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22/08

¿Como había sucedido? Ni el lo sabía.

Tal vez aquel día no debió acompañar a Komaeda. Pero, ¿que es lo que sucedió?. Bueno, un día mientras se encontraba paseando por las instalaciones de Kibougamine –gracias a que sus amigos convencieron a la hija del director, para que esté le dejara entrar al curso principal de vez en cuando–  y encontró una cabellera inconfundible para el, después de todo «¿Quien más parece tener un cabello igual a una nube?».

–Oh. Hinata Kun, que suerte encontrarte aquí.  -saludo el albino con una dulce sonrisa, que hizo latir el corazón de Hinata mucho más rápido.-

—Yo lo llamaría coincidencia -sonrio para el contrario- por cierto, ¿que haces por aquí Komaeda?.

–Bueno...-suspiro- perdí una apuesta con los chicos. Ahora tengo que llevar todas las bebidas para ellos.

—Uh, ¿Quieres que te ayude?

–Oh. Que Hinata Kun se ofrezca para ayudar a una basura como yo...¿Acaso me veo tan lamentable, Hinata Kun?..

Ahí estaba de nuevo. Si algo había aprendido es que Komaeda podía cambiar drásticamente. Odiaba esa parte de la historia, odiaba oír aquel tono de desprecio hacia si mismo. Quería demaciado a Komaeda. Y oír aquellas palabras le afectaban mucho, y hacían que el sentimiento por el hecho de protegerlo aumentará cada vez más.

—Komaeda...

☘️| ¡Hinata Kun! • Komahina ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora