Capítulo XIII

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Hagrid iba por delante, y los chicos se quedaron atrás juntos, en un silencio incómodo.

- Bueno... ¿qué tal tu día? - dijo James para romper el hielo.

- Tengo que pasarlo entero contigo, ¿tú que crees? - le contestó Severus sin mirarle a la cara.

- Bien visto...

- Potter, te crees el más guay de todos solo por jugar al quidditch, pero que sepas que tengo un arma, con la que tú y tu estúpida pandilla caeréis.

- ¿De qué hablas? - dijo James nervioso.

- Lo sé todo. - se quedó callado unos segundos en forma de suspense y al ver que James no reaccionaba, siguió hablando. - Sé, por ejemplo, que Lupin es un hombre lobo.

- ¿Qué dices? ¿De dónde has sacado eso? - dijo cada vez más nervioso.

- También sé, que tú, Black y Pettigrew, sois animagos. 

- No sé de lo  que hablas. Yo no soy un animago, eso es ilegal, tendría que estar rejistrado, y todo el mundo lo sabría.

- Una vez al mes, tú y tu panda de debiluchos vais al Sauce Boxeador. Y justamente, cuando hay luna llena. ¿Qué casualidad, no? 

- Snape...

- ¡Calla! No vas a convencerme de que es mentira, estoy seguro.

- Bueno ya hemos llegado - dijo Hagrid interrumpiendo la conversación. - ¿Por qué estás tan tenso, James?

- Por nada... - dijo mirando a Severus.

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