Destinado

Capítulo 2.

El alfa se mantenía atento a todo lo que sucedía a su alrededor, ya que esa mañana muy temprano habían dejado la cueva para ir al encuentro de su nueva manada, y para lo que había pasado cerca de dos semanas, en las que sus cachorros habían abierto sus ojos, y estuvieron en mejores condiciones para viajar, aunque todavía la nieve fría era un peligro para ellos, además de que no eran tan rápidos como los lobos adultos, lo que había provocado que tanto el alfa como el omega estuvieran muy atentos a su alrededor, con temor a encontrarse con algún cazador, u otros animales que quisieran atacarlos, pero habían tenido suerte cuando en el camino nada malo había pasado.

"Min Ho" Taemin habló mediante su enlace viendo a su pareja que estaba atento a su alrededor "¿estamos por llegar?, nuestros cachorros están agotados".

Min Ho se volvió a su cachorros observándolos, sí, se veían agotados que en cuanto se detuvo su hija se había sentado a los pies de Taemin, clavando su nariz en la nieve para después agitar su cabeza mientras su cola se movía, y ese había sido su primer viaje, por lo que era comprensible que se cansaran tan rápido, cuando a penas y podían enfrentarse al mundo sin que el invierno terminara con sus vidas.

"Descansaremos un poco".

Lo que quizás sería una hora o un poco menos, como había sido en todo el día y que les había hecho demorar mucho más de lo que hubieran hecho si sólo fueran Taemin y él, porque habían aprendido a moverse rápido por el bosque, más cuando estaban cazando, pero sus cachorros no acostumbraban a nada de eso que él y Taemin tuvieron que aprender cuando su manada fue atacada años atrás, por lo que tenían que adaptarse al paso de sus hijos.

"Revisaré el perímetro".

Antes de alejarse corriendo lamió a sus cachorros y a Taemin a pesar de que no se iría más que por un par de minutos, en los que recorrió el bosque buscando algún peligro antes de regresar al no ver nada, y encontrar a sus cachorros alimentándose del omega mientras éste seguía atento a su alrededor, y agradeció que esa mañana había encontrado un par de conejos que les permitió alimentarse antes del viaje, porque habían pasado varios días en los que encontrar comida cerca fue difícil, más si Taemin le había pedido ésta vez que no se alejara demasiado, y que le hizo desear haber llevado más comida para todo el tiempo que tuvieron que esperar antes de poder viajar.

Cuando sus cachorros estuvieron otra vez aptos para viajar, emprendieron otra vez su camino, y Min Ho por el espesor del bosque podía reconocer que estaban cerca aunque eso les había llevado mucho más tiempo del que planearon, porque habían recorrió grandes distancias, en las que más de una vez tuvieron que llevar a sus cachorros para ser más rápidos, pero ahora estaban tal vez a un par de horas, llegarían en la noche y eso estaba bien, al menos no estarían en mitad de la noche más expuestos a peligros, y ciertamente al alfa lo que le preocupaba eran sus cachorros, porque tanto Taemin y él sabían moverse frente a los peligros, pero sus hijos no.

"Min Ho"

El alfa se sintió tranquilo cuando escuchó la voz de su omega mediante su enlace, sabía que la alteración que había escuchado se debía a las luces que se podían observar más delante de ellos, entre los árboles, así como las casa que se alzaban una detrás de otra, quizás ninguna era tan grande, pero era suficiente para que las familias pudieran vivir, además de que todos estaban juntos y era menos peligroso que deambular solos en el bosque.

"Bienvenido a nuestro nuevo hogar".

Taemin lo miró unos segundos y detuvo sus pasos, sabía que esa era su nueva manada, y que no llegarían como alguien irrelevante para la manada, porque su pareja tendría que tomar el rango más alto y la responsabilidad más grande dentro de esa manada, pero Min Ho era muy joven, quizás el alfa más joven que había estado al frente de una manada, y había creído que el que le ganara al antiguo alfa había sido un suerte, y no era que desconfiara de las habilidades de su pareja, sólo que un alfa adulto era mucho más fuerte que uno que a penas y alcanzaba los diecinueve años y que estuvo deambulando por el bosque con su pareja, sin antes haber pensado en ser el alfa.