El infame trio llegó al enorme almacen, el cual estaba abarrotado de cajas vacías de productos diversos de limpieza y cuidado del hogar.
Sin embargo, no había nadie ahí más que... ugh.
- Jeff. - entre dientes, el chico herido siseó.
- ¡Hola! Un gusto que me recibas así~ - el psicópata más insoportable de todos, cantó para después reírse calmado; obviamente al tanto del disgusto que provocaba en "las perras de Slenderman". No tenía ni una obligación de estar ahí, pero como le gustaba molestar, asistía cada que lo convocaban.
Era casi como un hobbie.
- ¿Estás sólo tú aquí? - Hoodie preguntó, dejando a Masky pararse solo y recargándose en una pared. Podía decirse que él era el que mejor disimulaba su desagrado.
Y por eso a Jeff no le apetecía tanto molestarlo.
- Sí, llegué porque me aburrí en el área donde estaba. Acabé con una familia miserable donde el padre era un hijo de puta en el centro. - bufó. - y después me vine un poco más temprano. Ser puntual nunca está de más, ¿no?
- Claramente. Pero sigues siendo molesto, por lo que puedo notar. - una nueva voz apareció, masculina y profunda, de entre las sombras. El grupo volteó al eyesor, y notaron una máscara azul saliendo de entre las cajas.
- Claro, porque eso de ver no se te da muy bien, ¿verdad? - Jeff contrarestó a su mejor amigo, siendo insensible pero no demasiado. Después de todo, Jack era con quien pasaba más tiempo cuando no estaba asesinando y ya le había tomado aprecio... o algo así.
Eyeless Jack casi reía ante esto; era cruel pero divertido. Justo como le gustan las bromas.
- Vamos, deja a Jack. - Toby interrumpió, alejándose de su compañero lastimado. - ¿qué no ves que lo hieres?
- Claro, nefastos. - Hoodie, por más sorprendente que suene, continuó con la cadena de burlas. - primero veánse en un espejo antes de criticar.
- ¡Pero ya vale, pesados! - Jack chilló mientras todos empezaban a reír (con excepción de Masky). En realidad no estaba molesto, simplemente se había dado cuenta de algo más importante que hacer bromas de su inminente ceguera.
Jack notó a Masky alejado, con su máscara fuera de su rostro y un cigarrillo entre sus labios, sus ojos marrones con un fuerte ceño fruncido. No había querido preguntar qué coño hacían Toby y Hoodie ayudándolo a caminar, pero el gusanillo de la curiosidad lo estaba matando (si eso tiene algún sentido).
- ¿Qué le pasa a Masky? - preguntó al resto de proxys, un tono casual en su voz, llamando la atención de todos los presentes. De repente, Toby soltó una risa que rebotó en las paredes del almacén.
- Se encontró con un monstruo hecho mujer que lo tomó y lo usó de trapeador para después escaparse. - contó entre risas entrecortadas, sintiendo la mirada punzante de su amigo quemándole la espalda.
Jeff y Jack lucían incrédulos.
Jeff volteó a ver a Masky, quien se negaba a mirarlo de vuelta. - ¿O sea que a ti... se te escapó una víctima? ¡¿una mujer más encima?! - gruñó, entre molesto y divertido. - ¿qué eres tú, un asesino o una mariposa?
Antes de tener otro asesinato innecesario (considerando la manera en que Masky miraba a Jeff) Eyeless interrumpió.
- Y te lastimó considerablemente encima, ¿verdad? - Jack terminó, una mano en su cintura. - porque no creo que te ayudaran a venir sólo porque sí.
Masky, quien no podía estar más molesto y avergonzado (mataría a Toby luego), sólo asintió.
Se llevó una mano al cierre de su sudadera amarrilla y lo bajó, revelando la violenta mordida en su cuello (la cual se había vuelto morada a su alrededor) y los dos puntos de carne quemada en su entrenado abdomen, con algunos moretones en el resto de su cuerpo.
Lucía... sí, herido y maltratado.
- ¿Pero quién coño... ?
- ¡Pues la chica gorila, quién más! - una voz distinta cantó desde la entrada, no les tomó mucho tiempo averigüar que ésta pertenecía a Helen; quien se acercó a ellos rápidamente.
- ¿La conoces? - Jack preguntó, sintiendo una repentina y enorme curiosidad por esa reciente "chica gorila" de la que tanto hablaban.
Bloody Painter asintió. - Sep, su nombre es Ámbar, aparentemente.
Masky volteó a verlo furiosamente. - ¿Y tú cómo cojones sabes eso?
El interrogado sacó un celular rosado de los bolsillos de su sudadera, desbloqueado y brillante de su luz propia. - Lo pone aquí, en la notita abajo de la hora.
Más rápido de lo que cualquiera podía reportar, el hombre herido le arrebató el télefono de las garras de su compañero, luego miró a Helen acusatoriamente.
- ¿Cómo demonios lo conseguiste?
El chico de cabello negro rascó la parte de atrás de su cabeza. - Pues, cuando estaba siguiendo mi camino para ir a cazar cerca del edificio, me encontré con una bolsa llena de cosas diversas de mujer tirada en el piso. - explicó serenamente. - entre ellas estaba este celular. Luego recibí el mensaje de no matar a la chica rubia, chequé el celular por un momento ya que me pareció familiar y sí, era la misma chica del télefono. Luego, decidí darle un pequeño susto ya que no podía hacerle nada.
Finalizó, sonriendo de una manera siniestra a la orda de chicos delante suyo. Jeff, sintiéndose algo excluído pero también bastante curioso, preguntó.
- ¿Qué diablos hiciste?
Bloody inocentemente se encogió de hombros. - Sólo le di un pequeño aviso... de que no se le ocurriera relajarse porque la estarán cazando. Tarde o temprano.
Masky, quien apenas podía procesar la información y sintiendo la mirada de todos encima al ser -literalmente- la causa de todo esto, se quedó un momento pensando.
Un momento...
- ¡Su bolsa! - gritó, y volvió a mirar a su compañero. - ¿no la traes contigo?
Un poco aturdido, asintió. - En realidad, sí. - abrió su sueter y la sacó, había doblado la bolsa para hacerla más compacta. - había pensado en revisarla con más calma luego. Ya sabes, a veces me aburro mucho.
Ignorándolo completamente, Masky tomó la bolsa y la arrojó al suelo, con la mirada de todos encima de él y la bolsa abierta.
Entrometidos...
La abrió, metió su mano y lo único que sintió al principio fue ropa seca doblada perfectamente en pequeños cuadrados. Sacó uno de los cuadritos y lo desdobló, revelando una camisa de tirantes color turquesa, pequeña y posiblemente muy ajustada.
Elevó una ceja. ¿Cómo es que las mujeres siquiera entran en estas cosas?
Le restó importancia y siguió urgando. Había una botella de agua casi vacía, una toalla mojada (muy probablemente de sudor), un body perfume olor a vainilla, unos pantalones cortos de jean (no muy pequeños que digamos), unos pendientes de perla y muchas, muchas vendas.
Y finalmente, lo que buscaba.
- Unas llaves. - sonrío victorioso, elevando los artefactos de metal como un premio. Incluso tenían un pequeño llavero en forma de rosa que adentro tenía grabado el número de habitación.
Ahora sí, no había forma de que se le escapara.
Lo pagaría, muy caro.
- ¡Ni se te ocurra robarte eso! - Jack le gritó a Jeff de golpe, al detectar como éste estaba apunto de esconder la toalla sudorosa en su sudadera. La dejó de mala gana.
Ok, ignorará eso.
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Lesbian... Right? ||Creepypastas||
FanfictionÁmbar Evans siempre había sido el tipo de mujer fuerte, inteligente, directa... Pero sobre todo, segura. Y una de las cosas de las que estaba completamente segura, es que ella es una chica lesbiana. Había rechazado miles de citas por esa misma raz...