8.

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Le iba a pedir matrimonio.

Le iba a pedir matrimonio.

Le iba a pedir matrimonio.

-¡Cállate!.- grite a la nada y volví a hundir mi cara en la almohada.

Esto parecía una broma, una maldita broma. Nada mejor que verle la cara de estúpida a Jihyun, claro que sí. ¡Ash! Me dolía la jodida cabeza, sentía como mis ojos pesaban por el hecho de llorar todo el día y la nariz me estaba jodiendo el doble por todas las veces que la sone.

Todo estaba mal.

Jimin estaba mal.

El mundo estaba mal.

Mal, todo mal.

-¿No vas a parar nunca, verdad?.- Yoongi apareció en el umbral de mi puerta y se cruzó de brazos observando todo con una mueca.

-Jodete Yoongi.- pasé una mano por mi cabello y ahogué un grito de dolor cuando mis dedos se quedaron atorados en este por lo enredado que estaba.

¿Hace cuánto que no me baño?

¡Agh!, no sabía y tampoco era algo que sinceramente me importara en estos momentos. Tenía la cabeza hecha un desastre (literalmente) y no podía tratar de pensar en otra cosa que no fuera en mi hermoso chico de las rosas.

Mío, ¿Acaso alguna vez lo fue? No. Esa era la simple respuesta, jamás lo fue ni lo sería; por qué el destino se había puesto en contra mía y me había apuñalado por la espalda sin siquiera esperarlo.

"Estás gratamente invitada a la boda de Park Jimin y Sun Hee".

Jodida suerte, jodida vida, jodida yo.

-En tu situación creo que eres la menos indicada para decirme aquello.- dijo señalandome. Le avente una almohada que esquivo limpiamente.

-No tengo ánimos de aguantar tu mierda.- hablé después de unos minutos en donde solo se apreciaban nuestras miradas retadoras.- Si no vienes a decir algo importante te puedes ir por donde viniste.

-Jin esta en camino.- dijo y sin más se largó cerrando la puerta.

-¿¡Qué!?.- exclamé aunque ya no había nadie más que yo en la habitación.

No podía ser cierto, no ahora. En serio que todos estaban contra mi.

Jin. Mi hermoso hermano mayor.

-Genial.- susurré con sarcasmo y me tape con las cobijas hasta la cabeza.






Acomode los últimos detalles de la mesa y cuando ya todo estuvo terminado me dirigí a la sala donde Yoongi se escontraba viendo televisión. Me senté a un lado de él y trate de poner toda mi atención en la película que mostraban en pantalla, Misión imposible, no sé cuando fue que captó toda mi atención qué cuando la apagaron tarde un tiempo en volver a mí. Mire a mi primo.

-Yo la estaba viendo.

-Yo no.- tira el control en el otro sillón y se acomoda para quedar de frente a mi.- Tenemos que hablar Jihyun.

-No empieces Yoongi.- rode los ojos y saqué mi celular, me lo arrebato.- ¡Hey!

-Quieras o no.- guardo el celular en el bolsillo de su pantalón. Cruce mis brazos en señal de enojo pero lo ignoró.

-¿De qué quieres hablar?

-De Jimin.- su nombre, tan perfecto como siempre.

-¿Que quieres hablar de él?.- me puse a la defensiva de inmediato.

-No nos hagamos idiotas Jihyun, te has pasado una semana entera encerrada en tu cuarto por ese chico, y hubiera sido más si no te hubiera dicho que Jin iba a venir.

-Él...

-Ni lo trates de negar.- me acuso con su dedo.- Te estás ahogando en un vaso de agua.

-Se va a casar.- solté con dolor y trague el nudo que se formó en mi garganta.

-Lo sé.- suspiro.- Pero eso no cambia que haya más hombres en el mundo.

-Lo quiero a él Yoongi.

-Estas siendo egoísta ¿Sabes?

-No me importa, yo lo quiero y quiero que el también sienta eso por mi.

-Pronto será su boda, tiene todo planeado y no será contigo con la que pasará el resto de sus días.

-Tampoco con Sun Hee.- sentía la lengua ácida de solo pronunciar su nombre, era una maldita perra y la odiaba.

-¿Y cómo estás tan segura? ¿Acaso piensas matarla?.- no afirme nada, pero tampoco lo negué.- Me inquieta tu silencio Jihyun, ¿No pensarás hacerle daño a la novia de Jimin, cierto?

No lo tenía pensado, aunque viendolo desde otra perspectiva no sonaba tan mal. Si eso pasaba Sun Hee pasaría a la historia o mejor dicho al olvido y Jimin podría ser mío nada más.

-Jamas haría algo así.- bufé y lo mire.- No soy una psicópata.

-Eso pareces.- sostuvo su mano en mi hombro.- No quiero que nada te pase Jihyun, eres mi prima y te quiero.

-Yo también te quiero.- lo abrace y trate de relajar mi cuerpo con su aroma y su suave toque en mi espalda que me transmitía apoyo y cariño.

El timbre sonó y nos alejamos rápidamente, Jin había llegado. Ambos caminamos a la entrada y cuando abrimos la puerta nos topamos con mi hermano.

-Que caras ¿Quién se murió?.- entro a la casa y dejó sus maletas a un lado de la sala, nos miró a los dos con las manos en las caderas.- ¿Hicieron de comer? No huelo a quemado así que supongo que encargaron comida rápida ¿Pizza? Genial, andando tengo hambre luego tendrán tiempo para las muestras de amor y afecto.

Sin dejarnos decir nada se dirigió a la cocina y lo oímos exclamar con alegría, Yoongi y yo nos miramos y cerrando la puerta seguí a mi primo desde atrás para acompañar a mi hermano el cual ya había empezado a comer sin nosotros.

-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.- trago un trozo de pizza y tomo soda.- Quiero saber que ha pasado con ustedes, los detalles son indispensables.

-¿Como quieres que empiece Jin?.- Yoongi me miró unos segundos y comenzó a hablar con mi hermano.

-Tambien quiero saber si tienen pareja.- fue uno de sus comentarios durante toda la noche.

¿Que te puedo decir hermanito?

The Boy With The Roses -JM-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora