The Boy With The Roses -JM-

3.

En mi mente solo tenía el pensamiento del arrepentimiento, estaba bastante asustada y eso se notaba a gran distancia, creo que hasta un ciego se daría cuenta de eso. No tenía otra cosa en la cabeza que no fuera correr lejos de ahí y alejarme de él.

Técnicamente estaba a 20 pasos de él y tenía la oportunidad de verlo con claridad, las manos me comenzaron a sudar. Un Vaivén de emociones se paseaban por todo mi cuerpo.

Vamos Jihyun tu puedes hacerlo.

Debía darme ánimos, eso de estar sudando de nervios y que tu primo y única familia cercana que también se podía considerar "amigo" entre comillas, se estuviera burlando de mi situación no me ayudaba en lo más mínimo. Debía calmarme si no quería estar en la cárcel a tan corta edad por homicidio.

-¿Te puedes callar un momento?.- pedí lo más relajada que pude, lo ví negar con la cabeza y asomó otra sonrisa burlona.

-Es gracioso verte nerviosa y asustada.- admitió con diversión. Rode los ojos y volví la mirada al chico de mis sueños.

Me estaba ahogando en un vaso de agua, si, estaba siendo bastante exagerada para mis 21 años de edad. Era como si jamás hubiera hablado con un chico o si nunca hubiera tenido novio. Pero el sólo pensar que me rechazará y me ignorara me daba una clase de nervios que eran casi imposible de describir.

-Pudes hacerlo Jihyun, tu puedes.- me animé en voz alta preparada para caminar hacia él.

-Eso, vamos Jihyun.- la voz de Yoongi sonó de nuevo.- Tus fans tienen esperanzas en ti, ¡Figthing!.- hizo su mano en puño y la levantó en el aire. Negué con la cabeza divertida y me fui lejos de él.

Suspiré y pase mis manos sudorosas por mi pantalón de mezclilla. Con algo de calma camine hacia él, estaba de espaldas a mi. Se encontraba regando unas rosas y aunque no podía ver su cara sabía que estaba muy concentrado en eso.

Bueno es ahora o nunca.

-Hola.- suspiré con alivio cuando por fin pude hablar. Espere a que me contestará. No pasó nada.- ¡Hola!

Nada, no volvió a pasar nada. Mire confundida a mi alrededor y ví a Yoongi viéndome de igual forma. Me encogí de hombros sin saber que hacer y volví mi mirada al chico.

-¿Me estás ignorando?.- pregunté y me sorprendió cuando se encogió de hombros.- ¿Eso es un sí o un tal vez?.- no respondió.

Vaya, pensé que esto iba a ser más lindo.

Me enoje y mi orgullo se subió a lo más grande, aún cuando estuviera todo lo guapo que quisiera no podía simplemente ignorarme. Eso no se le hace a la gente. Menos a mí.

Con algo de brusquedad le di varios golpes en el hombro para que volteara y lo logré. Me puse nerviosa cuando me miró, ¡Dios! Jamás lo había visto tan cerca. Era tan guapo.

Se inclinó en forma de saludo y me sonrió, lo mire confundida.

-¿Qué te pasa?.- me atreví a preguntar de forma brusca. Él pareció sacarse de onda cuando le dije eso.- Te he hablado hace unos minutos y no me haces caso, ¿Te estás burlando de mi?

Abrió los ojos sorprendido y negó con la cabeza. Hizo unas señas extrañas y luego me miró con pena, segundos después volvió a hacer varias reverencias en forma de disculpa. Mi cara era una broma, lo tuve que parar para que no se fuera a lastimar por hacer tal acción muy rápido.

-¿Pero qué...?.- no pude acompletar la oración cuando un chico alto y guapo llegó con nosotros y me miró interrogante.

-¿Se te ofrece algo?.- Se paró a un lado de mi chico, no lo sentí grosero, incluso me mostró una linda sonrisa cuadrada. Qué hermoso.

-Venía a hablar con él.- trague saliva y me sentí nerviosa.- Pero nunca me hizo caso, me pareció muy grosero de su parte que no me contestara.

El chico de sonrisa cuadrada comenzó a reír, lo mire confusa sin entender que sucedía y después la cambie por una molesta. No era divertido.

-No.- trato de parar su risa.- Él no puede... Él no... Él...

-Si paras tu risa podría entenderte mejor.- dije con una pizca de diversión, me estaba contagiando la risa. Pero al minuto volví a mi posición de chica enojada.

-Lo siento.- soltó un suspiro exagerado y poco a poco se volvió a poner serio.- Jimin es sordo-mudo.

¿Qué? ¿Quién era Jimin?

Mire a ambos chico y fue cuando comprendí, mi chico de las rosas (ahora enterada de que su nombre era Jimin) tenía la cabeza hacia abajo con una expresión triste. El otro chico solo me miraba atento.

-Yo... Yo no sabía.- admití con sorpresa.

-La gente suele reaccionar así.- se encogió de hombros y abrazo a Jimin por los hombros. Eso pareció reconfortar al chico porque le dió una pequeña sonrisa.

Sus ojos se veían (bueno no se veían porque había sonreído) tan hermosos, las bellas líneas que se formaban cuando daba una sonrisa era simplemente hermoso.

-¿Qué era lo que querías decirle?.- pregunto después de un rato de silencio incómodo.

-¿Tu le dirás? Ya sabes, le hablaras en señas para que sepa que estoy diciendo. Es que yo no sé hablar en señas.

Soltó otra carcajada.- No te preocupes, él sabe leer los labios. Todo lo que quieras decirle él lo entenderá.

-¿En serio?

-Si, ¿Verdad mi pequeño Jimin?.- se alejó del chico cuando esté lo empujó y le empezó a hablar en señas, no lo entendía pero suponía que le estaba reclamando sobre el diminutivo... Su dedo corazón estaba en el aire apuntando al otro chico, eso sí lo entendí. Me fue imposible no reír.

-Pitufo calmate, estamos frente a una hermosa chica.- levantó sus manos en rendición y Jimin abrió la boca como si estuviera gritando de frustración. Reímos.

-Soy Taehyung.- se presentó e hizo una reverencia, hice lo mismo.

-Jihyun.

-Bonito nombre.- sonrió.

Bien, creo que esto había salido bien.... ¿No?