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Cuando llegue a mi cuarto lo primero que hice fue patear el pequeño cesto de basura que tenía a un lado de mi cama, tome con fuerza las sábanas de mi cama y las tire al piso, patalee y lloré como jamás lo había hecho.

Salí del cuarto y camine directo al baño para cerrar de un portazo. No había nadie en casa así que me daba igual si hacía ruido o no. Sin cuidado me despoje de mi ropa y me metí a la regadera, no me preocupe en ver si salía caliente y cuando está choco con mi espalda me encogí por lo fría que había salido. Tome el shampoo y lave mi cabello para después tomar la esponja para mi cuerpo y comencé a tallarlo sobre mi.

Cada vez más fuerte, cada vez más profundo, cada vez más doloroso. Me daba asco solo recordar los sucesos pasados. Su cara, sus gestos, sus gemidos, sus palabras sucias, la brusquedad con la que me trató, sus manos por todo mi cuerpo, su último grito cuando terminó de satisfacerse.

-¡Ahhh te odio Kim NamJoon!.- grite de la impotencia y el coraje hacia mi misma, que termine cayendo al frío piso de la bañera y abrace mis rodillas ocultando mi rostro en ellas.- Te odio maldito bastardo.

Lloré. Saque todo lo que tenía guardado desde hace varios días, me desahogue en mi soledad y no guarde nada. Solté un hipido cuando la puerta se abrió y Jin y Yoongi aparecieron en esta con la cara asustada.

-¡Jihyun!.- ambos corrieron a la bañera, me encogí más, no por el hecho de que estuviera desnuda si no por qué me sentía pequeña a un lado de ellos, me sentía débil, me sentía y estaba destrozada.

-Yoongi pásame la bata que está ahí.- cerró la regadera y tomo mi rostro entre sus manos. Jin no apartó los ojos de mi y extendio su brazo hacía atrás cuando mi primo le dió la bata. Con mucho cuidado me la puso y cuando ya estuve bien tapada me cargó y me llevo a mi cuarto.

Yoongi fue el primero en entrar y se sorprendió cuando vio todo el desastre que yo había provocado.- Mejor llévala a mi cuarto.- dijo y volvió a cerrar la puerta.

¿Tan mal se ve?

Jin acomodo todo en la cama de nuestro primo, puso varias almohadas en mi cabeza por lo cual estaba sentada y había una suave manta cubriendo mi cuerpo.

-¿Qué te pasó?.- pregunto con voz dulce.- ¿Alguien te hizo algo?.- cerré los ojos cuando las imágenes volvieron a mi mente y negué con la cabeza.

No negando nada, si no queriendo apartar esos recuerdos. Corrí la mirada al lado derecho donde estaba la ventana de Yoongi, pero pronto tuve que regresar mis ojos a Jin cuando me empezó a revisar con más detenimiento el cuello y se dió cuenta de las marcas que está tenía.

El cabello había hecho un buen trabajo en ocultarlas, me miró desesperado y esperando una respuesta. Trate de negarme otra vez.

-Habla Jihyun.- ahora su voz había sonado autoritaria. Volví a llorar.

-No quiero.- trate de alejarlo de mi cuando su agarre se volvió más brusco.

-¡Habla! ¿Quién te hizo esto? ¡Contesta!

-Jin... Jin es mejor que te calmes.- Yoongi puso una mano sobre su hombro.- Ve abajo y trata de tranquilizarte. Yo hablaré con Jihyun.

Jin al principio se negó alegando que era mi hermano mayor y tenía derecho a saber, pero después de un rato acepto con la condición de que le contaría todo. Beso mi frente y salió del cuarto.

Cuando ambos quedamos solos de nuevo Yoongi se acercó lentamente a la cama y se sentó en donde Jin lo había hecho momentos antes y tomo mi mano.

-¿Qué pasó?.- apretó mi mano en forma de apoyo. Negué.- Si no me dices no podré ayudarte.

-Nadie puede ayudarme Yoongi.- las lágrimas salieron de nuevo.

-¿Por qué lo dices?... Jihyun.- tomo mi rostro y me hizo mirarlo.- ¿Quién te hizo esto?

Tome aire y con algo de dificultad dije.- Me lo merecía.

-¿Qué? ¿Que dices Jihyun?

-Si no lo hacía Jimin se iba a enterar.

-¿Jimin? ¿De qué hablas? ¿De que se iba a enterar?

-Que yo fui, yo destroce sus rosas. Merezco esto que me pasó.

Se quedó en silencio y parecío pensativo, al final cerró los ojos y suspiro tratando de controlarse. Me miró de nuevo.

-¿Quién te hizo esto Jihyun? No volveré a preguntar.

-NamJoon.- murmuré esperando que no me escuchará, pero no fue así.

-¿¡Qué!?.- se levantó de la cama y negó con la cabeza.- No, él no. ¡Joder Jihyun! ¡Es casi mi hermano!

Caminó hacía mí pero se detuvo y volvió a retroceder mientras seguía negando.
Lo llame, le pedí que se calmara.

-¡No me voy a calmar!

-¡Yoongi!.- la garganta me dolió.- Por favor.- le extendi mi mano para que la tomara y tras varias peleas internas acepto y la tomo.

La miró con detalle y vio que mi muñeca tenía una ligera marca morada, la acaricio y tomo mi otra mano la cual estaba exactamente igual. Miró mi palma y tanteo la zona.

-¿También te hizo esto?.- negué y la quité con algo de pena.

-Fue con las rosas.- suspiró y asintió lentamente.

-NamJoon...

-Él se enteró de eso y me amenazó con contarle a Jimin, me dijo que su silencio costaría mucho.- hice una pausa.- No quería dinero Yoongi.- me encogí de hombros, trate de ocultar mi rostro cuando las lágrimas aparecieron pero no me lo permitió.

-Ese bastardo.- apretó la mandíbula.- Cuando lo vea, yo...

-¡No! No hagas algo de lo que te puedas arrepentir.

-No te preocupes, nadie lo sabrá.

Dándome un beso en la frente salió del cuarto, pero antes me dijo que descansara por que mañana sería un largo día.

Un muy largo día.

The Boy With The Roses -JM-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora