Capitulo 4.

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 La semana siguiente.

 Era martes por lo que no me tocaba ir a la casa de Daniel, esto hacía que lo extraña y me sentía rara al necesitar estar con él. Pasaron las clases como de costumbre, pero yo no estaba prestando atención, estaba pensando en Daniel y en su cita con la tal mesera del café, era raro que estuviera pensando tanto en él, él es menor que yo, aunque eso no evitaba que pensara cosas sexuales.


 Al acabar las clases me dirigí a mi casa, es igual a la de Daniel solo que la mía tiene alberca y el cuarto que el usa como estudio mis padres lo usan como cuarto de tv. Al llegar deje la mochila en la sala, salude a mi mamá y me fui a mi habitación. No podía dejar de pensar en Daniel, se habían acabado las clases y yo seguía pensando en él, sabía que estaba mal pensar de esa forma de alguien menor que yo así que me fui a caminar un rato para no pensar en eso, pero incluso corriendo me acordaba de él. Al llegar de correr me bañe y tome una siesta, al despertar note que estaba humeda, creo que soñé con Daniel, pero no me atreví a masturbarme pensando en el, sabia que eso era incorrecto, así que me quite la ropa y me di otra ducha pero esta vez con agua fría. 


Narra Daniel.


 Estaba vistiéndome para una cita con Miranda la mesera del café quien tiene 15, es muy bonita es pelirroja, de ojos azules y con muchas pecas. Me puse una camisa de cuadros, unos pantalones de mezclilla y unas botas.


 La verdad por la que la invite a salir no es porque sea bonita es que quiero quitarme de la mente a Johanna, he estado pensando demasiado en ella desde que se acercó a mi desde esa vez y no puedo dejar de pensar en ella, su olor, su cara, su cuerpo.


- ¿Ya estas hijo? -dijo mi mamá sacándome de mis pensamientos.


-si mamá ya casi.


Me salí de la habitación y le mostré como me veía.


- ¡Te ves guapo! aunque muy informal para la ocasión, tu madre no te dejaría ir así a tu primera cita, pero como tú te sientas más cómodo.


-Gracias mamá no quiero parecer un ñoño vistiéndome casi de gala para solo ir al centro de la ciudad por un helado- dije entre risas.


-Bueno ya corre que se nos hace tarde.


 Nos subimos a la miniván y salimos a recoger a Miranda a su casa, me sentía un poco raro de que mi mamá me llevara, pero yo no puedo manejar aun, así que no es opcional. Llegamos y recogimos a Miranda y nos fuimos al centro. Al llegar mi mamá nos dejó y se fue a un café cercano para que no tuviera que gastar tanta gasolina hiendo y viniendo por nosotros, además de que nos estaría vigilando. Miranda y yo nos fuimos a una heladería de helados de yogurt en donde había mesas al aire libre, le di asiento a miranda mientras yo compraba los helados.


- Aquí tienes - extendí mi mano dándole el vaso lleno de helado.


- Gracias.


- De nada.


- bueno, en que trabaja tu papá - dijo Miranda tratando de iniciar la conversación, yo casi me atraganto con el helado al escuchar papá.


- ¡Estas bien! - dijo miranda preocupada al ver que casi me atraganto.


- no pasa nada, el helado me paso por otro laso - mentí. - Es que la cosa es que no tengo papá.


- hay lo siento mucho, si no quieres hablar de eso- contestó pensando que mi "papá" había fallecido.


-No, es que nunca tuve papá, tengo 2 mamás, Gabriela mi mamá que ya conociste y mi madre Jessica que es abogada- le dije notando su expresión de confusión.


-ok, y eres su hijo biológico ho...


- si de mi madre Jessica, pues mi otra mamá es estéril tristemente, descubrieron eso al tratar de fecundarla para que tuviera un hermano.


- Que triste historia-Dijo secándose las lágrimas.


- sí, pero así es la vida, bueno basta ya de mí, te toca.


Ella me platico que su padre es administrador y su madre chef, ambos abrieron el Café donde ella trabaja, también me platico de las infamias que ha vivido con sus hermanos menores que en sus palabras son "monstruos en miniatura". Así estuvimos 2 horas charlando y paseando por el centro, cuando dieron las 8:00pm la llevamos a su casa y me despedí, personalmente creo que fue una buena cita o por lo menos me hizo olvidarme de Johanna.

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Un amor poco convencional.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora