Gatos Guerreros. Peligro inminente. #2 Saga el destino de los Clanes

Parte sin título 8

-Tu nombr será Ala de Cristal, el Clan estelar honra tu empeño y determinación- maulló Brisa Escarchada antes de apoyar la nariz sobre la cabeza de su aprendiza.

La gata blanca enroscó la cola alrededor de sus patas mientras observaba como sus compañeros dormían. se levantó somnolienta y se alejó, recordando que su hermano seguóa vivo. Un leve temor la hizo detenerse y olfatear el aire fresco de la noche, pero Torrente no podía estar allí, dijo que quería ver el territorio por última vez. Caminaba cuando unos susurros llegaron a sus orejas

-¡Hey! ¿quien eres?- brisa Escarchada se tensó y io a un gato acercarse a ella. Su pelaje frondoso y atigrado iba erizado

-Eh....Yo...- olía a Clan del Viento, ¿habría pasado la frontera?- Lo siento

-Deberías, llegas tarde

Esas palabras la aturdieron más aun, bajó la cabeza demasiado perpleja

-Venga, es por ahí- señaló con la cola

brisa Escarchada siguió la dirección olfateando, un rastro de gatos de todos los Clanes la llevó hasta el interior de una madriguera de conejo. Reptó por allí hasta que la gruta se abrió en una cueava bien amplia con una roca en medio. Muchos felinos estaban allí congregados. De todos los Clanes.

se agazapó en una esquina oscura, aprovechandose de su pequeño tamaño. Vio a remolino , un aprendiz de su mismo Clan pasar por cerca hablando con otro gato de su misma edad. El olor dejaba claro que era ajeno a los Clanes.

-Mi mentora dice que aqui... -Sus palabras se hicieron demasiado bajas como para ser comprendidas

Brisa Escarchada paseó su mirada por allí. Reconoció a Lagartija, del Clan del Río, y el pelaje oscuro y los anchos omoplatos de Garra de Lobo también llamaron su atención. Pero sobretodo había proscritos, solitarios... De pronto todos callaron y miraron a la roca que dominaba la cueva, sobre ella un gato de relucients ojos ambar observaba a los congregados con satisfacción

-Torrente...- las palabras escaparon de su boca en un leve susurro

-¡¡Bienvenidos!! Gatos de Clanes y de no Clanes. Ahora todos formais parte de la Tribu olvidada- maulló con solemnidad, el pecho inchado y la barbilla alta. Algunos gatos contestaron con leves maullidos de afirmación- ¿Nunca os habei dado cuenta de que los líderes del Clan no nos dan libertad' No dejan a todos los gatos vivir alejados de los dos patas. Eso no es justo

Esta vez un coro de maullidos se elevó

-¡¡Muerte a los Clanes!! ¡¡Muerte a los Clanes!!- varios solitarios estaban en pie, pero Ala de Tordo también aullaba junto a ellos

-¿No vas a aclamar a tu líder?- Brisa Escarchada estaba tan sorprendida que no se había dado cuenta de que poco a poco había salido de su escondrijo para escuchar mejor. un gato blanco y naranja la miraba con fijeza

-lo haré cuando obtengamos lo que queremos- respondió cn solemnidad, sacando las uñas- ahora no molestes más o perderás la cola- mostró los dientes consciente de que en esa tribu los gatos no debían de tener buenos modales, si quería disimular debía ser arrogante.

E gato asintió y fijó la mirada en Torrente, las orejas bien erguidas apuntando hacia al roca. No se movió de su lado. brisa Escarchada se sentó allí, deseando que su madre no la viera. Aunque aun no había visto rastro del pelaje blanco de la guerrer, por lo que decía Remolino tenía que estar allí.

-ya basta- ronroneó Torrente alzando la cola, sus colmillos estaban a la vista en una sonrisa cruel.- Todos aquí tenemos algo por lo que odiar a los Clanes. Ala de Tordo, cuentanos tu caso. El gato del Clan de la Sombra saltó hasta estar al lado de Torrente y miró a los congregados.

-Estrella de Fresno, líder del clan de la Sombra, ha demostrado demasiadas veces la injusticia. En primer lugar escogió a mi hermano: Matojo Reseco, como lugarteniente, cuando yo me lo merecía, pero no es solo eso. Fue incapaz de acoger a unos cachorros perdidos, unos cachorros proscritos, y los dejó morir. Con la úmica excusa de no ensuciar la sangre del Clan- su voz era cada vez más alta, cuando acabó los felinos se alzaron de nueve en aullidos de guerra.

-¿debemos dejar el bosque, el paramo, el río y la ciénaga en patas de unos gatos crueles y viles incapaces de socorrer a un cachorro? ¡¡NO!!

Al lado de Brisa Escarchada el gato aulló con el pelaje erizado, agitando la cola. Ella misma de obligó a soltar un aullido

-¡¡Muerte a los Clanes!!- aulló echando atrás las orejas, agradecida de que otros gatos también aularan eso, taponando su voz.

-Ataqueremos, pondremos fin a esta injusticia. mataremos cachorros y veteranos, hasta que no quede uno solo de estos arrogantes Clanes.

Los gatos aullaron de nuevo y comenzaron a moverse, parecía que la reunión ya iba a acabar.

-¡¡Esperad!!- Lagartija se abrió paso entre la multitud, seguida de otro gato.,que escaló la roca hasta sentarse junto a Torrente, inclinó la cabeza y susurró algo.

-Gatos de Clan y de no clan- maulló- Soy Estrella Escondida, veo que teneis razón. Mi Clan luchará a vuestro lado.

Murmullos de aprobación sonaron por todas partes

-Estrella escondida, escoge a tus más fieles guerreros, el resto matalos, pues solo los que tu consideres merecen seguir viviendo. Nos dividiremos y atacaremos primero a tu Clan. Con todos los gatos que puedas adquirir de nuestro lado será fácil eliminar al resto- gruñó- después todos juntos nos dividiremos para atacar a cada uno de los Clanes. 

-El del trueno está muy débil, será fácil- Brisa Escarchada reconoció la voz de su madre, por suerte sonaba desde el otro lado de la cueca.

-Allí veremos como hacerlo. Recordad, en dos puestas de sol...

Todos asintieron entre murmullos

-Por fin habrá justicia.- maulló a su lado el gato anaranjado.- por cierto soy Grumo. ¿tú?

-No es momento para hacer amigos justo antes de una batalla- respondió cortante. 

los gatos ya comenzaban a alejarse por donde habían entrado. Brisa Escarchada vio que Torrente se iba por otra gruta distinta, seguido por Estrella escondida, su madre y otros gatos.

-Remolino- maulló la guerrera blanca, madre de Torrente y Brisa Escarchada- Vete al Clan y descansa, no desates sospechas.

El gato asintió y salió corriendo mientras hablaba con un aprendiz del clan del Río que Brisa Escarchada no concocía.

Nerviosa dejó distancia entre ella y el apendiz, rogando porque no hubiera más traidores en su Clan que pudieran reconocerla. Decidió revolvarse por el suelo arenoso en una esquina, de forma que su pelaje se ensuciara y camuflara su olor. Siguió a los gatos que salían unos detras de otro. Por fin estuvo fuera. La luna había comenzado su descenso. Vio como los proscritos se alejaban hacia el poblado de Dos Patas y hacia los territorios ajenos a los Clanes, vio como los gatos de Clan de movían con sigilo de vuelta hacia sus campamentos. Un gato la empujó, iba a soltarle un bufido cuando reconoció a Huella de león, un guerrero de s Clan. Apartó la mirada. <<O no... el no...- lo miró alejarse al lado de otro guerrero de otro Clan- de verdad iba a destrozar a su Clan, el hogar de sus futuros cachorros>>  Agitó las orejas, Huella de León tendría sus motivos, ¿y cuantos más?