32

545 74 2
                                    

Katsuki tenía un agarre firme en la mano de Izuku en lo que se hacían paso por la casa que estaba abarrotada de gente, la cual a pesar del frío, sudaban de una manera horrible y se les pegaban sus ropas a las pieles, Deku apretaba con fuerza su mano, entrando un poco en pánico al sentir como se quedaba atrás en lo que el rubio seguía caminando.

- ¿quieres algo de tomar? -dijo de repente, frenando y jalando del menor para atraerlo a él, Izuku se aferró a la chaqueta que llevaba su acompañante y miró una mesa llena de botellas de alcohol, el pecoso frunció un poco su entrecejo y alzó su mirada a la carmín, la cual le miraba ansioso.

- n-no tomo alcohol, no podemos tomarlo por reglamento -susurró de manera casi confidencial, tragó saliva y vió como el ojirubí pasaba un brazo por los hombros del chico.

- vamos, Deku, solo hazlo, yo te cuidaré -dijo tomando una de las latas de cerveza de la mesa y se la tendió al menor. Deku tragó saliva pensando en que rayos iba a hacer, ¿qué iba a hacer Kirishima cuando se enterara que había bebido alcohol, qué haría la señora Akemi, qué les iba a decir?- no seas cobarde, tómala -dijo poniendo el envase de aluminio en las manos del peliverde, Izuku murmuró algo antes de ver como Bakugou tomaba una lata y luego era llamado por un grupo de chicos, Midoriya no supo reconocerlos, solo notó que todos eran mayores que ellos dos.

Al ver como Kacchan le dijo que esperara ahí y luego se fue con ellos, abrió la lata y le dio un trago con un poco de indecisión, arrugando su rostro al sentir el amargo sabor bajar por su garganta, dejó la lata ahí y trató de buscar un lugar donde estar tranquilo y lejos del asqueroso ambiente, sin embargo se pasó dando vueltas por la casa por horas, sentándose en sillones del cual era desplazado porque caía gente borracha a besarse o dormir, yendo al patio y luego entrando debido al frío. Cuando ya era pasado la media noche y no tenía idea de donde estaba Kacchan, salió de la casa un poco desesperado, comenzando a palpar sus bolsillos en busca de su teléfono, sin embargo se tardó un rato en darse cuenta de que no lo tenía y hace un rato que ya no lo sentía.

Estaba solo en medio del frío, mirando a la calle casi desierta a excepción de un par de borrachos que caminaban por ahí, miró a sus lados tratando de reconocer las calles y llevar a algún lado conocido, pero debido a la oscuridad y la confusión del momento no era capaz de reconocer. Midoriya sintió como su labio comenzaba a temblar en un puchero, no se sabía el número de Kirishima como para poder llamarlo y no sabía como volver a casa desde allí y vagar hasta encontrar algo conocido no era opción vagar hasta encontrar algo conocido, no podía volver adentro por Kacchan y arriesgarse a que le pasara algo.

Comenzó a caminar con indecisión, viéndose totalmente perdido mientras su cuerpo se sacudía debido al frío que le calaba los huesos, se maldecía a murmuros bajos por ir, por haberse puesto poca ropa y por ser tan descuidado con su celular. Estuvo seguro que caminó por casi una hora, mirando a todos lados por si encontraba a alguien sobrio o que pudiese ayudarle, hasta que finalmente se encontró con un grupo de chicas que se apiadaron de él y lo llevaron a la estación de policías. Una vez dentro, caminó con algo de miedo al ver que nuevamente se veía solo dentro de ese lugar que estaba calmo.

- ¿necesitas algo, pequeño? -escuchó una voz masculina, el pecoso giró su cabeza hasta dar con el hombre que le dirigía la palabra.

- e-estoy perdido -murmuró, retrocediendo un par de pasos al ver como el policía se le acercaba- no se donde estoy -murmuró.

- tranquilo, hijo -le dijo de forma suave el agente, señalando un asiento tras un escritorio- siéntate con calma, ¿me puedes decir tu nombre? -dijo él, entrando a la base de datos en caso de que se hubiera dado un aviso. Deku se lo pensó unos segundos, ¿saldría en el sistema que pertenecía al experimento, lo arrestarían o algo asimilar?, tragando saliva de forma pesada antes de abrir su boca y respirar hondo.

- Midoriya Izuku -dijo en un hilo de voz, mirando con atención como el policía cambiaba su tono de piel al palidecer y ver en la pantalla "menor extraviado, posible secuestro, prioridad nacional (cerrado en 2002)".

Eran cerca de las 8 de la mañana del primer día del año, Todoroki y Kirishima estaban sentados sobre el capó del auto del bicolor mientras miraban las calmas olas del mar contagiarse con el color del amanecer que se proyectaba en el cielo. Con calma, ambos empinaron las últimas latas y luego tragaron, Eijirou lanzando un sonoro suspiro mientras Shouto se relajaba.

- tengo un mal presentimiento -murmuró de forma repentina el heterocromático, apretando sus labios y negó un poco con su cabeza, dejando que su lacio cabello se movieran con libertad ante el movimiento- desde hace un rato ya -se limitó a decir, girándose a ver al pelirrojo, quien le miraba con una ceja alzada.

- ¿por qué lo dices, algo que tenga que ver con los chicos? -dijo ladeando un poco su cabeza, recibiendo solo un alzamiento de hombros del quemado.

- tal vez es el hambre -murmuró con insignificancia, bajándose de la parte delantera del auto con el fin de estirarse- ¿y si buscamos una cafetería o algo así? Aunque sea debe haber algo pequeño abierto -dijo, apretando un poco sus labios, sintiendo como esa extraña angustia en su pecho se expandía.

Casi media hora después, habían terminado en un pequeño local de ramen, mientras ambos esperaban sus platos, Todoroki escuchaba la radio que sonaba mientras Kirishima miraba al mar.

- noticias de último momento -anunció el animador del programa, parando la música que tenía sonando. El cambio abrupto hizo que ambos adultos se giraran a escuchar con mayor atención- ¿recuerdan el caso del niño Midoriya, el pequeño que desapareció luego de que entraron a una casa y noqueadon a la madre? Pues como milagro de año nuevo, se ha encontrado al chico! La noticia fue confirmada via Twitter por la policía nacional, incluso adjuntaron una foto del chico con su madre, son idénticos!

Hijos de la calle (2.0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora