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Estaba por hacer lo peor del mundo, esto me podría dar una buena multa y el odio completo de Jimin. Aleje todos los pensamientos buenos y malos de mi cabeza y tome las tijeras de jardinería que había comprado horas atrás en una tienda.

Las apreté con fuerza y conté hasta tres para comenzar con lo que venía a hacer desde hacía ya 20 minutos atrás.
Estaba asustada de ser descubierta por el hecho de que el pueblo era pequeño y todo se sabía en un dos por tres. Pero deseche la idea minutos después de ver que nadie andaba por las calles a las 3 de la madrugada. Así que suspiré y terminado de contar me acerque a las rosas y las corte de una a una.

No sé cuando fue que perdí el control y me había vuelto más brusca sin tomar precaución en cuidar los cortes y en uno de esos momentos no controle agarrar con las palmas de mi mano varias rosas que después tuve que soltar por qué las espinas de estas se habían encajado en mi mano. Me tuve que sentar en la tierra y revisar mi mano con la ayuda de la linterna de mi celular.

Las heridas eran profundas, pero no eran tan graves. Con el suéter que traía jale la manga y cubrí mi mano, tome las tijeras y me fui de nuevo a casa.





Horas más tarde ya en mi turno en el restaurante veía como un Jimin destrozado lloraba en el hombro de Taehyung mientras éste le trataba de calmar. Miraba con pena lo que un día fueron hermosas rosas a simples plantas aplastadas y rotas.
Jungkook también estaba ahí y con cuidado recogía las rosas que se veían más rescatables y las ponía en una bolsa.

-Lory, regreso en unos minutos.- le avisé mientras me quitaba el mandil, no había muchas personas así que no iba a ser problema para Yoongi. La chica asintió con una sonrisa y salí.

Cruce la calle y me acerque casi corriendo a los tres chicos que estaban en el parque.

-Jimin.- susurré su nombre y como si me hubiera escuchado volteo a verme. Su rostro estaba rojo e hinchado de tanto llorar y la pena y la culpa me llenaron.- Oh Jimin, lo siento tanto.

Él se abalanzó sobre mí y tuve que poner fuerza en mis piernas para no caer, me rodeo y escondió su rostro en el hueco de mi cuello. Mire a Taehyung y Jungkook, ellos me dieron una sonrisa penosa y siguieron con las rosas.

Su olor a perfume llegó hasta mis fosas nasales y el fuerte abrazo que me dió me hizo sentir increíble. Aunque no era la manera en la que lo había imaginado estaba satisfecha con el resultado.

Lo tenía cerca de mi.

-¿Qué pasó?.- me hice la malentendida cuando Jimin se separó de mi y se acercó a las rosas.

-Alguien destruyó las rosas de jimin.- dijo Jungkook mientras miraba atento a Jimin.

-Un idiota que le gusta ver a la gente sufrir.- Taehyung se veía bastante enojado y la manera en la que sus ojos me miraban eran horribles.- Cuando sepa quién fue se va arrepentir.

Trague duro y carraspee mi garganta, escondí mi mano rápidamente detrás mío cuando note las cortadas que me había causado en mi arrebato.

-Espero que lo encuentren pronto.- eso había sido tan contradictorio.

Yo no quería que me atraparán, Jimin me odiaria de por vida. No, me negaba.

-No será muy difícil hacerlo.- dijo después de un rato, lo mire confusa.

-¿Por qué lo dices?.- se acercó a mí y me miró con una ceja alzada, me puse nerviosa.

-Se corto al tratar de arrancar unas rosas con su mano, dejo sangre regada por el suelo y las rosas.- explicó y se alejó de mi mientras ayudaba a Jimin a recoger unas cosas.

Me congelé en mi sitio y un sudor frío me recorrió por toda la espalda baja, aún con la mano detrás mío la cerré en un puño y tuve que morder mi labio para no soltar un grito de dolor. No debían descubrirme.

-Y-yo tengo que volver al trabajo.- señale detrás mío con mi otra mano.- No quiero que me despidan.

-No te preocupes, te agradecemos que te tomarás unos minutos para estar aquí con nosotros.- Taehyung me dió una sonrisa y algo cohibida la respondí también, me despedí de los tres chicos y volví al restaurante.

Cuando ya estuve dentro pude respirar con tranquilidad, mire mi mano y me acerque a tomar de nuevo mis cosas de trabajo. No debía actuar sospechoso.






Con un movimiento brusco choque con la pared color gris de la casa de NamJoon, solté un gruñido.

-Se que fuiste tú.- dijo con rudeza.

-¿De qué hablas?.- trate de apartarlo de mi pero puso más presión en su agarre.

-Lo de Jimin, las rosas.- me miró molesto.- Estás demente Jihyun.

-Yo no fui.- solté asustada.-¡ Suéltame!

-¿Crees qué soy imbécil? ¡Por Dios! Sabía que harías algo cuando me preguntaste sobre las plantas de Park.

-Yo no fui.- seguí tratando de safarme de su agarre.

-Y lo sigues negando.- soltó una risa seca.- Dudo que esas cortadas en la palma de tu mano sean por un accidente en tu trabajo o en tu casa... Taehyung nos avisó que vieron sangre en las rosas, había de ser muy estúpido para tratar de arrancar rosas con espinas sin guantes especiales ¿No crees?

-Eres un hijo de perra.- comencé a llorar de repente.

-¿Más que tú? Lo dudo.- me soltó y se sentó en su sillón negro.- Jimin estará muy triste cuando se entere.

-¡No!.- me acerque a él.- Jimin no debe enterarse, me odiara si lo sabe.

-Nunca debiste hacerlo.- negó con la cabeza.

-¿Quién más lo sabe?.- me cruce de brazos.

-Solo yo... Por ahora.

-NamJoon no me hagas esto, por favor no lo hagas.

-Este tipo de cosas son muy graves Jihyun, mantenerme callado costará mucho.- me dió una sonrisa enorme.

-¿Cuánto quieres?.- suspiré resignada, no podía creer que mi amigo (si así se podía considerar) me hiciera esto.

-No quiero dinero.- negó con la cabeza.

-¿Entonces?.- me puse nerviosa de nuevo, trague duro cuando ví como sus ojos se perdían en todo mi cuerpo. Retrocedí.

-Es algo que me puedes dar gratis Jihyun.- se relamio los labios.- Tu sabrás que decisión tomar.

Me quedé en silencio.

The Boy With The Roses -JM-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora