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Yoongi se abanicó una vez más con una de las revistas que estaban sobre la mesa de la sala de su casa. Jimin le quitó la revista y se comenzó a tirar algo de aire.

-¡Maldita electricidaaad! - gritó el adolescente mayor.

- Para la próxima paga la boleta, hyung - se burló Jimin, quien se encontraba sentado en el piso.

- Estaba pagada, tarado - le quitó la revista a su menor - me derrito, odio el verano. - movió sus brazos en una forma infantil.

Jimin río ante la imagen; la verdad es que hacía bastante calor, y que la electricidad se haya cortado no ayudaba en nada, él al contrario de su mayor, prefería el verano que el invierno, detestaba tenes que abrigarse y que el día se acabase antes.

Yoongi tomó el extremo de su camiseta y tiró de ella hasta retirarla de su cuerpo, suspiró satisfecho y se dejó caer en el sofá.
Jimin mantenía su vista en el torso de Yoongi, si bien rara vez había visto a su hyung sin algo sobre su torso, esta vez era... Distinto. Observó desde su cercanía la pálida piel de su amigo, no tenía un abdomen marcado como esos de las revistas, pero tampoco sus costillas se notaban del todo, era como un punto medio... Era de una forma... Lindo.

Escucho el ruido del aire acondicionado y notó que la luz había vuelto.

-Hyung, la luz volvió -le habló, pero no recibió respuesta- eres un perezoso. -habló entre dientes y se levantó.

Yoongi sintió algo de frío en su cuerpo, se movió un poco, buscando algo de calor, lo encontró al sentir algo de presión sobre él, respiró hondo al sentirse tan a gusto y sin pensar mucho se dejó llevar de nuevo por el sueño.

Minutos mas tarde sintió algo ser pasado con delicadeza por su cuello, era húmedo y duro. No se sentía del todo mal, no le molestaba casi, movió su cabeza al lado contrario de donde sentía el ir y venir de los blancos dientes. También sintió cuando ambas hileras de dientes fueron puestas delicadamente sobre su epidermis para luego tratar de juntarse, quedando así su blanca piel entre las hileras. Se quejó con sus labios juntos, no le había dolido del todo, pero si era la primera vez que alguien le mordía el pecho.

Jimin salió de su pecho sonriéndole, el mayor solo le devolvió el gesto y apretó contra su pecho el cuerpo de su pequeño mejor amigo cuando este se volvió a acostar a su lado entre sus brazos, así volviendo a dormir ambos.

Bite Me «Y.M» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora