Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
- Cuando me pediste que viniera pensé que seria a un lugar más acogedor.
Nos encontrábamos frente a una especie de edificio abandonado, al parecer no había nadie mas que nosotras dos porque todo estaba en un inquietante silencio. La brisa nocturna choco contra mi rostro obligándome a retirar algunos cabellos que se iban a la boca o que tapaban mi campo de visión.
Termino de acercarme a ella, quien esta recostada contra una camioneta.
- Cuando te pedí que vinieras pensé que no lo harías, cariño -contesta. Se despega de la camioneta acercándose a mí, esta vez, me detengo tratando de mantener una distancia prudente.- debido a que tu padre te tiene bastante sobreprotegida.
Me encojo en hombros.
- Es su deber como padre.
Ella suelta una carcajada.- ¿tu padre? ¿eso es lo que te a dicho todo este tiempo que no he estado?
- Pues estuvo cuidando de mi cuando te fuiste sin dejar rastro alguno.
Cualquier rastro de gracia desaparece de su rostro.- no sabes de lo que hablas, Kara. Tuve que irme por asuntos de seguridad, pero es hora de que vuelvas a estar conmigo, cariño, tu padre no te podrá proteger siempre.
- ¿De qué se supone que me tienen que proteger? Ustedes parecen querer protegerme de todo peligro como unos desquiciados, pero ni yo se de que me protegen -tomo aire.- se que hay peligros afuera, pero ustedes lo llevan a un nivel más grande que no logro comprender.
- Después lo sabrás, cuando estemos bien lejos de este lugar.
- ¿Que?
- Como me escuchaste, estarás lejos de todo lo que tenga que ver con Beacon Hills.
- ¡Barry no lo permitirá! Tengo amigos aquí, está la escuela que no he terminado -ella comienza a cortar la distancia que nos separa.- tú no puedes simplemente venir y pretender que acabaras con todo eso llevándome contigo lejos de aquí.
- No sabes de lo que soy capaz, Kara.
Toma mi brazo con fuerza obligándome a caminar hacia la camioneta, pero me zafo de su agarre. Me ve con grandes ojos, enfurecida por lo que puedo ver en ellos y gruñe de impotencia tratando de volver a agarrarme, pero soy más rápida en movimientos que ella y apenas logra hacerme algo. La esquivo varias veces, moviéndome ágil y rápidamente y es cuando al final, termino sometiéndola en el suelo.
Suelto mi agarre al ver lo que he hecho y ella levanta su mirada desde el suelo. Parece toda una fiera.
- Esto es algo innecesario, mamá.
- Al parecer no has olvidado lo que te enseñe, ¿verdad?
La ayudo a levantar del suelo, pero ella esta algo resentida y me aparta con fuerza.