Camiseta.

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Yoongi asintio educadamente y emprendío camino a su habitación mientras su madre conversaba con la mujer adulta en la puerta, porque "Son conversasiones de adultos".

Cerro con cuidado la puerta y se dispuso a realizar sus tareas. No era nada complicado y si Yoongi no calculaba mal el tiempo podía terminar en menos de treinta minutos y aún podría ver sus dibujos animados favoritos.

Coloco de manera ordenada sus crayones sobre su amplio escritorio, apilando los utensilios necesarios a un lado; tijeras, resistol, goma, puntillas y unos cuantos lapiceros. Sonrió satisfecho una vez terminado. Colorear no le tomo demasiado tiempo, Yoongi sabía realizarlo de manera ordenada y uniforme, antes de poder darle los ultimos detalles a su dibujo, la puert de su habitación fue golpeada.

-Yoongi, cariño. ¿Puedo pasar?

Si madre sonrió asomandosé un poco a traves de la puerta.

Asintió dejando de lado su cuadernillo.

-Cielo, ¿paso algo que debería saber?

Yoongi fruncio el ceño. No creyó que realmente fuera tan importante, se encogió de hombros.- La ensalada no me gusta tanto, por eso no la termine.

Su madre rió, parecia feliz.-No cariño. ¿Algo sucedio en la escuela?

Yoongi lo medito un segundo antes de asentir lentamente.-Dejaré de lado el leguaje de señas.

-¿Por qué?

-No me agrada.

-Oh. Nuestro Yoongi suena molesto.

-Yo no le agrado, el no debe de agradarme.

-Oh, cariño, no es así. A Jimin me gustas y le gustas mucho, su mamá vino a agradecerte lo lindo que has sido con él.

Yoongi abrió los ojos alarmado. Él no quería hablar con la madre de nadie, menos con la de un chico que había hecho llorar.

-Tranquilo cielo, no pasa nada. Yo hablé con ella.-sonrió.-Solo quiere que sepas que eres un niño increíble.-acomodó su cabello detrás de su oído.

-P-pero él lloró...

Su madre rió enternecida.-A veces las personas pueden llorar cuando son muy felices.

Yoongi odiaba sentirse confundido. El sabía que la gente lloraba cuando estaba triste, ¿Ahora también cuando eran felices?

-Lo importante es que no has hecho nada malo Yoongi. Jimin no paró de hablarle a sus padres sobre ti y quería que tuvieras esto.

Una pequeña caja de zapatos le fue entregada, estaba forrada con un papel demasiado colorido para el gusto de Yoongi.

-No sé que sea. Jimin dijo que soló tu podías abrirla.-Su madre acaricio su cabello de nuevo.-Jimin es un buen chico, solo quiere que seas su amigo.

Miró la caja con el ceño fruncido haciendo a su madre reír.-Supongo que debo salir para que veas lo que hay dentro, ¿No?

Yoongi asintió. Si Jimin había dicho que solo él podía verlo, eso haría.

Su madre le acarició una vez más el cabello dejando un casto beso sobre este antes de salir.

Miró la caja y deshizo el pequeño moño sobre ella.

Un dibujo algo torcido y con un montón de lineas fuera de lugar salia a la vista. Estaba casi seguro que esos eran ellos frente a un iglú rodeados de pingüinos rey, sonrió un poco dejando el dibujo de lado, había algo más. Tomo con cuidado la tela doblada descubriendo para su sorpresa la camisa de Jimin.

"Me gusta tu camisa, es linda"

"Me gusta hablar contigo, eres lindo"

Ponía sobre una pequeña nota en crayón morado.






















12 años más tarde.


-Lo sé, te entiendo. ¿Pero que esperas que haga?.-gesticulo rápidamente.

-Solo quiero que me apoyes Yoongi.

Yoongi frunció el ceño, Jimin parecia alterado, más de lo que lo había visto en años. Jimin nunca le pedía nada a no ser que en serio lo deseará, Jimin debía desearlo mucho.

-Bien, te besaré.

Asperger. |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora