso.-comencé a desfallecer en los brazos de Liam. El me sostuvo antes de que mis piernas no dieran para más y cayera rendida a llorar en el piso. Volteé a ver al doctor con todo el rostro mojado por las lágrimas.
-¿Va a estar...bien?-Le pregunté entre sollozos y gemidos.-Por favor dígame que si. Él es mi vida.-Liam volvió a abrazarme protectoramente, lo cual logró simplemente hacerme llorar más.
-Si, estará bien, solo tenemos que realizarle una desintoxicación y tratar su contusión. Sin contar él que debe de recuperar los nutrientes al no comer.-nos explicó comprensivamente.-Estará bien en un tiempo, todo depende de qué tan rápido se recupere.
-Gracias.-dijo Liam al ver que nadie podía pronunciar palabra. Niall estaba aún peor de lo que pensaba. Sin más por explicar, el doctor nos dio la espalda y entró de nuevo a la habitación de Niall, supongo que para comenzar la desintoxicación.
Todos regresamos a los asientos, a procesar lo que estaba sucediendo. ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Todo por mi culpa? Genial. La culpa no tardó en aparecer. Definitivamente ponerme a pensar no es bueno en estas circunstancias. Comencé a llorar aún más fuerte, haciendo escuchar a todos los presentes sollozos de mi parte. Liam y Cami, que se encontraban a mis lados, comenzarón a abrazarme para hacerme sentir mejor...o al menos para intentar alegrarme un poco.
-Jaz debes irte.-Me dijo mi prima dulcemente.
-No, no puedo irme, no ahora.-dije triste, débil, pero decidida.
-Al menos para ducharte, por favor, para que puedas pasar la noche aquí...si deseas.-Lo pensé un poco. Tal vez tenía razón.
-Está bien.
-Yo te llevo -decía Harry amablemente, pero con una mirada de devastación en sus ojos esmeralda.-yo también necesito un baño.
(...)
-¿Cómo te sientes?-preguntó Harry amablemente, tratando de abrir conversación en nuestro camino a mi apartamento.
-Pues no estoy excelente Hazza -rió quedo al escuchar su nombre de esa manera-me siento fatal. Niall estuvo al borde de la muerte -se me quebró drásticamente la voz al pronunciar lo último-...y todo por mi culpa.-comencé a llorar de nuevo. Simplemente no podía con tanto dolor. Era demasiado, demasiado al ver al amor de tu vida en esa condición...por tu culpa.