CAPÍTULO III: PRESENTE

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"El pasado nos limita, pero el futuro nos atemoriza. El único lugar seguro es el presente."

-Isaac López

—Hoy tampoco es un buen día para lo estudios ¿eh?— comentó Kaname al ver a Tsumugu entrar a la sala.

—Parece que amaneciste de buen humor.— respondió Tsumugu algo adormilado, frotándose el ojo izquierdo con los nudillos.

Kaname lo observó mientras bebía un poco de su té.

—¿Cómo se encuentra el abuelo?

—Estable aunque estos días ha perdido un poco de peso.

—Ya veo.

Tsumugu regresó de la cocina tomando asiento frente a él.

—Gracias por la comida.

El de ojos azules lo observó en silencio, como hoy era inicio de semana a él le había tocado cocinar, por esa razón él despertó antes. Y le había sorprendido no encontrar despierto al contrario ya que este solía madrugar.

—¿Cómo van las investigaciones?

Tsumugu detuvo su acción de beber.

—Nada nuevo, últimamente hemos estado midiendo la fuerza del mar.

—Ya veo.— curvó los labios y dirigió su vista a su muñeca, en dónde tenía un reloj —Parece que ya es algo tarde.

Se levantó de la mesa llevando consigo la taza y el plato con el que estaba desayunando hacía la cocina.

Tsumugu lo observaba en silencio.

—Es posible que no regrese para la cena.

No recibió respuesta pero supo que lo había escuchado.

—Ten un buen día.—se despidió con una tenue sonrisa para luego abrir la puerta.

Se acomodó la bufanda y prosiguió su camino.





• • •

—¡Buenos días Kaname!

—¿Eh?— se mostró sorprendido al ver a la recién llegada, estaba parada en el marco de la puerta sosteniendo el pomo de esta —Oh, buenos días Akari.

—¿Llegó en un mal momento?

—No, adelante.

—Con permiso.

—¿Ocurre algo?— preguntó ante su inusual visita, Akari traía consigo una bolsa en la mano izquierda y no tardó en exponer el contenido de esta: una pequeña botella de vidrio.

—Jugo de cerezas.— leyó en la etiqueta.

—Sí, Itaru y yo pensamos darte esto como compensación por haber curado a Akira.

Kaname recordó cuando la semana pasada, el pequeño niño se encontraba con fiebre y él traía consigo un frasco de medicina.

—No es necesario Akari.— se excusó, mientras le entregaba aquel presente —Gracias de todos modos.

Era extraño, a Kaname no le gustaba el jugo de cerezas es más ni siquiera lo había probado.

Reversos Paralelos [Nagi No Asukara] [Kaname y Chisaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora