Introducción - El Secuestro

912 38 2
                                    

-Anne, ya es hora. Por favor.

-En un minuto.

-Un minuto, dice.

Anne se colocó un poco más de sombra negra en los párpados para resaltar sus ojos color ámbar. Se rizó las pestañas y las abanicó mientras pensaba que lucía bonita. Se pintó los labios con un ligero rosa y terminó por pellizcarse las mejillas para tener más tono.

Se miró en el espejo completo. Observó a una hermosa chica de cabello largo platinado, con un hermoso vestido que se ajustaba a su torneado cuerpo y unos exquisitos zapatos de tacón. Se arregló por última vez su cabello y salió del cuarto de baño.

-Miren quien apareció. –Dijo un hombre de aspecto mayor mientras se levantaba del sofá de cuero negro. Este vestía un traje elegante oscuro, una cabellera rubia casi grisácea y portaba unos ojos azules que hacían enloquecer a Anne.

-Finalmente. ¿Qué tal me veo? – Anne solo dio una media vuelta y el hombre la observó con amor.

-Perfecta. –Él la tomó de la cintura y le besó la sien. –Pero tenemos que irnos, es tarde.

-Bien. –Anne tomó una bufanda oscura y su pequeña cartera. Luego fue hacia la salida no sin antes tomar una gabardina negra. –Chris, por favor, que no se te olvide esta vez en la fiesta. Él rio.

-Seguro no pasará de nuevo. –Chris tomó la gabardina, abrió la puerta, dejó que Anne saliera de primero y luego él cerró la puerta. Colocó la clave de seguridad de la casa y fue hasta el auto donde ella la estaba esperando.

Luego de un largo recorrido, Anne y Chris aparcaron en el estacionamiento de la mansión y se adentraron a los lujos de aquella gran propiedad.

Vestida de blanco y dorado tanto por dentro como por fuera, aquella mansión era utilizada para realizar grandes banquetes. Y hoy era una ocasión similar. La temática de esta fiesta era celebrar el aniversario de una prestigiosa empresa y Chris con claridad debía ser invitado ya que era socio comercial.

Anne se atrevió a echarle vistazos a todo lo que la rodeaba, ella no estaba acostumbrada a este estilo de vida. Hace tan solo unos 4 meses atrás era una chica que trabajaba en un bufete de abogados. Se había recién graduado y el lugar en donde ella realizó sus pasantías académicas la volvió a llamar y la contrató.

Ahora su vida dio un giro de 180 grados y la colocó en este lugar.

Uno de los mozos pidió el nombre de la persona principal y los ubicó en su respectiva mesa. Anne se acomodó en una de las sillas y al frente apreció una tarjeta donde aparecían nombres importantes de personas que se sentaría con ellas. Tosió internamente al reconocer al menos 3 nombres.

-¿Sabes quiénes son ellos? Estoy deseando conocerlos. –Chris leyó la tarjeta por encima y no sonrió en lo absoluto. Suspiró.

-Así que tendré que lidiar con el demonio esta noche. –El hombre miró al frente mientras observaba el lugar con mucho detenimiento.

-¿Uno de ellos te hizo algo?

-Algo así. Trató de robarle la empresa a mi padre cuando él la dirigía. –Anne respingó. –Pero mi padre fue un hombre inteligente, hacía sus jugadas con mucha precisión. Y como sabrás, nunca robó la empresa. –Chris sonrió mientras le guiñaba y tomó la nuca de Anne sutilmente para calmarla.

Antes que iniciara la velada, algunas personas tomaron sus respectivos asientos en la mesa. Anne estaba encantada con una excelente abogada de renombre y un periodista. La tercera persona que ella quería conocer alias, "el demonio", apareció a muy altas de la noche pero nunca cruzaron palabra alguna.

Let Me OutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora