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Joel:

-ugh, mi cabeza -digo levantándome.

Casi se me salen los ojos cuando me doy cuenta que estoy en mi mundo. Me levanto rápidamente; estoy en el bosque, justo de donde salió Erick y es de día. Está nublado, no me sorprende.

Camino entre los arboles tratando de encontrar la salida pero no lo logro. Este bosque es muy grande y hay millones de arboles. Son todos iguales y eso hace que me pierda aún mas.

Luego de 20 minutos puedo ver el puente donde me lanzé. Corro lo mas que puedo y apenas lo toco con la suela de mi zapato doy un suspiro de alivio. De verdad no quiero volver a ver a Erick ni a todas esas personas muertas.

(...)

Lo pienso un rato antes de golpear la puerta de mi casa. Mis padres deben estar muy enfadados conmigo, más si desaparecí toda la noche.
Miro el enorme reloj que hay en uno de los edificios de Osk Land. Son las seis y cuarto. Estuve desaparecido 24 horas. Mas que enfadados deben estar.
Mi padre esta trabajando, vende pescado en uno de los puestos mas conocidos del pueblo. Viene a las ocho. Asi que va a ser mas fácil hablar con mi madre.

Me lleno de coraje y doy tres golpes secos. Espero 4 minutos y el rostro de mi madre aparece detrás del umbral de la puerta. Su expresión es indiferente. No emite ningun gesto o sonido. Simplemente se hace a un lado para dejarme pasar.

Al entrar a la casa me doy vuelta y me animo a decir:

-déjame explicarte.

Cierra la puerta demasiado fuerte y voltea para mirarme a la cara.

-Has traído muchísimos disgustos a esta familia. A tu padre y a mi nos deshonra tu actitud -su cara esta tan seria que siento que me congela los huesos.

-Mamá -carraspea -Madre. Siento haber humillado a ti y a papa. Mis actitudes no fueron las correctas y me disculpo.

-Joel Fulgencio Pimentel. A nosotros no nos debes disculpar.

Y ahi supe que tenia que hacer. Joven Yoandri.

(...)

Esto parece un maldito deja vu.

Lo pienso dos veces antes de golpear la enorme puerta que caracteriza la casa de los Whortlake's.

Doy 3 golpes suaves, pero de seguro que se escuchan.
Luego de unos segundos la bucama abre la puerta y se asombra al verme.

-¿Disculpa, puedo pasar? -pregunto y ella asiente.
Entro y me quedo esperando en el centro de la casa.

-Aguarde aqui, yo los llamaré -me dice la pobre anciana y se va por uno de los pasillos. Al rato vuelve con el señor y la señora Whortlake. Sus caras de disgustos me provocan escalofríos.

-Oh, pequeño ingrato -dice el hombre y yo solo me dispongo a escuchar. Se lo que tengo que hacer.

Me pongo de rodillas en frente de ellos y bajo mi cabeza. Doy un leve suspiro y la levanto. Mirandolos a los ojos.

-Se que he traido disgustos a esta familia, estoy arrepentido por todos mis actos. Yo amo a su hijo y por eso me pongo de rodillas para que me permitan pedirle matrimonio nuevamente -mis palabras salieron con seguridad y no me dejé intimidar por sus penetrantes mirada.

Se miraron por un momento y vi un poco de empatía en ellos. Suspiraron y se dirigieron a mi.

-Bien, joven Pimentel. Solo aceptaremos su disculpa y casarse con nuestro hijo por el amor que el le tiene -dice el señor y yo les doy la mas grande sonrisa del mundo.

-¡pero, no podrán verse antes de la boda! -agrega la mujer y yo solo asiento. Me despido contento de la casa y camino un par de pasos.

Ni crea que no voy a ver al joven Yoandri en la boda. Necesito verlo hoy.


El cadaver del novio||Joerick|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora