ᴍɪ ɴᴏᴠɪᴏ ᴇꜱ ᴜɴ ɢʜᴏᴜʟ ☞ ᴋᴀɴᴇᴋɪ ᴋᴇɴ

08

Era el "gran día", por la tarde vendrían a por Kaneki y nos tiraríamos desde el tejado de su edificio favorito, en realidad no había motivo para ello, ya que Kaneki era muy fuerte pero en fin daba igual, no se, no aprecio mi vida demasiado. Por la tarde dejaría el testamento sobre la mesa y punto, llegué a la universidad y Touka notó una ligera tristeza en mi. Pero no le dio importancia ya que "suelo" estar así desde hace unos días, según ella. 

En la hora del recreo me fui al gimnasio a ha estar con Kaneki.

-¿Estas preparada?-. me preguntó él mirando al suelo.- sigues a tiempo de no hacerlo...

-Te dije que quería hacerlo... te quiero y por eso lo hago...-. le dije roja.

-¿No desayunas?-. me preguntó al ver que yo no comía. 

-Voy a morir esta tarde... tengo un nudo en la garganta que no puedo con mi vida...-. le dije sonriendo levemente con una mirada triste. 

Salimos del gimnasio y nos dirigimos a acabar la última clase de mates de nuestra vida...

*****

Llegó la tarde, me puse un vestido sencillo blanco y Kaneki también se puso ropa blanca, dejé el testamento sobre la mesa y salí de allí Kaneki me esperaba en un callejón para "comer". Empezó a devorar a una señora, las palomas no tardaron en llegar... el edificio abandonado estaba a media hora de allí habría que correr bastante...

No parábamos de correr ya a solo 20 minutos del edificio...

-¡NO TE DETENGAS _____, YA CASI ESTAMOS!-. me dijo Kaneki. 

Mientras tanto en casa... Narra la madre de _____ 

-¿Que hace esto aquí?-. me pregunté al ver un sobre encima de la mesa principal, lo abrí y me estremecí, el papel decía: TESTAMENTO DE _____, no podía creer lo que veía, leí el testamento y corrí a buscar a Touka... cuando lo leyó las dos lloramos fuertemente... pero cumpliríamos lo que decía, era lo menos que podíamos hacer...

POV de _____

-¡NO PUEDO MÁS KANEKI!-. le grité, miré el reloj y ya no quedaba nada para el edificio abandonado. 5 minutos pensé.

Legamos al edificio abandonado... nos paramos en el borde, las palomas aparecieron.

-¡NO HAY ESCAPATORIA, MORIR O ENTREGAROS!-. nos gritó una de las palomas. 

-¡LA PRIMERA OPCIÓN!-. gritó Kaneki, me atrajo hacia sí y me dio un beso... en ese momento caímos. Sentí un fuerte dolor en algunas partes de mi cuerpo, entonces Kaneki susurró:

Te quiero... yo le respondí: Y yo...

No sentí nada más... mi vida terminó...