— ¿Estás seguro de que no quieres que vaya contigo? —
SeokJin no se da vuelta ante la voz de Jungkook, mantiene sus ojos enfocados en la ventanilla del lado del pasajero del automóvil, mirando las farolas que pasan. Él sostiene su bolso de mano en su regazo y juguetea distraídamente con la correa, pasando el cuero negro por sus dedos.
— Hyung— habla otra vez Jungkook desde el asiento del conductor y SeokJin puede sentir su mirada sofocante en él.
SeokJin fuerza una sonrisa en sus labios. — Estoy seguro. Tienes una escuela aquí. Tienes la compañía para tomar el control — Finalmente se da vuelta para mirar a su hermano.
— Mamá todavía necesita a uno de nosotros cerca —Jungkook frunce el ceño. — Todavía...
SeokJin se acerca para sacudir el cabello de Jungkook.
— Soy tu hyung. Estaré bien —— ¿Por qué no quisiste ir a París? Al menos conoces a Wendy-noona allí—
— Porque yo renuncié a esa vida —
responde SeokJin. No quería seguir su viejo plan de huir a Francia. Ya lo había enterrado meses atrás cuando apostó a Yoongi. De alguna manera no se sentía bien revivirlo.— ¿Estarás bien sin mí? — pregunta SeokJin mientras permanecen en el espacio fuera del recinto de inmigración.
Jungkook endereza los hombros y levanta la barbilla. — Me encargaré de las cosas aquí. Diviértete mucho. Te avisaré cuando haya destruido a los Mins —
SeokJin se ríe a pesar de sí mismo ante la valentía de Jungkook. Él golpea su hombro. — Yah. Preocúpate primero por ti mismo. Yoongi realmente no hizo nada malo. Ambos firmamos el contrato.
— No me importa lo que hayas
hecho— dice Jungkook, mirando a SeokJin con los ojos muy abiertos.
— Nunca me importó. Podrías romper cada promesa que hayas hecho y mentirme cada dos oraciones, y aún así no importará. Siempre estaré de tu lado —SeokJin sonríe agradecido a su hermano y lo abraza, dándole palmaditas en la espalda con demasiada fuerza. Jungkook no se estremece, simplemente se agarra con fuerza y suspira pesadamente en el hombro de SeokJin.
— Eres un buen hermano — dice SeokJin.—Estoy muy feliz de tenerte—— Te quiero. Somos familia — Jungkook murmura en la camisa de SeokJin, todavía agarrándose fuerte.
— Si te sientes sólo, solo llamame, ¿de acuerdo? Puedo volar a donde sea que estés —SeokJin sonrie de nuevo y quita a Jungkook de su hombro. Alcanza a revolver su cabello otra vez.
— Lo sé. Ahora ve —Jungkook frunce el ceño, labios en un puchero, pero él retrocede y endereza su columna vertebral. Él agita débilmente a SeokJin.
— Ten un vuelo seguro —SeokJin se despide antes de girar sobre sus talones y dirigirse a la inmigración. Llegó demasiado temprano, preocupado por problemas con su pasaporte. Funciona bien, por supuesto que si. Wendy es meticulosa.
Camina hacia la puerta, contemplando su nuevo nombre, grabado en negro junto a su foto en su pasaporte. Kim Jae. Él frunce el ceño. Él es Kim nuevamente, pero ahora ya no es SeokJin.
Suspira, deslizándose en un asiento junto a su puerta. Él está cansado. Cansado de ser alguien que no es. Cansado de desarraigar y mover. Cansado de buscar refugio seguro.
Cansado de irse sin ningún tipo de cierre, sin ningúna razón. No debería haber tenido que irse de Seúl a las tres de la mañana, un niño empacando su propio equipaje en una loca carrera en la noche. No debería haber tenido que dejar a su madre en Busan, apenas un adolescente que se dirigía sólo por el país, a un hogar que nunca le dio la bienvenida.
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Un Mundo Dorado (YoonJin)
Любовные романыJeon Seokjin tiene exactamente 4 semanas para detener el compromiso inminente de su hermano menor. La única manera de detenerlo es hacer una mejor combinación, más ventajosa, más lucrativa para la familia Jeon. Es imposible pero es la única opción...