SeokJin tiene una extraña relación con la esperanza. Ha visto demasiado, ha sufrido decepciones como para confiar en la esperanza. Necesita planes y respaldos y soluciones reales, firmes y prácticas para todos los problemas que el destino le provoca. Él sabe que tiene mucho que perder y sabe que a veces no puede controlarlo. Él sabe que va a ver un momento en el que tendrá que sacrificar algo que no está preparado para perder. La esperanza no hará nada por el cuando eso suceda.
Y todavía se encuentra aferrado a él, a ese destello de oro cuando un rayo rompe el cielo tormentoso, esa chispa de estrella en la noche demasiado oscura. Es estúpido y es ingenuo y solo dará cortes y magulladuras, solo abrirá sus heridas más todavía. Cuando Jungkook le dice que su abuelo programó un almuerzo especial, un almuerzo del qué SeokJin no sabe nada, una semana antes de la fecha límite para el matrimonio, era de esperar que SeokJin lo buscara. Su mente estaba acelerada, pensó con adrenalina y pánico y lo único que mantenía su corazón latiendo era una esperanza estúpida, ingenua y poco realista.
Espero que algo suceda, algo en lo que no cuenta, algo que no sabía, algo que nunca hubiera podido predecir. Extendió sus brazos y estiró sus dedos, tratando desesperadamente de alcanzar esa esperanza, de apretarla fuertemente contra su pecho.
Y por algún milagro, sonó su celular. Por alguna maravilla imaginable, era una voz que SeokJin nunca pensó que volvería a escuchar nuevamente. Por algún extraño fenómeno, cuando SeokJin se dirigió hacia la esperanza, la esperanza se extendió hacia él.
La esperanza, de alguna manera, lo trae aquí, al segundo piso de un café vacío en Gagnam, con las manos calentadas por su café intacto, mirando a Min Yoongi a través de la mesa. Parpadea, sus dedos se tensan alrededor de su taza, viendo a Yoongi luchar con lo que quiere decir. No lo estropees, piensa, esperó que esté sincronizando su corazón.
Yoongi frunce el ceño ante su propia taza de café helado, jugando con la paja. Se aclara la garganta torpemente y finalmente levanta la vista y dice
—Dijiste un año—SeokJin se endereza en su asiento
—Sí——Quieres casarte conmigo por un año y luego...—
Yoongi se detiene, arqueando las cejas.—Divorcio. Limpio y cortado. No pediré un acuerdo. Solo firmaré los papeles y separaré los medios—.
SeokJin observa cuidadosamente la reacción de Yoongi.Yoongi frunce los labios y asiente
—¿Por qué?—SeokJin parpadea, confundido
—¿Por qué necesitas casarte conmigo? ¿Por qué durante un año?—
—Ah— SeokJin dice, volviendo a su taza de café en sus manos.
—Necesito tiempo. Lo pienso hacer—,
Hace una pausa inseguro de cuanto debería confesar a Yoongi, cuanto debería de guardarse para si mismo. Yoongi lo mira con los ojos centrados, cortando, alejando sus pretensiones.
—La situación en mi familia no es buena—
Finalmente dice lentamente
—Necesito el año para ordenar las cosas hasta que esté listo para llevarme a mi hermano—.—Irte?—
—Al final del año me iré. Nunca más me veras—
Yoongi frunce el ceño
—¿A dónde vas?—SeokJin entrecierra los ojos con la mirada en Yoongi
—¿Importa?—Yoongi lo mira, sus ojos firmes, centrados e intensos. SeokJin inclina su barbilla hacia arriba casi inconscientemente, igualando la mirada de Yoongi con la suya, igual de concentrada. Finalmente Yoongi parece satisfecho y asiente.
—Lo suficientemente justo—.
Llega a lado de la mesa y presiona el botón de llamada para el camarero.
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Un Mundo Dorado (YoonJin)
RomansJeon Seokjin tiene exactamente 4 semanas para detener el compromiso inminente de su hermano menor. La única manera de detenerlo es hacer una mejor combinación, más ventajosa, más lucrativa para la familia Jeon. Es imposible pero es la única opción...