Mi nuevo amigó es ¿¡Un joven Dragón!? [Mundo 1] [Reescribiendo]

Capítulo III

Capítulo III — ¿Quién dijo que el tiempo cura las heridas?

Todos los personajes son de sus respectivos autores.

—Gokū. Nunca pensé que pudiéramos llevar nuestra relación hasta donde está ahora —dijo Milk con una sonrisa sincera, mientras sujetaba la mano de su esposo.

—Yo tampoco creí que en algún momento pudiera llegar a sentir y hacer esto —dijo este acercándose al rostro de ella para poder conectar un beso de pareja.

Lo que este no se esperaba, es que todo se estaba oscureciendo, hasta que quedo el solo en la absoluta oscuridad.

—¡Milk! ¡¿Dónde estás? ¿A dónde te fuiste?! —gritaba este, esperando una respuesta de su mujer.

Pasaron minutos que se sintieron eternos. Pero nunca hubo respuesta alguna. El saiyan empezó a sentir algo particular. Él sentía como se iba achicando poco a poco. Ahí fue cuando se dio cuenta. Él miraba cómo el suelo se lo tragaba.

Esto duró hasta que este desapareció con la completa oscuridad.

—¡AH! —gritó Gokū, mientras se levantaba de la cama. Este se percató que estaba sudando y tenía los vellos de punta.

—Esa pesadilla de nuevo —se murmuró el saiyan, mientras se levantaba a buscar algo de comer.

«Cada vez duermo menos», se decía este, mientras se tomaba un vaso de leche.

—Bueno. Lo mejor será entrenar un poco para poder despejar mi mente —dijo saliendo de casa.

Time skip

9 a.m.

Son Gokū estuvo entrenando desde que se había levantado, pero este no conforme, buscó una alternativa para pasar el rato.

«Oh, ya sé», se dijo este.

¿Qué habrá pensado? Pues... Este decidió tele-transportarse al planeta del Kaio del norte.

—¡Hola, Kaio! ¿Cómo has estado? —dijo Gokū, apareciendo en frente del Kaio del norte.

—Hola, Gokū. ¿Vienes a pasar el tiempo con nosotros otra vez? —preguntó el Kaio.

«Esto se ha vuelto algo rutinario desde que todos los amigos de Gokū se fueron al otro mundo», pensó Kaio-sama mientras miraba con tristeza a su alumno.

—Sí. Y gracias por recibirme otra vez, Kaio-sama —decía el guerrero sin ganas en su voz.

—Gokū-san, ¿Te puedo preguntar algo? —dijo el Kaio llamando la atención del saiyan.

—Sí, ¿Qué quieres saber, Kaio-sama? —respondió este.

—¿No has pensado en empezar de nuevo? —comentó el Kaio, sólo para ver como Gokū apretaba sus puños bajando la mirada.

—No lo creo. Mi tiempo ya ha pasado, Kaio-sama —dijo este intentando recuperar su compostura.

—Creo que no me queda más que comunicarme con él —murmuró Kaio-sama.

—¿Dijo algo? —preguntó el pelipunta.

—Gokū, iré a preparar un bocadillo. ¿Quieres algo en específico? —preguntó el ser azul.

—Nada. No es necesario que me prepares algo —dijo el pelipunta—. Solamente pasaré el rato.

Ante este comentario, no tan alentador, el Kaio simplemente llegó a suspirar.

—Está bien. Vuelvo en breve —dijo Kaio-sama.

Kame House

«¡Muten Roshi, contesta! —habló telepáticamente el Kaio—. ¿Estás ahí?»