Si la vida te da una segunda oportunidad... ¿Que es lo que harías?
Inuyasha no puede vivir sin su amada y en ciertas ocasiones se reencuentra con ella, sin embargo, Kikyo tiene otro objetivos como el destruir a Naraku así que el amor de la bestia le...
Un híbrido de melena plateada y ropajes escarlatas gritaba a todo pulmón el nombre de una mujer.
Inuyasha: ¡¡¡Kikyo!!!
Pero dicha persona no respondía a su llamado, en realidad su voz era bloqueada por las paredes y de ese modo su nombre no atravesaba, la sacerdotisa no podía escucharlo por tan fuerte que gritara, las paredes de piedra no dejaban que el mensaje llegará hasta a ella.
Inuyasha: ¡Kikyo!...
Pero dejo de pronunciar su nombre y se detuvo en cuanto detecto un aura de inmensa magnitud, era las más pesada que podría existir, incluso era muy similar a la energía que emanaba Naraku, está era muy inmensa, tanto que el joven híbrido dejo de sentir el aura de la mujer.
De pronto su piel se erizó y comenzó a sentir un escalofrío que recorría su cuerpo advirtiéndole que se alejará, pero claro, si quería llegar hasta donde estaba ella, primero debería de destruir al demonio que tenía delante.
Inuyasha: ¡Está energía...Está doblegando la mía!
"Tu debes ser Inuyasha" *hablaron muchas voces al mismo tiempo desde las entrañas de la espesa niebla*
Inuyasha: Hablas como si realmente me conocieras...*Dijo con voz queda, alerta ante todo*
"Te equivocas Inuyasha...Nosotros te conocemos desde hace tiempo"
Inuyasha: ¡¿Que dices?!...¿Desde hace mucho tiempo?
"Así es...Nosotros somos los mil demonios que se funcionaron con Onigumo...Creando así al temible Naraku"
Inuyasha: ¡Eso no puede ser!
"Creelo Inuyasha...Nosotros fuimos quiénes devoraron su putrefacta alma"
Inuyasha: ¡¿Que dices?!...(Eso quiere decir que...entonces ellos fueron quienes la asecinaron...)
"Tal y como lo escuchaste híbrido...¡¡Y justo ahora nosotros te destruiremos!!"
Inuyasha: ¡Basta!...Cierren ya la boca...Necesito cruzar y si no se apartan de mi camino yo...
"No tenemos otra opción...Si queremos nuevamente el control y nuestra libertad sin obedecer a Naraku debemos acabar contigo primero"
Inuyasha: ¡Ja!...Cosa que no me interesa *Saco a Colmillo de acero de su funda* No estoy dispuesto a morir...
"Nosotros tampoco"
Solo de ese modo la fusión de los mil demonios se aproximó a Inuyasha, dejando ver con claridad la repugnante apariencia que tenía.
Bizarramente él poseía de cuatro ojos, tan rojos como la sangre, sus cuernos eran muy retorcidos y duros, tenía huseos y escamas por todo el cuerpo, incluso unos cuantos tentáculos salian de cola, la cual era larga y espinosa, su piel era gris y muy parecida a la de un cocodrilo, presumia de cuatros extremidades, sus patas eran muy parecidas a las de una cabra, y en cada mano solo tenía tres dedos acompañados por unas garras muy largas, su boca era inmensa y sus dientes muy puntiagudos.
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