La Compositora

capítulo 46

Micaela 🎹

Miro por la ventana como la lluvia cae, como el viento sopla los árboles , el cielo nublado y me pongo a pensar en todo lo que me pasó en la vida.

La música...no recuerdo que haya un momento en el que no escuchaba música, mi madre me cantaba antes de irme a dormir y también cuando cocinaba y yo simplemente la admiraba con una sonrisa en el rostro.

Me enseñó a tocar el piano, aún recuerdo la emoción que sentí con el simple hecho de tocar las teclas, luego me regaló una guitarra en mi cumpleaños y comencé a tocarla.

Al perder a mi madre creí que el mundo que me rodeaba ya no tenía sentido, estaba sola y sin nadie que me quiera.

Y por arte de magia apareció aquella pareja que me criaron como una hija.

Ahora soy una chica de 17 años que vivía en un horfanato donde me criaron con amor e hice nuevas amistades. Iba al colegio donde también hice nuevas amistades, odiaba todas las materias del colegio pero siempre ansiaba que llegara las clases de música.

Un día común donde estaba tocando la guitarra en el lugar donde siempre iba con mi madre apareció un hombre dándome la oportunidad de ser cantante.

Donde lo conocí...aquella mirada fría y sus miles de tatuajes, quien sin darme cuenta llegó a mi corazón, fue la primera vez que amé y que me hizo sufrir de amor.

El dia de mi cumpleaños, era igual como ahora, lloviendo fuerte sólo que ahora es de día y aquel día era de noche.

Nuestro primer beso bajo la lluvia donde me declaró su amor, donde confesé que lo amo, otro momento hermoso fue el día que hicimos el amor donde temía con la idea de que no le gustara pero el sólo me decía que me amaba.

Mi primer concierto donde me moría de los nervios y lloraba de la felicidad de ver a todas esas personas cantando conmigo mis canciones. También está el día que John me contó la posibilidad de que sea mi padre y ahora tengo dos padres sobreproctectores.

Hubo feos momentos, perdí a mi bebé y un amigo que conocía de pequeña, pero jamás los olvidaré ya que forman parte de mi vida.

Me casé con Aaron, el hombre más hermoso del mundo y también el hombre más pervertido del planeta pero lo sigo amando y ahora...espero a gemelos.

-que haces nena?-pregunta Aaron entrando a la habitación y yo volteo a verlo.

-nada, sólo pensaba-digo mientras me encamino hacia la cama y guardo mi cuaderno donde acababa de terminar una canción que dedicaba a mis pequeños.

-en que?-pregunto acostandose a mi lado y pone su brazo sobre mis hombros y yo apoyo mi cabeza en su hombro

-de todo lo que he vivido-digo mirándolo y beso su mejilla-puedo que estos síntomas del embarazo me ponen muy sentimental.

El suelta una risa haciendo que se vean sus hoyuelos y besa la punta de mi nariz.

-ahora que lo mencionas, jamás pensé que terminaría casado y esperando hijos-dice y yo volteo a verlo frunciendo el ceño-déjame terminar antes de que te enojes amor-dice nervioso y yo asiento con la cabeza con desconfianza-nunca amé a una mujer como te amo a ti, el día en el que chocamos y te vi a los ojos supe que eras especial y ahora no puedo vivir sin ti. No puedo mirar a otra mujer ya que sólo vos provocas esto en mi-dice agarrando mi mano con dulzura y la lleva a su pecho donde siento como su corazón late muy rápido-el día que nos casemos creí que sería el mejor día de mi vida y lo fue pero lo fue aún más cuando me contaste de tu embarazo.

Yo lo miraba al borde del llanto, sus palabras llegaban hasta el fondo de mi ser mientras él me miraba con ese amor que me alegraba día a día.

-tengo miedo de no ser buen padre nena, temo ser como mi padre, que ellos lleguen a odiarme-dice y veo como una lágrima cae y la limpio de inmediato-pero te prometo mi amor que haré de todo, todo para que ellos sean felices. Prometo ser un buen padre y un excelente esposo-dice poniendo una mano en mi vientre de casi 9 meses-los amo-dice y yo simplemente lo beso.