¿El elegido?-31

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Harry sonrió a través de su asiento a Luna mientras Hermione y Eva discutían en los asientos al lado de ellos.

La Navidad había pasado fácilmente, Eva y Hermione tomando bastante bien la noticia del novio de Harry. Luna le había dado a Harry una Katana con empuñadura negra, a Hermione un libro de amuletos avanzado, a Eva un libro de quidditch, a su padre un collar con un colgante de aspecto extraño y a Tom un libro sobre maldiciones oscuras.

Eva le dio a Hermione y a Harry varios libros sobre temas aleatorios, Luna algunas joyas de plata e incluso le dio a Tom un brazalete que solo él vería que estaba protegido contra compulsiones y pociones de amor, como Veritserum.

Harry le dio a Luna unas horquillas que se convirtieron en dagas de platino, a Hermione y Eva se les dieron libros sobre criaturas mágicas ya que ambas expresaron interés en ello. Sirius y Remus recibieron joyas que los trasladarían de regreso a Grimmauld Place si se decía la palabra correcta, pero él no recibió nada para Tom, alegando que vendría después.

Hermione consiguió que todos leyeran libros sobre pociones o mitos. Lo mismo con Tom, excepto en la transfiguración. Sirius y Remus los llevaron a todos de compras y luego almorzaron en Berlín.

Tom y Harry también hicieron planes para revelar sus alianzas, pero solo para el círculo interno de Toms. Luna estuvo de acuerdo, pero Eva y Hermione aún deseaban el anonimato.

Ellos estaban en el camino de regreso a Hogwarts y habían tomado un compartimiento en la parte trasera del tren, lejos de todos.

"Acosar." Luna se inclinó para susurrarle. Se inclinó hacia delante y le hizo un gesto para que continuara.

"Dos aliados inesperados se darán a conocer durante este viaje". Luna guiñó un ojo antes de hablar con Eva.

Hermione se volvió para mirar a Harry con curiosidad, "Luna vio algo, ¿verdad?"

"No es nada malo, solo algo que sucederá pronto". Harry sonrió tranquilizadoramente.

Hermione frunció el ceño, pero se volvió hacia las chicas, todas confiaban en Luna. Afortunadamente, no tuvieron que esperar mucho cuando la puerta se abrió para revelar a dos adolescentes larguiruchos de otro año.

"Hola, él es Fred ..." Una de las pelirrojas señaló a su gemelo.

"Y él es George, escuchamos ..." Fred sonrió.

"De un pequeño pajarito ..." George sonrió mientras entraban y cerraban la puerta.

"Tuviste una misión súper secreta ..."

"Del señor oscuro ..."

"Queremos..."

"Ayudar." George terminó.

Hermione y Eva habían estado mirando cabezas confundidas yendo y viniendo para mantener el ritmo. Luna solo sonrió a la pareja.

"¿Qué pequeño pájaro sería?" Harry sonrió, sabía a dónde iba todo esto.

"Un pajarito". Los gemelos dijeron al unísono.

"¿De verdad quieres ayudarnos?" Preguntó Hermione, parecía satisfecha cuando asintieron.

Se sentaron uno frente al otro y abrazaron a Hermione y Eva.

"Por supuesto que sí ..." Fred sonrió.

"Juraremos juramentos si quieres ..." continuó George.

"Nuestra ocupación también es buena". Fred se movió para sentarse en el regazo de Georges, quien rodeó sus gemelos con la cintura.

"Podemos confiar en ellos". Luna sonrió maliciosamente.

"Lo suficientemente bueno para mí, serás completado más tarde". Harry asintió con la cabeza mientras estaban de pie.

"Nos mantendremos ickle ..." Fred se inclinó a 90 grados.

"Ronniekins fuera, felicidades ..." George copió a su hermano.

"En tu relación, Eva y Hermione". Terminaron juntos y luego se fueron.

"Dulce, ¿entonces los gemelos están con nosotros?" Eva cerró y cerró la puerta.

"Sí, a pesar de que su familia es increíblemente ligera, son diferentes". Luna se puso de pie y jugueteó en su baúl.

"¿Quieres decir que no adoran la tierra en la que camina Dumbledore?" Hermione se burló.

"Precisamente." Luna sonrió antes de leer el quibbler.

Nadie comentó cuando lo puso boca abajo o se puso lentes extraños. Harry hizo lo mismo y comenzó a leer uno de los libros que le habían regalado en Navidad. Mientras Eva y Hermione jugaban explosión instantánea.

No sucedió nada memorable durante el resto del viaje que debería haber indicado que algo estaba a punto de ocurrir.

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