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Eijirou debía admitirlo, con el tiempo y la experiencia, había desarrollado cierto gusto por los hombres bonitos. Aunque tenía en claro que hasta cierto punto le gustaban las mujeres y solo estaba con hombres por diversión, pero había algo en ciertos chicos que no encontraba en las chicas.

Le respondió el beso a Midoriya con gusto y suavidad, atrapando el labio inferior del menor entre los suyos y guiándolo con cariño, casi sintiendo la necesidad de enseñarle como se hacía para que pudiera disfrutarlo con plenitud. Las manos del mayor se posaron con dulzura en las caderas de Izuku, apretando estas suavemente por sobre la ropa y manteniéndolo firme en su lugar en lo que sus labios se separaban por unos cortos segundos con un sonido húmedo antes de volver a unirse. Luego de estar ya un rato besándose, Deku separó sus labios de los del peliteñido con un pequeño "pop" y se separó lo suficiente para poder mirar a su adulto designado.

Labios rosados e hinchados, boca entre abierta y jadeante, mejillas pecosas teñidas de un leve rojo y unas preciosas pestañas verdes reposando con cada pestañeo sobre ellas.

- Kiri... -lo escuchó susurrar en lo que tomaba aliento, acariciando con dulzura los pómulos de las mejillas del peliteñido- perdón por besarte -le susurró con un toque de vergüenza el más pequeño, bajando sus vista directamente al piso antes de sentir como las manos de Eijirou se deslizaban de sus caderas a su espalda baja, empujándole suavemente contra él antes de estrecharlo en un dulce abrazo.

Deku pestañeó un poco confundido al sentir como era abrazado y posteriormente la frente del oji carmín descansaba en su hombro, reposando su cabeza contra la lana. Con un poco de nerviosismo subió sus manos poco a poco hasta que se cruzaron tras su cuello y le correspondió al abrazo, dejando su frente en el espacio entre el hombro y el cuello, tragando saliva ahí.

- no vayas esta noche, Midoriya -le susurró entre jadeos que buscaba controlar con su respiración, Izuku abrió su boca y luego volvió a cerrarla, sin mucho convencimiento de lo que diría, conocía perfectamente a Kacchan. El rubio no era una persona fácil de convencer y menos si se interponían en sus planes.

- trataré de no ir -murmuró de manera suave, lo suficientemente audible como para que le escuchara el pelirrojo y este asintió, estrechando un poco más al pequeño contra sí pensando en que el heterocromático era muy terco con sus planes de año nuevo.

Aunque ambos hicieron un esfuerzo por tratar de convencer a Todoroki y a Bakugou, fue todo en vano, porque en el momento en que Izuku marcaba con timidez al celular de Katsuki y Eijirou le gritaba al buzón de voz del bicolor, sonó el timbre y un "abre, cabellos de mierda" de parte del hijo adoptivo de Shouto.

- ¿no te llamé para que no vinieras? -dijo alto el pelirrojo en lo que caminaba con resignación a la puerta, se giró a ver a Midoriya, quien miraba con un poco de nerviosismo la puerta. Deku observó con sumo detalle como el hombre que había besado esa misma mañana colocaba su mano en el picaporte de la puerta y giraba este, dándole paso para que así entrara el oji rubí seguido de su adulto designado, quien llevaba un cartón de 28 cervezas en brazos.

- te dije claramente que te fueras a la mierda y que íbamos a salir igual -dijo el mayor en lo que dejaba las cervezas sobre la mesa donde comían, suspiró un poco y miró su reloj, haciendo una leve mueca- bueno, faltan 3 y media horas para la media noche, ¿ustedes ya se van? -dijo alzando una ceja a ambos menores de edad.

- ¿piensas ir vestido así? -dijo el rubio mientras miraba de pies a cabeza a Midoriya sentado en el sillón. El pecoso se sonrojó y miró su atuendo, él no sentía que estaba tan mal, llevaba unos jeans negros y el suéter de navidad, ¿eso no es lo que usa el mundo? Pero ante su expresión, Bakugou bufó y tomó a Midoriya del hombro, arrastrándolo y llevándolo luego al cuarto del chico con el fin de colocarle algo decente para salir.

- ¿sabes? -dijo el bicolor cuando vió como los menores se encerraban, se giró a ver a su amigo en lo que se cruzaba de brazos- me he dado cuenta de que Bakugou tiene un talento innato para la costura -dijo y dio una casi imperceptible media sonrisa- reconozco que tiene un buen liderazgo, pero mi madre y Fuyumi lo aman porque realmente es muy bueno en la costura -dijo con tono cómico, suspirando un poco luego de eso. Notó como Kirishima tenía la mirada perdida en algún punto del piso y se encontraba ausente, tal vez pensando en su cabeza- hey -dijo y llevó su mano al hombro del pelirrojo, apretando un poco este- ¿pasó algo? -dijo ladeando su cabeza.

Eijirou se giró a verlo y clavó mi raba en el ojo gris de su amigo, muchas veces había notado de que Todoroki podía asimilar lo que pensaba o simplemente lo sabía.

- no -dijo negando el peliteñido negando con su cabeza- o sea, sí, pero te lo diré más tarde -murmuró y se sentó en el sillón, bufando un poco- toma asiento o algo, ¿qué es lo que decías de Bakugou? -dijo mirando al bicolor y este sonrió antes de echarse en el puff y comenzar a hablarle esa vez que Katsuki había arreglado todas las cortinas de la casa de su hermana.

Mientras tanto, en el cuarto Midoriya sudaba la gota gorda mientras veía como Kacchan movía la aguja con hilo de manera rápida entre su ropa, todo con el fin de ajustarla.

- ¿e-es necesario llevar ropa ajustada? -dijo con nerviosismo el pecoso, tragando saliva al notar que esa bonita camisa que le había dado el señor Kirishima ya no era XL como se lo había pedido el menor, todo con el fin de andar cómodo, sino que ahora era tal vez S y le marcaba de manera dramática las curvas al pecoso.

Kacchan miraba como Izuku se miraba en el espejo de su cuarto y acariciaba sus curvas con las yemas de su dedos, observando con un poco de incertidumbre. El rubio tragó saliva y se giró, repasando el plan en su cabeza. Esa noche planeaba demostrarle que era mejor que el "pelos de mierda", que ese tipo no lo merecía a él y que se fueran lejos.

Hijos de la calle (2.0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora