Cliché

Seis

Solo una palabra, simplemente una y ese chico ya cambiaba su humor ¿Unicornio? ¿Qué intentaba decirle? ¿Que se parecía a un caballo?

- Estás distraída, enana- miró a su izquierda, su tío conducía, siempre salía con ella en auto porque la motocicleta le parecía peligrosa para llevar a su sobrina. Si supiera que ella se había subido a la motocicleta del tipo loco de su instituto.

- Estoy bien- sonrió.

- Y a mí me gusta cuando Lola me gana en tiro al blanco- ironizó, ella rió bajo la mirada minuciosa de su tío, suspiró rendida, sabía que no le podía esconder nada.

- Hay un chico en mi clase...

- ¿Te gusta o le gustas y anda baboseando por ti.

- ¡No! Nada de eso, es que...

- Entonces te está molestando, dime su nombre y me encargaré...

- ¡Tío!- él cerró la boca de inmediato- No es eso, bueno, sí es un poco... raro. Pero no raro de psicópata o de que no se baña o algo asqueroso. De hecho se parece un poco a ti.

- ¿Soy raro?- sonrió.

- No eres raro, eres único, especial y diferente.

- Gracias- dijo de forma sarcástica, ella solo rodó sus ojos.

- Tiene muchísimos tatuajes, una motocicleta y se la pasa poniéndome apodos- él la miró extrañado- Se podría decir que es un matón, el año pasado un día antes de salir de vacaciones golpeó al capitán del equipo de fútbol, no se sabe exactamente qué pasó pero dicen que el chico lo provocó y terminó en el hospital. La cosa es que ahora tengo que sentarme junto a él en clase, al principio me daba mucho miedo, ahora ya no tanto, pero siempre está poniéndome apodos y molestando. Y en el segundo en que sale del salón se convierte en un idiota de nuevo. Es muy raro, pero parece que no quiere asesinarme así que estoy bien.

- Bueno... le gustas.

- ¿Qué? 

- Y creo que a ti te gusta.

- Claro que no, es grosero, malhumorado, tiene una boca muy sucia, golpea a los demás y...

- ¿Sabes? Siento que acabas de describir a Lola ¿Cómo es que tener una amiga así no te escandaliza pero que te guste un chico así, sí?

- Es diferente, además Lola todavía hace que me escandalice algunas veces- murmuró recordando su escena de la leche y el cereal esa misma mañana.

- Creo que estás juzgando mal a ese chico. Yo era ese estereotipo de chico, el que iba en motocicleta, tenía tatuajes, golpeaba a los demás... Pero a veces hay más de lo que ves a simple vista. Yo siempre me sentí inferior, tu padre era el favorito de papá y el consentido de mamá, era el hijo que querían tener, fue planeado y buscado, yo en cambio fui un accidente y el mismo día en que nací, sin esperar siquiera a verme, mi madre pidió que le ataran las trompas. Cuando cumplí los quince me di cuenta que por más que lo intentara, jamás sería visto de la misma forma que Kenneth, así que decidí ser el peor hijo, mis padres así me veían y eso no iba a cambiar, yo solo hice lo que se esperaba de mí. Ser un desastre- se encogió de hombros- Aún así jamás pude sentir rencor hacia tu padre, él era el mejor... él es el mejor hermano, siempre intentaba defenderme y sacarme de los líos en los que me metía.

- ¿Y qué pasó?

- Nuestros padres murieron, heredamos mucho dinero, invertimos, nos fue bien, él se pudo dedicar a estudiar y yo a viajar, como siempre quise. Él se casó y el resto seguro ya te lo sabes de memoria.

- No sabía sobre lo de sus padres. Imaginé que no habían sido muy buenos porque papá nunca habla mucho de ellos. De verdad lamento mucho que hayas pasado por eso, tío Rick, nadie se merece unos padres así - él la miró con una sonrisa sincera, aquella niña era como un sol, desde que la había conocido se había quedado embobado con ella, era la niña más linda y tierna que había visto. Él, que hasta ese día le habían fastidiado los niños por ser tan ruidosos, había aprendido a querer a su sobrina como a una hija.

- Si de verdad lo lamentas, dale una oportunidad a ese chico cuando se atreva a declararse. Aunque siendo así no esperes mucho romanticismo, aún así, si no es al menos un poco romántico lo golpearé- ella se rio.

- Bien, primero, esto es muy bajo, es chantaje emocional. Segundo, Brett jamás se fijaría en mí y tercero, tú no vas a golpear a nadie - enumeró con sus dedos cada cosa que decía.

- No estoy de acuerdo, con ninguno de tus tres puntos...- murmuró con diversión.

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Horas más tarde, ya siendo noche pasadas las ocho, Rick y Edi estaban en casa. Meryl y Kenneth casi obligaron a Rick a quedarse a dormir en alguna habitación de invitados, su casa quedaba un poco alejada de la ciudad, era un solitario empedernido.

Todos hablaban y comían pastel de chocolate en la sala cuando el teléfono sonó. Meryl corrió a atender y unos cuantos segundos después gritó emocionada y volvió corriendo a la sala.

- Lola llega en diez minutos, ve a bañarte, se van a una fiesta y no te preocupes por la ropa, ella dijo que traía unos vestidos que te quedarían hermosos ¿Qué haces ahí todavía? Corre, corre- tiró del brazo de su hija levantándola del sofá y ella pareció reaccionar.

- Mamá no voy a ninguna fiesta ¿Por qué Lola viene para llevarme a una fiesta?- su madre la empujaba hacia las escaleras.

- Tu mujer es demasiado- dijo cuando las vio desaparecer por las escaleras.

- ¡Te oí, Rick!

- Lo siento- dijo fuerte para que lo escuchara- Y a veces me da miedo- bajó la voz para que sólo su hermano lo oyera.

- ¡Me alegra saberlo!- Kenneth rio a carcajadas y Rick murmuró unas cuantas maldiciones - ¡Te lavaré la boca con jabón, Rick!

- ¡Ya déjame en paz mujer!- Kenneth volvió a reír.

- Tu primera fiesta, no lo puedo creer ¡Qué emoción!- chillaba su madre media hora después mientras Lola la obligaba a meterse en un diminuto vestido y ella seguía negándose en vano.

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