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Sólo había algo que realmente aterraba a Jeongyeon y eso era la soledad.
Tenía esa pesadilla constante en la que su familia le daba la espalda y sus amigas se olvidaban de ella. Sabía que algo así no iba a pasar pero eso no impedía que despertará asustada en mitad de la noche con una sensación horrible en el pecho.
La misma sensación que tuvo en la fiesta cuando Tzuyu la dejo sola en la fila del baño. La taiwandesa se excusó diciendo que necesitaba hacer algo importante sin dar muchos detalles, sonó extraño para la rubia quien pensó que era sólo una excusa barata para escapar de allí.
Le dolía un poco pensar que la menor no disfrutaba de su compañía sin tener idea de la verdadera razón por la que Tzuyu se marchó. La ocurrencia rondo por la cabeza de Jeongyeon hasta que salió del baño, no tenía idea de que hacer ahora.
Nunca tenía suerte para localizar a sus amigas en una fiesta y está no sería la excepción. Sacó su teléfono para enviar algunos mensajes pero la señal era un asco en está parte de la ciudad.
Ya había entrado en un estado de frustración, estaba sola y no saber cuanto tiempo continuaría así la aterraba un poco.
Camino hasta la cocina pensando que allí estarían Momo y Chaeyoung pero desgraciadamente ya se habían marchado, había venido en vano, o quizás no tanto.
Tomo uno de los vasos rojos descargables y lo lleno de cerveza, no era una gran fan de la bebida pero parecía que beber era lo único que podía hacer en este lugar sin ningún tipo de compañía, definitivamente no iba a ir a la pista para bailar sola, sería extraño.
Perdió la cuenta después del cuarto vaso cuando los pensamientos ya no parecían tan claros en su cabeza como para deducir que sería una muy buena idea dejar de rellenar su vaso.
-¡Beer Pong!- Grito un chico que Jeongyeon no pudo reconocer para después acomodar una serie de vasos, llenos de cerveza por supuesto, de manera triangular sobre la isla en el centro de la cocina.
-¿Te apuntas, Jeong?- Preguntó alguien más de quien tampoco se acordaba.
-Al diablo.- Dejo caer el vaso que estaba sosteniendo en la encimera para después aproximarse al juego ya establecido.
Llevaba jugando varios turnos con el grupo de chicos que no conocía de nada pero que trataba como viejos amigos. Ddbido a su estado le tocó beber más veces de las que pudo embocar la pequeña pelota en alguno de los vasos de su rival.
-¡Wooooo!- Festejo con un grito de victoria mientras alzaba ambas manos y los demás la felicitaban.- ¡En tu cara payaso!
A Jeongyeon le pareció divertido como el chico bebió el contenido del vaso a través de la máscara y luego se marchó de alli para dejarle el turno a alguien más.
