Dia 5

1.7K 116 52
                                    

Omegaverse.

Kataichi

¿Cómo es posible ver a un pequeño con ojos de amor, cuando ni siquiera nacía y ya lo odiaba?

Se sentía una mierda. Pero podía verlo, se veía feliz y eso era lo importante. Aunque no pudiera tocarlo, no podía sentir.

Todo había valido la pena, tenía a una criatura nacida de sus entrañas.

Sus hermanos se habían alejado de él. A excepción del que siempre odio, Sanji.

Había sido una desgracia ser omega. Él era una desgracia.

Sanji, su hermano menor por unos minutos, lo había aceptado y guardado el secreto. Le había causado tanto dolor por ser un simple beta, y ahora él sufría al descubrir ser un puto omega.

Como se odio esos meses, buscando la manera de dejar de ser omega, la clase más baja.

- ¿Un afiche? ¿Harás caso a un afiche? No tiene lógica. No seas bruto. - le reclamaba por décima vez, usó su cuerpo como impedimento que salga de la casa.

Ichiji gruñó. -ajá, mira- levantó el afiche - ahí claro dice "se necesita a omegas para experimento" y el experimento consiste en volver omegas a alfas.

Lo decía como si fuera lo más simple del mundo.

-Ichiji, estas demente.

-Déjame en paz. Voy a ir, y ni nadie ni algo me van a detener.

No iba a pelear con el mayor. Se alejó de la puerta, hasta incluso la abrió.

-Bien, haz lo que quieras. Pero si no te veo aquí a las ocho de la noche, llamo a la policía.

El lugar indicado parecía más un almacén abandonado que un lugar de experimentos, pero eso no lo juzgaba.
Le indicaron que cada día recibiría una dosis de hormona alfa, lo cual debía ser en pequeñas cantidades para no matarlo e ir con un proceso lento.

Los días pasaban, cada día inyecciones, pastillas, análisis. Sentía que cada vez está más cerca de su libertad.

Le jodía ver los piquetes en su piel.

¿Cómo va la dosis?

Ya no tengo químicos que juntar, no voy a tocar los míos. Da esto cancelado y tomemos a los omegas.

¿Te refieres a tirártelos?

No quería haber escuchado eso. Escuchó el sonido de balas. Ya tenía miedo.

la policía se había enterado de grandes feromonas de omegas siendo reducidas. Otro lugar de experimentos con omegas.

-Pongan las manos donde las pueda ver.

Tenían rodeado el lugar. Nada les quedaba.
Los cuatro omegas encontrados presentaban múltiples signos de haber sido inyectados con químicos no conocidos.

- ¡Ichiji!¡bastardo! - ese grito iba a llegar tarde o temprano. Pero hubiera preferido que llegara tarde.

- ¿Qué mierda haces aquí, Sanji?

El rubio había venido corriendo cuando le informaron que su hermano había sido una rata de laboratorio.

Pero una persona, más bien un alfa fue el que denunció sobre la gran cantidad de feromonas liberadas alrededor. Sólo había pasado cerca, pero sintió como alguien lo llamaba, no tardó mucho en deducir que eran experimentos.

-Agradécele a él, que sigas vivo.

Un olor dulce embriagó su ser que le hizo tambalear.

El menor indicaba a un alfa.

✨7 Veces te cruzaste en mi destino ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora