2.

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Otro día más, no evité bostezar y con pereza recargue mi espalda en el respaldo del asiento del restaurante. Mire como Yoongi seguía trabajando y me burle de él por a ver escogido turno extra, parecía que iba a morir en cualquier momento.

-Te faltó una mesa.- hablé con burla cuando paso por donde estaba, me enseñó su dedo corazón. Sonreí.

Trate de entretenerme con mi celular y no funcionó, solté otro bostezo y mire por el ventanal del lugar y mire fuera. Todavía estaba claro, estábamos a mitad de primavera y con ello el sol se daba el lujo de quedarse por un tiempo más. A lo lejos visualice una silueta conocida, sonreí cuando lo reconocí. Era él.

Me acomode mejor en mi sitio y mire con detalle todo lo que hacía, traía consigo lo mismo de siempre, tijeras, una palita, guantes especiales, una manguera y un bote rojo. Se instalo en el pequeño parque frente al local y dejó las cosas en el suelo. Se estiró dejando más a la vista su ropa para trabajar.

Con cuidado se colocó los guantes y tomo la pequeña pala y se agachó frente a las hermosas rosas que habían ahí. Se puso de espaldas para poder empezar y eso evitó que siguiera viendo su cara, suspiré con tristeza.

-Eres una maldita acosadora.- la repentina voz de Yoongi apareció y me fue imposible no soltar una maldición. Lo mire molesta.

-Sabes que odio que hagas eso.- apreté los dientes. Él río.

-Sabes que me vale una mierda.- se encogió de hombros y se recostó en el asiento, cerró los ojos y me ignoro por completo. Negué con la cabeza.

Seguí viendo a mi chico y como limpiaba alrededor de las rosas, les echaba agua y las cortaba para que estuvieran bien presentables. Se veía tan sumido en ello, tan concentrado.
Me estaba volviendo loca el no poder convivir con él, no saber su nombre, su edad, su historia, lo que hacía comúnmente, con quién convivía y con quién no, cual es su más oscuro secreto, el porque es tan guapo. Quería saber todo.

-Lo vas a desnudar con la mirada, ya déjalo.- Yoongi hablo en mi oído y soltó una carcajada que me hizo voltear a verlo y darle un codazo en el estómago. Se quejó y comenzó a toser.

-Te dije que no me gustaba que hicieras eso.- solté molesta.

-Eres una salvaje.- dijo sin aire. Hice un ademán y lo empuje para que se levantará, cuando lo hizo yo también me puse de pie y salí del lugar.

Subí al coche y arranque, Yoongi todavía no subía y tenía medio cuerpo metido en el coche, se sobresalto por el fuerte movimiento y me miró mal.

-¡¿Me quieres matar maldita loca?!.- solté una carcajada.

-Desde que tengo memoria.

Deje que se subiera al coche y se pusiera el cinturón, ví como sus manos tenían un pequeño temblor, reí. Mire por el espejo del lado de la puerta y note que mi chico de las rosas miraba hacia nuestra dirección. Me tape la boca con sorpresa.

¡Joder! Ahora me iba a ver cómo una psicópata que quiere matar a su primo.

-¿No vas a arrancar?.- Yoongi me miró impaciente, asentí rápidamente. Mire por última vez al chico que seguía en la misma posición y arranque.

Qué vergüenza.

De regreso a casa no pude dejar de pensar en él, estaba bastante avergonzada y mi corazón seguía latiendo demasiado rápido aún cuando ya habían pasado 20 minutos de eso. Cuando llegue me estacione y baje del auto en silencio, abrí la puerta y me fui directo a mi habitación.

-¿Jihyun?.- Yoongi me habló pero lo ignore, cuando estuve dentro de mi cuarto comence a saltar por todo el sitio y me deje caer en la cama donde ahogue un grito gracias a mi almohada. La puerta se abrió y Yoongi apareció con cara de preocupación.- ¿Estás bien?

Reí y con mi mano quite el cabello que estorbaba mi vista. Asentí y me recosté boca arriba mirando cansada el techo de mi habitación.

-Él me vio.- dije, estaba segura que todavía seguía aquí.

-¿Quién...? Oh, ya entendí.- soltó una risa y se sentó en mi cama.- Si antes pensaba que jamás te haría caso, ahora lo aseguro.

Tome una almohada y se la lance en la cara, él me la regreso al segundo.- Gracias por la motivación.

-De nada.- apretó mi pierna y se levantó para avanzar a la puerta. Se detuvo y antes de salir me miró.- Si quieres algo con ese chico, es mejor que mañana empieces. Las cosas no llegan solas, o bueno en este caso, él no llegara solo.

Asentí aunque ya había salido y había cerrado la puerta, suspiré y mordí mi labio pensativa.
Debía hacerlo, Yoongi tiene razón.
Si quiero algo tengo que ir por ello. Ya estaba decidido, mañana iría a hablar con mi chico de las flores. Todo saldría perfecto, todo estaría bien.

Todo sería como en mis sueños.

The Boy With The Roses -JM-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora