🍁 MapleTea

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Título: Je suis désolé monsieur l'Angleterre (Lo siento señor Inglaterra)  

Pareja: Canadá x Inglaterra (MapleTea)

Categoría: One-shot

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La lluvia caía con suma violencia con claras intenciones de arrasar con todo a su paso sin ningún éxito aparente. Los relámpagos eran acompañados de feroces truenos que hacían retumbar el suelo.

Un hombre inglés de unas extrañas cejas pobladas despertó de golpe en esa desolada y oscura noche. Gotas de agua semejantes a la lluvia de fuera adornaban sus rojas mejillas, sus manos se encontraban reposados en las suaves sábanas de algodón mientras que sus largos y delgados dedos la estrujaba con suma fuerza, sus dientes parecidos a las hermosas perlas apretaban con fuerza la comisura de sus labios impidiendo que cualquier tenue sonido escapara; sin importarle si se llegara a lastimar o no.

—América...— susurro con la intención que sus penas fueran arrebatada por la tormenta que azotaba en su hogar. Claro, sin poder lograrlo, y más al recordar sucesos de un pasado muy lejano.

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"—¡Mira Inglaterra! Al fin pude capturar a un conejito— un pequeño que aparentaba no tener más de 5 años sostenían entre sus brazos un conejo muy pomposo, su melena blanca con unas grandes manchas de un café claro era tan suave como el tocar una bola de algodón, y esa mirada verdosa como el mismo bosque era sumamente curiosa para el menor.

—Felicidades América, ¿y como lo llamaras?— el rubio de mirada parecida a dos esmeraldas, acaricio con suavidad los cabellos dorados del menor alborotandolo un poco.

—Mmm~... Que tal... ¡Iggy!... ¡Si! Se llamara Iggy— la risa del pequeño americano resonó en ese bosque, Inglaterra cerró sus ojos teniendo un tic nervioso en una de sus cejas y con nada de sutileza jalo una de las mejillas del niño.

—¡¿Se puede saber por qué le pondrás ese nombre?!

Las mejillas de América se ponían cada vez más y más rojas con el pasar de los segundos.

—¡E-es que me recuerda a ti cuando veo tus ojos!— menciono en un débil grito de dolor sin dejar de soltar el agarre del animalito.

El asombro y la ternura conmovió su corazón inglés, así que con cuidado dejo de jalar y apretujar la mejilla de la nació joven; a pesar de estar sumamente roja.

—No tienes ningún remedio Alfred— menciono Inglaterra antes de besar la frente de un lloroso América."

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Un trueno había caído a la par de la gran casa del británico, causando que el interior del edificio fuera alumbrado por unos minutos por la intensa luz. El rudo zarandeo de los árboles cercanos provocaban que las ramas golpeara contra los ventanas con intenciones de destruirlas.

—América... Porque...— su llanto aumento al recordar el sueño que tubo minutos antes. Sueños del suceso del pasado no tan lejano, sucesos que habían transcurrido un par de años y que aún seguían frescos en sus memorias como acontecimientos vividos en el día anterior.

Y pensar que lo dio todo por el bienestar y comodidad de su antigua 13 colonias, ahora llamado Estados Unidos de América. Que todo sus esfuerzos no dieron los frutos que esperaba y lo único que recibió fueron unas agrias y dolorosas palabras, seguido de una patada en el trasero.

El rechinido de la puerta resonó en eco en la amplia habitación, y el crujir de unos zapatos húmedos se hizo presente en el lugar.

—¿Inglaterra?

Una voz conocida...

Esa voz la conocía a la perfección. Una voz que podía cambiar dependiendo de con que o quien hablara, podría llegar a ser masculina y tranquila cuando se encontraba sereno o preocupado, pero podía llegar a ser una voz muy chillona e imperativa en otros casos; o en la mayoría del tiempo sonaba de ese modo.

Inglaterra no evito el dirigir su mirada al causante del repentino ruido, y tampoco pudo evitar el mantener su mirada perpleja en ese hombre que acababa de ingresa a su recamara.

—¿¡América!?— La sorpresa era evidente, pero a pesar de ello aún no podía creer lo que miraba, —Po-por que... Tú...

—He vuelto, Inglaterra— el rubio se acerco a paso lento y tranquilo hasta la cama del británico teniendo una ligera sonrisa en sus labios, a cada pasó que daba se escuchaba el crujir de sus zapatos humedecidos. —Comprendí que...— hazlo su mano derecha para posarla en el hombro izquierdo del mayor estando ya lo suficientemente cerca. —Comprendí que estaba equivocado acerca de todo.

La lluvia parecía no detenerse, si no lo contrario. Parecía aumentar con el pasar del tiempo sin darle ningún respiro a las nubes para un descanso.

El hombre de prendas mojadas abrazo con suma fuerza al rubio sentado en la cama, el cual parecía querer mantener las lágrimas en su sitio sin tener mucho éxito.

—Lamento haberte dejado solo este tiempo— susurro contra el oido de Inglaterra con claras intenciones a ser escuchado. —Te prometo que, desde ahora en adelante, permanecere a tu lado y que nunca te dejaré solo.

Inglaterra, al despertar de su trance, rodeo con sus brazos el cuello del rubio frente a él. El agua salada se acumulo como bolsas en sus hermosos ojos de un tono verde que ahora eran adornados por un horripilante color rojizo.

—América...

—Descansa un poco Arthur.

—Al-Alfred...

No fue mucho lo que se necesito para que Inglaterra dejara escapar esas lágrimas que trataba de contener cuando lo vio. Su débil y deteriorada garganta al fin dejó gritar todo el dolor que mantuvo oculto bajo una máscara de amargura que le comenzaba a lastimar de una forma lenta y cruel. Sus pálidas manos trataban de aferrarse al cuerpo del norteamericano con miedo a que se volviera a ir de su lado, sin importar que se estubiera empapando por el cuerpo húmedo del contrario.

La noción del tiempo paso de inapercibido por el chico vestido de traje negro aun estando húmedo, pero fue capaz de percatarse y de sentir al fin el peso muerto recaer contra su cuerpo.

El llanto del británico seso como la lluvia que azotaba contra la cuidad.

Con sumo cuidado y delicadeza recostó el cuerpo de Inglaterra entre la mullida y cálida cama. Con su mano fría pasó con leve caricias la piel nivea del durmiente.

—Perdóneme por esto Sr. Inglaterra. Aún que sea solo por esta noche, quiero que tenga dulces sueños.— entre su melena rubia levemente seca, se podía observar un rulo que iba contra cualquier ley de gravedad.

||APH|| ‡..."Feuille d'érable"...‡ 🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora