Michael
-Francis no debería vernos juntos - susurré cuando Luna tomó mi brazo bruscamente guiandome a algún lugar.
-No lo hará - respondió - vamos a una cafetería por la que el nunca pasará cerca.
-¡Dios, Luna! ¿Cómo puedes siquiera suponerlo?
-¿Cómo puedes temerle tanto! No va a matarte o a mí de todas formas simplemente porque nos vea conversando. ¿Estás bien Michael? Porque actúas extraño últimamente. - me recriminó con las mejillas coloradas de furia.
No supe que responder. Porque la verdad era que temía que Francis descubriera lo que yo sentía por ella, y temía aún más que ella lo supiera.