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El sonido de las olas llegaba a sus oídos, todo era tan tranquilo en aquel momento, los colores del atardecer se podían observar reflejados en el agua.
A su lado se encontraba aquel chico de cabellos albinos admirando la belleza de el atardecer. Su mirada recorría las facciones de su amado, un resplandecer llamo su atención dirigiendo su mirada a la mano derecha del contrario donde se encontraba un hermoso anillo de plata adornando su dedo anular.
Sonrió al ver el mismo anillo del albino en su dedo anular.
El chico de cabello esponjado miro con curiosidad a el de hebras castañas mientras sonreía con levedad cuando sus miradas se encontraron.
- Hajime, ¿ puedes recordarlo ? El día en que nos comprometimos.
¿ Acaso el albino bromeaba ? Era imposible que olvidara algo así.
Ese día era especial, celebraban su aniversario, contando ya con cinco años de noviazgo.
La música clásica del lugar solamente hacia mejor el momento. Los suaves tonos del atardecer daban el último toque. Sonrisas inocentes y miradas de idiotas enamorados se notaban a distancia, ciertamente, una pareja que derramaba miel.
El traia un pulcro traje azul marino que se complementaba a la perfección con su morena piel. Por el contrario su amado poseía un traje negro, haciéndolo ver más hermoso de lo normal.
Después de la cena un cálido silencio envolvió el ambiente. No hacían falta palabras ambos estaban cómodos al lado del otro. Muy cliché, ¿cierto?.
Los nervios le comían por dentro, su corazón latía a mil por hora.
Lentamente se levantó de su asiento ante la mirada curiosa de su pareja. Se acercó lentamente y al estar frente a el albino comenzó a arrodillarse mientras que sacaba una pequeña caja de color rojo.
- Hajime . . . - murmuró por lo bajo el albino, incrédulo ante la situación. Miles de sentimientos a su alrededor, tantos que sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
Un hermoso anillo de plata adornando con algunos diamantes se dejó ver cuándo la pequeña caja fue abierta completamente.
El carmín se había adueñado de las mejillas de ambos, ambos compartiendo el mismo ritmo cardíaco en aquel momento.
- Komaeda Nagito, independientemente de lo ocurrido antes del Neo World y de lo sucedido en el, independientemente de tu ciclo de mala y buena suerte, te amo. Amo cada parte de ti, ambos caímos en las redes de la desesperación y espero que desde ahora podamos caminar hacia un camino de esperanza. - La voz del castaño salía con suavidad, casi como un susurro que acompañados con la suave melodía de piano en el fondo hacían un perfecto momento para ambos.
Las lágrimas se deslizaban sobre las pálidas mejillas de Komaeda. Recordando aquella época, fueron tiempos dolorosos sin embargo eso ya no importaba ahora, ahora el tenía a Hajime. Ya no se encontraba solo.
- ¿Te quieres casar conmigo, Komaeda ? - Pregunto por fin siendo interrumpido al ser abrazado por el albino quien asintió efusivamente ante su propuesta.
Un beso repentino de parte de el castaño no se hizo esperar; claramente siendo correspondido por su, ahora, prometido.
Los cálidos rayos de la luna que se colaban entre las ventanas fueron los únicos testigos de lo ocurrido aquella noche en el apartamento de Hajime.
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Lamento decirles que en este apartado no encontrarán contenido lemmon.
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🍥| • ¡Ey! Hacía mucho tiempo que no nos veíamos. ¿Sabes? realmente no sé en qué momento este fanfic llegó a tener tanto apoyo.
Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que actualicé «¡ Hinata Kun . . . !» y ahora estamos cerca de navidad, así que podrías tomarlo como un regalo adelantado ❤️.
Muchas gracias por todo el cariño y el apoyo.
Este mensaje es realmente corto debido a que se que casi nadie lee los finales. De igual manera quiero volver a agradecer por todo lo que han dado al fanfic ^^.
