Capítulo 3

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Nicolás era un chico alto, delgado con bastante acné en su cara. Usaba el cabello largo, no como metalero pero si lo suficientemente largo como para cubrirle los ojos. Siempre usaba un polerón azul el cual Emily se preguntaba si acaso él no se cambiaba de ropa algún día.

Algo llamó su atención. No sabía que era, pero desde un principio él miraba y observaba cada paso de ella aunque Emily no lo sabía.

El día que Emily decidió hablarle estaba muy alegre y amaneció de buen humor. Perfecto para empezar una historia.

Emily se acerco a él y se sentó a su lado.

Cuando ella estaba de buen humor era una explosión de colores, alegre, carismática y muy confiada de si misma en cambio cuando estaba de mal humor no es que estuviese enojada sino que estaba triste y melancólica.

Esta vez estaba de buen humor.

--Hola, Soy Emily pero me dicen Em, Mily o Emi, ¿Tu como te llamas?-- Dijo sonriendole.

Él quedó admirado de su linda sonrisa pero se limitó a mirar a otro lado.

--Nicolás.

--Vaya, ¿Y cómo estas?

--Bien.

--¿Que?

--Bien-- Dijo mas fuerte.

--Uhm, Y bien, Nicolás ¿Por que estás aquí?

Aquella chica hacia demasiadas preguntas para la comodidad de él.

--Trastorno del espectro autista.

--¿Que?

Nicolás hablaba tan bajo que era imperceptible lo que se oía.

--Trastorno del espectro autista-- Dijo ésta vez mirando a la chica sonriente. Su sonrisa era tan bonita que nuevamente agacho la cabeza intimidado.

--Wow, había escuchado del autismo pero no de eso, Es parecido al autismo en sí, ¿No?

--Si.

--¿Y qué te gusta hacer?

--Ver series japonesas y leer.

--¿Anime? ¿Te gusta el animé? Eso es muy genial, a mi también me gusta.

A pesar que Em había llegado triste y desamparada ella trataba de ser amable y dulce con la gente, en especial con sus nuevas amigas y Nicolás. Había algo especial en él. Su hermano tenía algo parecido al diagnóstico de Nicolás entonces ella sabía que, a menos que ella no se acercara a él, Nicolás no iría a ningun lugar ni le hablaría a nadie. Ella quería ayudar, quería ayudar a sanarlo porque sabía lo difícil que era para su hermano hacer amigos y él había pasado cosas bastante feas por ello mismo.
Podríamos decir que Emily tenía un alma pura y generosa. Sin maldad y dispuesta a ayudar a quien sea, aunque también tenía su caracter.

--¿Vamos a jugar cartas?-- Dijo Emily.

Él la miró indeciso.

--Okey

Hay veces en las que debes arriesgarte para poder vencer miedos. Hay veces en que fallarás, pero si lo sigues intentando lograrás vencer todo lo que te propongas.

Así pensó Emily.

--Me llama la atención Nicolás-- Dijo acostada de espalda en la cama con la cabeza colgando a dirección de la cama de Marie.
Marie estaba igual que Emily --No en el sentido romántico sino que mi hermano tiene algo parecido.

--¿Quien diablos es Nicolás?

--El chico del acné.

--Ah, ¿Y que es lo que tiene él?--

Mi cura perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora