La Inmensa Montaña

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El perturbador sueño que había tenido kikyo la dejaba sin descanso, aquellas imágenes merodeaban dentro de su mente una y otra vez, no dejaba de preguntarse si esa silueta que había visto era Inuyasha o alguien más.

Kikyo: (Me tiene descuidada...no sabría decir si era él... era su misma mirada pero algo muy dentro de mi me dice que no se trataba de Inuyasha, estoy segura de que solo es algo insignificante...no debería prestarle importancia)

La sacerdotisa por fin había llegado a su lugar de destino.

Kikyo: Debe ser aquí... Indagaré

La mujer se acerco a una aldeana de edad media y la interrogó.

Aldeana: ha sí...Los rumores vienen de la aldea vecina...no está muy lejos, solo debe de seguir el sendero y la encontrara, advierto que ese pueblo está ya en ruinas por la culpa del ogro

Kikyo: !Ogro ha dicho!

Aldeana: Si...Dicen que es del tamaño de una montaña y que devora cualquier ser vivo que se tope en su camino...Tenga mucho cuidado porfavor

Kikyo: No debe preocuparse...Su aldea y usted estarán a salvo, yo me encargaré de eso

Aldeana: Muchísimas Gracias

La aldeana bendijo a esa mujer quién prometió purificarlo. Fue como la sacerdotisa empuño su arco.

Camino y camino e incluso se topó con aquella aldea quien ya estaba desalojada y en ruinas, pero jamás encontró a dicho ogro, tampoco persivía auras negativas asiendolo todo más complicado.

Kikyo: ¿Como algo del tamaño de una montaña puede ocultarse con tanta facilidad?

El atardecer se aproximaba y ella aún no tenía algún rastro concreto sobre la ubicación exacta del inmenso ogro, su alma comenzó a cansarse y pronto también el hambre se apoderó de su cuerpo.

Kikyo: En cuanto consiga alimento seguiré buscando *Se dijo decidida*

La mujer de cabello azabache paso largo tiempo en busca de una víctima. En regiones ajenas era difícil conseguir comida y ya había avanzado tanto que ni siquiera encontraba alguna otra aldea. Pero al parecer no todo estaba perdido, a unos cuantos pasos de ella escucho la respiración de algún animal así que disminuyó la suya y alzó su arco.

Kikyo: (Eres mio)

Así como alimentaba su cuerpo con almas, también debía alimentarlo con comida para recobrar nuevas energías.

Algo la detuvo, aún no estaba lista para lanzar su flecha, lanzó un profundo suspiro de su pecho  y bajo su arma. Ella estaba apreciando a una criatura majestuosa, tan bella que se negó a disparar.

Se trataba de un ciervo que disfrutaba del fresco pasto húmedo, se veía tan sereno y tranquilo.

Kikyo: No puedo...Es tan bello *Mencionó mientras guardaba su flecha decepcionada*

Decidió observarle con más calma oculta detrás de un árbol, el animal cansado se acostó en el blando suelo, parecía muy agobiado, su respiración era rápida. La sacerdotisa mostraba en su mirada bondad, comprendió perfectamente la situación del ciervo e intento alejarse para dejarlo descansar.

Pero de pronto y con una rapidez impresionante, unas grandes y filosas garras desgarraron al ciervo, tanto como el animal y Kikyo no supieron de donde habían salido esa feroces manos que sin cuidado tomaron al frágil animal y lo estrujaron con tanta fuerza para después llevárselo a la boca, la sangre le escurría por las manos y los dientes, él cruelmente engullía al pequeño ciervo.

Dos Almas En Fragmentos - ♥Inuyasha y Kikyo♥ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora