Prólogo

184 28 2
                                        

Cuando Emily Thomas entró en depresión a sus cinco años nada evitó que ésta avanzara rapidamente hasta sus dieciocho años de edad.
¿Como describir a Emily? Una chica dulce, amable, con un sentido único del humor y bastante linda de cara como para hacer caer a uno que otro tortolito por ahí. Era blanca como la nieve y de unos ojos ámbar grandes y expresivos, y un cabello castaño claro hasta los hombros.
Ahora, ¿Cómo se describiría Emily a ella misma?
Fea, gorda, sin sentido del humor y tímida (Aunque este último si tenía algo de verdad)
Es increible lo que la depresion puede hacer, ¿No?
Hace que cambies la percepción de tu mundo, de tu vida en general.

Allí estaba ella.

Sentada en su cama sin expresión en su rostro con varias pastillas en sus manos con un par de lagrimas surgiendo de sus ojos.

-Al final, todos vamos a morir.

Emily tomó las pastillas y se acostó esperando la muerte lentamente por medio del sueño.

Flash.

Otro flash.

Se escuchaban gritos.

La ambulancia.

Abría los ojos por momentos y despertaba del dolor gritando por flashes cortos en los que la inyectaban.

Tenía miedo en el fondo aunque ella no lo sabía aún, no tenía mas en su cuerpo que el dolor.

Otro flash.

Su madre llorando y entonces... todo se oscureció.

Mi cura perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora