Al llegar a casa me bañe y me acosté en mi cama con el celular entre las manos y le mande un mensaje a Daniel.
Johanna: Hola.
Daniel : Hola
Johanna : que crees?
Daniel : qué?
Johanna : conocí a un chico en la plaza, me pidió mi teléfono y dijo que me llamara, es guapo.
Daniel : =)
Daniel : Genial.
Daniel : de verdad.
Johanna : Se llama Peter.
Daniel: genial, oye me tengo que ir, estoy feliz por ti.
Johanna: Adiós.
Creo que no debí contarle, se puso cortante. Destendí la cama y me metí en las sabanas hasta que me quede dormida.
Narra Daniel
Los días siguientes en la escuela estaba muy distraidito, no lograba quitarme de la cabeza al idiota de Peter, me lo imagina como un idiota fortachón. Me enojaba un poco que Johanna saliera con alguien, mas bien me irritaba, sobre todo cuando me la imaginaba con otro, eran celos y eso estaba mal, no era mi novia como para que yo estuviera celoso o le exigiera que no saliera con otros pero mis sentimientos estaban ahí y eso no me gustaba.
Pasaron las clases mas rápido que de costumbre para mi percepción y estaba muy cansado, solo quería ir a casa y dormir todo el día, ya no aguantaba mi cuerpo y mi mente estaba peor, era un enredo de ideas, sentimientos, emociones he imágenes, todos sobre Johanna, deseaba que pudiera sacarme el cerebro y que me dejara en paz solo 5 minutos nada mas.
-¿Te sientes bien?- pregunto el director Palmer sacándome de ese desmadre que yo llamo mente, yo estaba anonadado no sabia que me había preguntado.- Daniel que ¿Si te sientes bien?
- Mmm... si supongo- conteste agachándome de hombros .
- ¿dormiste bien?
-Sí.
-¿tienes problemas en casa?
-No es eso, toda esta en orden en casa, si quitamos el hecho de que tengo dos mamás- dije riendo.
- bueno, ¿no tienes algún problema? te veo mal.
El director Palmer es un director que se interesa por el bienestar de sus alumnos y además es amigo de la familia desde hace tiempo por lo que le tengo confianza.
- bueno estoy distraído por una chica- al decirlo el director abrió los ojos.
- ho ahora entiendo, mira te diré esto, habla con tus madres sobre esto y trata de no obsesionarte con esa persona- ese era el problema, ya estaba obsesionado.
En la casa después de la escuela, salude a mis madres y comimos ensalada por millonésima vez, empezaba a creer que me pondría verde de tanta maldita verdura que estaba comiendo a diario.
- he ¿puedo salir un rato a la calle?.
- ¿para que?
- ha caminar simplemente, a respirar aire fresco, además no tengo tarea.
- esta bien pero solo un rato.
-ok- lleve mis trastes al fregadero y me salí, aunque no exactamente a caminar me fui a casa de Johanna.
al llegar la vi saludando a un tipo muy alto, con ojos grises y con una cara tipo Hollywood, era ese imbécil de Peter, al verlo quería lanzarme contra el y golpearlo hasta que pareciera Dani debito. ella subió a su carro y se marcharon , sentí como si me hubieran golpeado el estomago así que me senté en la banqueta y me quede viendo la graba durante 30 minutos exactos los cuales fueron los mas agrios de toda mi vida, me senté a esperar algo, no se que pero sentía como si estuviera esperando algo grande como si ella fuera a regresar por mi, eso me hacia sentir como un imbécil así que me pare y regresé a casa, abrí la puerta de la entrada y sin saludar a nadie me fui directo a sentarme a un sillón que había en mi recamara y me senté ahí en silencio, viendo la pared blanca frente a mi pensando en como podía estar Johanna y eso me hacia sentir mucha ira pero sobre todo impotencia.
Narra Johanna
Durante la ultima clase me llego un mensaje de Peter:
Peter: quieres salir hoy?
Johanna: Sí ¿a donde?
Johanna: ok? pasa por mi a las 3:00 pm.
Peter: ahí estaré.
Me sentía rara por no saber a donde iríamos pero aun así acepte, la curiosidad había matado al gato.
En la tarde Peter llego por mi en un bonito fiesta color rojo y me subí a el, me sentía observada. Después de unos minutos de camino legamos a un restaurante italiano llamado la esquina, pedimos una mesa y nos sentamos, el pidió una lasaña y yo pasta. La tarde corrió rápido, el me hablaba de lo mucho que le gustaba el deporte, jugaba basquetbol, de como quería ser el mejor y me daba breves momentos en los que podía hablar. cuando se acabaron los platillos fuimos al centro de la ciudad ha comer un helado, la conversación se desvió a películas, al parecer el era fanático de la saga de Rápidos y furiosos, la cual a mi me aburría, mas tarde me llevo a mi casa, no fue la mejor cita pero no fue mala.
Narra Daniel.
Horas después de estar en mi recamara sin nada que hacer recibí un mensaje de Johanna diciendo que Peter la había llevado ha una cita a un restaurante llamado la esquina y después fueron por un helado, eso me hacia sentir aun mas impotente, yo no podía pagarle todo eso, apenas podría comprarle un helado pero llevarla a cenar eso no podía, no me alcanzaba, apague el teléfono y lo avente a la cama esperando a que dejara de vibrar, llore un poco en silencio.
Posteriormente de haber llorado por unos momentos me dispuse a salir por la ventana de mi habitación que daba a un pasillo de jardín que a su vez daba a afuera de la casa. Corrí hasta llegar a la casa de Johanna y me metí por el jardín, toque su ventana la cual era la misma que donde estaba mi recamara, espere a que saliera.
- ¡¿Daniel?! ¿Qué haces aquí?- me pregunto Johana al parecer muy sorprendida de que me metiera por el jardín.
-Nada, solo quería saber como estabas.
- Daniel ¿sabes que tengo teléfono? ¿verdad?}
- Si claro pero quería hacerlo en persona.
-ok?
-¿Como te fue?
-Bien supongo, el chico solo habla de deportes.
- ¿que no te agrada?
-si me gustan los deportes solo que no si son la platica central durante 1 hora.
- ¿volverás a salir con el?
- No lo sé.
- ¿Cómo que no sabes?
- Que no lo sé, si me pide otra cita yo creo que le diré que sí.
- ¿de verdad?
- si ¿Por qué tanta insistencia he?
Esa pregunta hizo que me sonrojara.
- No.. no lo sé, simplemente no creo que sea para ti.
- Ha no, entonces ¿qué es para mi?- dijo ella en un tono un poco sensual.
-No se.. solo creo que debes buscar a alguien con intereses afines a los tuyos
- ¿quien?
- No lo se solo creo...
- ¡Cuando sepas algo me dice ¿ok?!- me dijo molesta.- ¿No tienes nada mas que decir?
-¡No!- me salí por donde vine y me fui directo a casa molesto y triste, sentía mi estomago como si estuviera en una montaña rusa y eso no me gustaba.
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Un amor poco convencional.
RomanceDaniel es un chico de familia moderna de 15 años y Johanna es una chica de familia tradicional de 18, ambos se conocen en la escuela y terminan enamorados solo que ella ya es mayor de edad, ambos se enredaran en una relación secreta activa sexualmen...