Capítulo 5 - Macho sigma

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          —Vamos a un lugar donde el frío no sea tan agobiante —ladra Dawn —. No creo que ese puma regrese.

          —Está bien, creo saber el lugar —ladra Nerón.

          Ambos lobos se dirigen a una de las cuevas de hojas y pajas en la que Nerón suele recostarse cuando tiene que descansar. La nieve alrededor prácticamente no los deja caminar y al entrar sienten el ambiente un poco más cálido y se recuestan, el lobo gigante se ve adolorido y cansado así se ve casi siempre, la nieve sobre su pelaje oscuro se derrite con el poco calor que hay en la cueva de hombres.

          —¿Viejo Dawn, has visto a mi manada? —pregunta Nerón tan angustiado como emocionado.

          —Ah no sabes dónde están. Esa es la razón por la que ahora estás solo —ladra el viejo Dawn —. Pues sí, he olido el rastro de tu manada desde que se incendió aquél bosque.

          —Pero dime, ¿ellos están bien, están con vida? ¿Cómo está la manada? —ladra Nerón ansioso una y otra vez.

          —Sigues siendo una molestia a pesar de que ya creciste —gruñe el gran lobo —. ¿Para qué quieres saber dónde están? Estás mejor solo.

          —Realmente los he estado buscando durante mucho tiempo —le explica Nerón —. Quisiera al menos saber que están bien.

          —Las cosas han cambiado desde la última vez que estuviste en la manada cachorro, no creo que un cachorro alfa sea bienvenido.

          —¿Qué dices, yo sé que mi papá me aceptará de nuevo? —dice Nerón y sus esperanzas vuelven con la noticia del oscuro lobo.

          —Si tú lo crees así entonces… —El viejo Dawn parece ocultar algo y no dice mucho —. Entonces está bien.
— ¡Guíame hacia ellos! —ladra el lobo Nerón de un lado a otro como si fuera un lobato.

          —Primero quisiera descansar —dice el viejo Dawn que yace agotado, su cuerpo está lleno de muchas cicatrices y a pesar de que tiene copos de nieve encima sigue sucio como siempre —. Segundo, beber y comer por supuesto.

          —Está bien yo te buscaré algo de comer, como la ultima vez —dice el joven lobo para luego irse a buscar comida, encuentra carne que ya está seca se la dejaron los hombres, ambos lobos comen y Dawn no recuerda la última vez que se dio tan buen banquete.

          —¿Qué te pasó en ese ojo? —pregunta Dawn con comida en los dientes, está desesperado come muy rápido como si alguien fuera a quitarle su comida, para un lobo solitario es costumbre comer así de rápido. Ya que en el bosque puede venir otra criatura mientras come. Ser un lobo solitario no es fácil.

          —El puma que acabas de ver me lo hizo.

          —Deberías de quitarte ese parche que tienes en el ojo antes de que tu vieja manada lo vea —ladra Dawn —. Los lobos somos muy territoriales y si huelen que estuviste con humanos te tomarán como una amenaza.

          —Es un recuerdo de alguien y vale mucho —responde el joven lobo —. Además, recuerda que es mi manada de la que hablamos. Ellos no me tomarían a mí como una amenaza.

          —Terminarás igual que yo, siendo un lobo solitario o quizás ya lo eres —chilla Dawn y el mensaje le llega muy claro a Nerón.

Lobito solitario (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora