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- ¿A dónde fuiste anoche? –pregunte cuando salimos del aula.
Shawn camino ignorando mi pregunta por completo, lo seguí resoplando hasta tomar su brazo.
- Shawn, te hice una pregunta.
Él miro mi mano sobre su brazo y luego me vio a mi totalmente serio. Baje mi mano lentamente sujetando mis libros contra mi pecho ya que su mirada me intimidaba.
- Por ahí, Kara –respondió seco pasando una mirada rápida por el pasillo.
- Me tenias preocupada y no solo a mí, a tu madre también –añadí y él rodo los ojos.- Shawn, tu padre-
- Ya sé lo que paso con él, Kara, no tienes que repetírmelo –se giro sobre sus talones dispuesto a irse pero lo detuve de nuevo.- ¿Qué paso ahora?
- ¿Estás bien?
Por su expresión, temía que respondiera de una manera que me hiciera mal.
- ¿Cómo quieres que me encuentre, Kara? Mi padre está muerto... -acomodo su chaqueta.- quiero estar solo, iré a la práctica.
Comenzó a caminar y trate de seguirle el paso porque el hecho de que estuviera atravesando esta situación solo no me agradaba, quería estar para él.
- ¡Kara, no me molestes ahorita, quiero estar solo!
Detuve mi andar encogiéndome en mi lugar, las personas que estaban cerca y escucharon todo, nos miraron sorprendidos. Shawn levanto su mirada de superioridad y ellos fingieron no ver visto u oído nada volviendo a lo que estaban haciendo.
- De acuerdo, iré al campo luego.
Mi voz sonó ahogada pero a él no le importo nada porque siguió caminando por el pasillo con un porte de superioridad nuevo en él, era como si se sintiera dueño del lugar y aunque siempre había sido arrogante esta nueva faceta no me gustaba para nada. Su padre estaba muerto y los preparativos de su entierro en marcha, su madre lo necesitaba para tratar de sobrellevar la perdida, se suponía que debía estar mal pero Shawn parecía llevar la perdida de otra manera.
Sacudí la cabeza y fingí estar bien, sonriéndole al grupo de chicos que había visto todo. Mire el pasillo lleno de estudiantes en busca de Lydia, se suponía que nos encontraríamos aquí pero no había señal de ella por ningún lado. Al pasar la mirada por los casilleros pude ver a Scott McCall mirándome, él al percatarse que lo estaba mirando también fingió estar buscando algo dentro de su casillero.
Sonreí por su acto tan tierno y camine hasta él.
- Hola, de nuevo, chico de la bicicleta –salude. Él se sobresalto cerrando de golpe su casillero.- Lo siento, ¿te asuste?
- No, no... no, de hecho estaba por... ah, ir a la práctica –suspiro y cerró los ojos unos segundos.- lo siento... estaba por ir a la práctica.
