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Camino hasta la casa de joven Yoandri. Son las 22:00 de la noche. Probablemente debe estar durmiendo. Al igual que todos en este pueblo. Las luces estan apagadas. No se veria nada por no ser de la luz de la luna.

Hace mas frío que la tarde. Siempre fue asi. La temperatura aqui no es muy buena. Todo el año hace frío. Y los tiempos van de lluvioso a nublado. Literalmente los hermosos rayos del sol lo vemos 10 veces durante todo el año. Por eso no tenemos turistas. Nadie quiere estar en un lugar donde no haya sol ni calor.

La discusión que tuvimos con mi padre me ha desconcertado un poco. Es decir, nunca le habia levantantado la voz. Y si no fuera por lo que me enteré, probablemente jamás lo hibiera hecho.

Cuando llego a la gran casa doy un largo suspiro y miro hacia arriba. Afortunadamente una pequeña luz -de la chimenea al parecer- atraviesa los cristales de ventana. Joven Yoandri esta despierto.

No quiero hacer ruido ni llamarlo. Porque capaz me descubran y no va a ser muy bueno.

Paso varios minutos ingeniándome como llamarlo o mejor... entrar.
Tengo que ser rápido o se ira a dormir y ahi ya no voy a tener oportunidades.

Porque... a nadie le gusta que lo despierten cuando uno ya se durmió.

Necesito una escalera.

Finalmente me rindo y me siento en la asera suspirando y enojado.

Logro divisar una luz un poco lejos de donde estoy. Es una tienda.

Me parece extraño que una tienda este abierta a estas horas de la noche. Pero mejor para mi.

Me levanto y camino hasta ella.

Cuando llego, entro y recorro el lugar con mi mirada. Mis ojos se posan en alguien.

Es la pobre anciana que ayudé hoy.

No soy de las personas que hacen una cosa para recibir algo a cambio. Pero en este momento. Me hace mucha falta.

Antes de que pueda hablar se me adelanta.

-Hola, joven. ¿en que puedo ayudarte?.

-Hola, señora. Necesito su ayuda.

-Claro niño, le debo un favor.

-Gracias. ¿tiene algo con que pueda subir alto?.

-Creo que hay una escalera en la parte de atras de mi tienda.

-¿En serio?

-Si.

-Muchas gracias.

*

Camino con dificultad hasta la casa de Joven Yoandri.
No puedo creer que la anciana tenga una escalera. Es mucha suerte.

Apoyo el objeto para que quede por el balcón de Joven Yoandri y pruebo varias veces antes de subirme.

Cuando llego a la cima, me subo al balcón y observo antes de entrar.

Lo veo. Es mas hermoso de lo que recuerdo.

Doy unos pequeños golpecitos en su ventana hasta que el me ve. Con confusión se levanta y abre la ventana, dejandome pasar.

-Jo-Joel.

-Hola.

-Por dios, ¿haces aqui? Gracias por venir, necesitaba verte.

-Yo tambien. Te extrañaba demasiado.

Abro mis brazos para poder abrazarlo fuertemente. Sentir su calor. Creo que lo amo.

-No te vuelvas a ir.

-No lo hare -me separo de el y lo miro a los ojos -Necesito contarte lo que me sucedió.

Pero en ese momento veo una silueta en la ventana. Por dios.

Erick.

Puedo ver como diminutas gotas de agua caen por su rostro.

Yoandri lo ve e intenta dar un grito pero mi mano lo impide.

-¿¡Q-Qué era eso!? ¡Oh por dios! ¡Hay que llamar a alguien! ¡es un monstruo!.

Ruego que se calle porque se que Erick esta escuchando. Y no quiero que lo haga.

Cuando noto que Erick se va, quiero ir tras el pero le debo explicaciones a Yoandri.

-Q-quédate aqui. No le digas a nadie por favor. Confia en mi. Volveré lo prometo -y sin mas salgo de ahi.

Erick es lo único que me interesa.

El cadaver del novio||Joerick|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora