Nuestra Página

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-¿...Low? –Chris escuchaba a la lejanía una voz y esta se fue intensificando a medida que despertaba.

-¿Señor Barlow?

El alto abrió con pesadez sus ojos y miró a una enfermera quien le estaba colocando una toalla fría en la cabeza y le pasaba un algodón con alcohol por la nariz y así poder despertarlo.

-¿Ya se encuentra mejor? ¡Doctora! ¡Despertó!

-¿Qué sucedió?

-¿Cómo se siente, señor Barlow?

Chris miró a la doctora y todo volvió a él.

-¿Dónde está Anne?

La doctora y la enfermera se miraron por un momento, luego miraron a Chris con esa típica expresión de "lo lamento" y él lo entendió todo.

-¿Si fue real lo que me dijo?

-Lo lamento, señor Barlow.

-¿Hace cuánto? –Chris se sentó en la incómoda silla de la sala de espera y miraba a la doctora en búsqueda de respuestas.

-Hace una hora.

-¿Puedo verla?

-¿Se siente mejor cómo para verla?

-Por favor.

La doctora no resistió aquella mirada y solo asintió con la cabeza. Le pidió que la siguiera y fueron hasta el cuarto de cirugía. Aún no se la habían llevado a la morgue porque aún faltaban papeleos para realizar una autopsia completa.

-Esperaré afuera. –Chris asintió mientras veía la puerta blanca. –Quiero advertirle que los padres de Anne fueron comunicados.

-Bien.

La doctora se retiró del lugar y Chris seguía contemplando la puerta.

Su temor más grande había sido cumplido: Tener que ver a Anne por debajo de una sábana blanca.

Este miedo apareció al día siguiente de haber sido secuestrada. Después de saber que Anne había desaparecido sin motivo alguno al día siguiente después de ese banquete.

La búsqueda de Anne le había costado millones. Realizó cosas totalmente ilegales y de las cuales no se arrepiente al día de hoy, como contratar sicarios y hackers, además de ponerse por encima de la ley.

La policía no lo encarceló por el simple hecho de ser una persona prestigiosa y poderosa, pero él estaba totalmente dispuesto a ir a prisión con tal de ver que Anne estaba sana y salva.

Sin embargo ahí estaba, de pie frente a una puerta blanca de hospital donde hace varios minutos atrás le habían confirmado nuevamente que Anne había fallecido en el quirófano.

Tomó otra bocanada de aire, la soltó y se adentró a la sala. Las luces estaban totalmente tenues y miró hacia la camilla donde había un cuerpo debajo de una sábana blanca. Chris estaba conteniendo las lágrimas respirando más fuerte y mirando hacia los lados.

Para terminar con su sufrimiento, quitó lentamente la sábana y confirmó que Anne estaba ahí. Rompió a llorar desconsoladamente.

Todos sus esfuerzos de mantenerla con vida, de mantenerla en este plano, fueron un total fracaso.

Buscó la mano de Anne y por un segundo miró su costado. Entrecerró un poco sus ojos y luego los abrió de par en par.

Su tatuaje de "I'm fine" se había convertido en "Save me" y nuevamente Chris empezó a llorar.

Let Me OutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora