By Jazmin
-Princesa, ¿Estas segura de que quieres hacer esto?
-Si.. -murmuré.
- Esta bien, solo que... es mi primera vez nena, no tengo experiencia en esto.. -Sonrei tiernamente.
- Tambien la mía amor. -Se sonrojó.
Yo estaba únicamente en ropa interior y él solo estaba sin camisa, ¿injusto, no? para estar en igualdad de condiciones le quité lentamente los pantalones, mirando 'disimuladamente' aquel bulto bajo sus boxers. El volvio a tomar el camino hacia mis labios, devorandolos. Luego bajó hacia mi cuello, dejando besos por todos lados. Fué bajando hasta mis pechos, me miró buscando alguna aprobación y yo asentí. Quitó mi sosten y comenzo a besar mis pechos, se llevaba mis pezones a la boca, me era imposible no gemír. Creo que era el momento. Abrí los ojos, cambiamos de posición, ahora el estaba arriba mio sosteniendo su peso en sus codos para no aplastarme. Lentamente comenzó a sacarme la única prenda que me quedaba. Sentía verguenza, ¿quien no? era mi primera vez y nunca me habia presentado ante un chico con tan poca ropa. Ahora estaba desnuda frente a él, ¿realmente esta sería mi primera vez? algo me decía que él era el indicado. Lo miré y comenze a bajar lentamente sus boxers. Ahora estabamos uno frente al otro, mirandonos a los ojos a punto de tener nuestra primera vez. Él me miró esperando una confirmación y asenti levemente.
Gemi al sentir que Niall comenzaba a meterse lentamente en mi, seguía soltando gemidos igual que Niall pero él los ahogaba en un beso, para así no ser descubridos. Entraba lentamente y volvía a salir, no se despegaba de mis labios. Se separó un poco de ellos y tomo mi cintura para entrar ahora más rápido, fue subiendo el ritmo y yo soltaba unos gemidos suaves y llenos de placer. Al principio sentí dolor, no mucho pero si el suficiente. Luego solo sentía oleadas de placer, mucho placer. Me sentía completa ahora, éramos uno solo, definitivamente el uno para el otro.
-¡TE AMO NIALL HORAN! -solté en un gemido.
Se recostó un poco en mi repartiendo besos desde mi cuello hacia mis labios.
-Es mi turno, quiero intentarlo.- dije con mi voz agitada.
En un rápido movimiento me movi quedando encima de el, lo bese apasionadamente. Esto era hermoso, tenía un sentimiento raro, jamás lo había sentido, era especial.
Esta vez me sente lentamente sobre el, volviendo a sentir su miembro dentro de mi. Apoyandome en su pecho comencé a moverme arriba y abajo, primero lentamente, ya que el dolor había vuelto. Cada vez que bajaba el placer incrementaba y el dolor desaparecía. Niall comenzó a jugar con mis pechos. Lo escuchaba susurrar mi nombre a veces, y no dejaba de susurrarme cuánto me amaba. No me arrepentía de hacer esto para nada, es más, me sentía en las nubes, sobre todo si era con el.
Poco a poco fui aumentando de velocidad, lo cual provocó que encorvara mi espalda poniéndome tensa por una gran oleada de placer que me invadió en ese momento. El primero de varios esa noche. Niall pasaba sus manos por mi espalda bajando a mi parte baja nervioso, lo cual provocaba aun más placer en mi.
Niall se sentó de una manera que aún siguiéramos siendo uno, y comenzó a mover la cadera de una manera más rápida y profunda, provocándo en mí el segundo orgasmo de la noche. Rasguñé su espalda para ahogar mi gemido y podía escuchar mi nombre salir de sus labios de vez en cuando.
Bajó el ritmo y lentamente se puso encima de mi, y comenzó a besarme tiernamente, saboreándo mi boca por completo, algo que yo también hacía con la suya.
-Te amo princesa.-susurró en mi oído.
-Y yo a ti mi principe.
De nuevo entró en mi, pero esta vez lenta y cuidadosamente, transmitiendo todo el amor que tenía por mi, y yo le respondí de la misma manera. Acariciaba su espalda, y de su espalda pasaba a su pecho, mientras que el se movía contra mi. Me acerqué a el y mordí suavemente su oreja, causando un gemido profundo del fondo de su garganta. Comencé a besar su cuello y llegué de nuevo a sus labios, los cuales tomé inmediatamente. Su lengua jugaba ardientemente con la mia, sin embargo el seguía moviéndose lentamente sobre mi cadera. Cuando rasguñé su espalda por mi tercer y último orgasmo, Niall rugió mi nombre y me di cuenta que ambos habíamos llegado al climax. Agotados, caímos rendidos sobre la destendida, y el me regaló un último beso.
-Te amo como no tienes una idea.-me susurró en mi oído entre jadeos.
-Me alegra oír eso, porque también te amo demasiado.-le respondí de la misma manera.
-Espero que no te arrepientas de esto.
-Ni en un millón de años.-dije y me recosté sobre su pecho desnudo, cayendo en un profundo sueño.
¿Qué tenía este chico para traerme asi? Me refiero, a que ni siquiera hemos estado juntos un año y ya le he regalado lo más preciado para una mujer. Pero estaba segura que era el indicado y, si no lo era, de todas maneras no me arrepentía de nada.
