–Pero eso es imposible –dijo Niall asustado.
–Los hombres no pueden embarazarse.
–Te equivocas, Louis. Es posible en términos nulos, es decir, entre un millón de hombres, diez de ellos poseén la fortuna de procrear. Sí, lo sé, suena descabellado, sin embargo ahora tú representas parte de ello.
–Es que no puede ser verdad. ¿Me está jodiendo?
–Las jeringas, Louis.
–¿Jeringas? –preguntó el médico.
Por más que quisiera creerlo, no podía. Ni siquiera se hacía a la idea de ver como su vientre iba a crecer conforme pasaran los meses, no creía que un bebé estaba creciendo dentro de él.
Si tan sólo no hubiera jugado con las jeringas. Se arrepentía, lo hacía. Pero era aceptable después de todo. ¿Qué le diría a sus papás?, ¿qué le diría al bebé cuándo naciera?
–Un grupo de nuestra escuela concursó con un método de embarazo en hombres. Pero no está aprobada, ni siquiera sabemos si funciona.
–¿Y qué tienen qué ver eso con Louis?
–Dejaron una sustancia en jeringas esterilizadas y las pusieron en incubadoras. Louis se pinchó el estómago con una de ellas.
–En primer lugar, es peligroso poner a prueba un método de reproducción como ese. Los hombres no cuentan con las capacidades necesarias para soportar un embarazo.
–Pero entonces... –Louis estaba frustrado. Pasó sus dedos por sus cabellos y dejó salir un suspiro cansado. –No... Esto es ridículo.
–Debemos obtener detalles. Saber quién dejó las jeringas, qué contenían... Esto es algo complicado, chicos.
–No tan complicado como que estoy esperando un hijo y ni siquiera sé cómo sucedió.
–La sustancia se depositó en tu organismo. Ahora bien, es peligroso en tu caso. Me dicen que se trata de un método a prueba, lo cuál genera más problemas...
–¿Más? –preguntaron Niall y Louis a la vez.
–El bebé, si nace, es probable que presente deformidades; Louis podría morir si su cuerpo no acepta los cambios que el proceso de gestación implica.
–No quiero morir, Niall. –Golpeó el brazo de su amigo.
–Tranquilo, Louis. Todo estará bien.
Quizá no era arrepentimiento, si no miedo.
–¿Existe alguna solución, doctor?
–Por el avance que tiene, ninguna. Las semanas de embarazo le impiden abortar, ahora sólo queda esperar, tenerlo en constante revisión, cuidar que las cosas no se salgan de control.
[...]
Louis estaba acostado boca arriba en la alfombra apoyando su cabeza en el regazo de Niall, quien mantenía sus piernas cruzadas y pasaba sus dedos por el cabello de su amigo. Estaba seguro de que hasta la más mínima caricia lograría calmarlo un poco.
Cuando salieron del consultorio del doctor que los atendió, Louis estaba hecho un mar de preocupación. No quería que su bebé o él murieran, no quería armar un alboroto en el instituto si lograba quedar con vida, tampoco le interesaba arruinarles la oportunidad de viajar a sus compañeros concursantes, ni abortar, ni odiar a su pequeño, sin embargo, quizá sí le interesaba averiguar un poco sobre el experimento que llevaron acabo. quizá simplemente no estaba preparando para eso, y como estarlo si eso es algo que nunca idealizó.
–¿Te sientes mejor? –le preguntó Niall bajito.
–Supongo... –entrelazó sus manos por encima de su estómago.
–Vamos, Louis, ¡serás papá! –Trató de animarlo.
–Aún no puedo creerlo, Niall. Es imposible hacerme a la idea de que un bebé crece aquí –tocó su vientre.
–No estás solo, lo sabes.
–Ni siquiera sé qué voy a decirles a mis papás. ¿Cómo haré cuándo empiece a notarse?
Algo tan complicado, tan turbio. Quizá era sencillo, para Louis no lo era tanto. Se imaginaba con su vientre hinchado, con unas patadas golpeándolo en las noches; maravilloso. Por otro lado, no podía ir por el mundo explicando el motivo de su embarazo. No era necesario y aún así lo ponía a pensar demasiado en una explicación.
–Eres afortunado por tener la capacidad de tener un hijo. –Alentó. Y era verdad, muchos hombres quizá pueden embarazarse y no lo descubren por sus preferencias sexuales.
–Lo sé, Niall... Pero va a ser difícil. ¡Mamá dirá que estoy loco! –Levantó sus manos exaltado.
–Cualquier cosa que suceda, buena o mala, te ayudaré a cuidarlo. Será como el hijo de ambos, igual yo fui tu cómplice para ir a jugar al laboratorio. –Le sonrió y acarició su mejilla. –Ya, Louis, no te sientas mal.
–¿Y si se muere, si muero yo? –la preocupación podía notarse en su voz. Él siempre era alegre, parlanchín...
–Sabemos que eso no pasará. Yo te llevaré a tus consultas, vendré a verte todos los días, no te dejaré solo en ningún momento. Te compraré comidas nutritivas, te daré tus medicamentos, cuando nazca lo cuidaremos juntos... Louis, estoy emocionado, tanto que ya hasta hice una lista mental de todas las cosas que quiero hacer con ese crío.
Esbozó una ligera sonrisa y se sentó dando la vuelta para ver a Niall, luego dijo: –En serio, gracias por todo. Ahora mismo me siento tan raro, tan... No lo sé.
–Trataré de hablar con los del grupo, quizá nos ayuden a saber si es peligroso o algo así.
–No por ahora, Niall. Los resultados de la prueba no tardan en llegar, si salen ganadores... No quiero arruinarles su triunfo.
–Pero, Lou...
–No, lo digo en serio. Ellos no son culpables de nada, fue mi culpa por ser tan tonto. Esto es por mí, es por eso que agradezco tanto que no me estés dejando solo.
–No te dejé solo en tus tonterías, ahora debemos afrontar las consecuencias.
El resto de la tarde la pasaron platicando, miraron películas y ordenaron pizza. Por más que el rubio intentara subirle los ánimos le era casi imposible, pero a pesar de todo empezaba a sentir emociones fuertes. Su bebé lo necesitaba estable, lo necesitaba bien. Necesitaba esta bien por él. Tal vez sentía miedo, pero también sentía amor. No podía odiar o arrepentirse de dar vida a un nuevo ser. Sería demasiado cruel. Quería a su bebé y lucharía contra todo por tenerlo.
Ahora su vida era la vida de alguien más también.
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UN BEBÉ POR ACCIDENTE. [Larry Stylinson]
FanfictionLouis queda embarazado mientras juega con las jeringas de fertilidad para hombres que los alumnos concursantes habían preparado para someterlas a una prueba en una clínica de laboratorio y luego ser llevadas como nueva propuesta para la reproducción...