Capítulo 24.

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Taemin se mantenía mirando por la ventana, sus hijos dormían en la cama y su alfa tuvo que salir a realizar sus deberes como líder de la manada, y su cola se agitó cuando pudo reconocer la figura de Min Ho acercándose a la casa, haciendo que deseara correr escaleras abajo para saludarlo, sin embargo permaneció en su lugar.

Cada día al verlo regresar a la casa era tan feliz, amaba que estuviera cerca, poder enterrar su nariz en su cuello e inundarse de su olor, porque parecía que en el mundo no había nada más delicioso que como su alfa olía, aunque sus cachorros también olían bastante bien.

Por un momento la figura del alfa desapareció de la calle y lo escuchó entrar en la casa, teniéndolo minutos después dentro de esa habitación, y lo vio dejar su forma humana para darle paso a su lobo, acercándose a él, acariciando sus narices y luego aspirar el aroma de su pareja, demasiado reconfortado, porque el omega no lo dijera, cada día que su alfa tenía que salir de la casa estaba preocupado por él, ¿y si volvían a ser atacados repentinamente?

Hace casi un mes atrás sucedió, y la manada estuvo recuperándose poco a poco durante esas semanas, pero sabía también que muchos alfas estaban alertas por si sucedía otra vez, y algunos betas y omegas estaban haciendo todo como centinelas, y poco a poco parecía que la paz iba volviendo a ellos, sin embargo, no podían evitar estar alertas a cualquier cosa que pudiera suceder.

Taemin pensó que si la manada fue capaz de darle un juicio a Il Hoon que los traicionó, también iban a tomar represalias contra él por haberlo matado, sin embargo, eso no sucedió, porque todos decidieron que si al final el hombre iba a morir, lo que había hecho el omega, podía ser una lección para todos si volvían a traicionarlos, y parecía ser una lección aprendida.

Por otro lado, Min Ho había parecido molesto, y si Taemin no fuera un lobo casi adulto, estaba seguro que su pareja habría cambiado, llevándolo de regreso a casa como a un cachorro malcriado y desobediente, lo había podido sentir, pero era porque el alfa estuvo preocupado y temiendo que su pareja pudiera ser dañada.

"Hoy me enteré de que Jae Joong espera cachorros".

Taemin alejó su cabeza del cuello del alfa y la levantó, mostrándose sorprendido y si Min Ho estuviera en su forma humana, habría reído por esa reacción, porque Jae Joong casi se había recluido en el consultorio de la manada, atendiendo a los pacientes con los pocos conocimientos que tenía de medicina, y si necesitaban ayuda de alguien con más saberes, podían acudir a una de las mandas más cercanas, ellos parecían siempre estar dispuesto a ayudar.

"¿Cachorros?, pero... su pareja...".

"Jae Joong no ha enloquecido gracias a sus cachorros".

Taemin lo entendió, eran hijos de Yun Ho también, y una parte de él se sintió melancólica y la otra feliz, porque al menos de esa manera sabía que Jae Joong podría encontrar un poco de felicidad y no estar destinado a morir de tristeza, porque los casos existían, ya que los lobos parecían envejecer más rápido por el sufrimiento, hasta el punto de dejarse morir sin luchar un poco por su vida.

"No fue tu culpa, no la fue de nadie".

Sintió como Min Ho lamió su rostro cuando algunos otros pensamientos llegaron, recordándole que no fue su culpa que su cachorro no hubiera podido nacer, no la fue de nadie, porque no lo sabían, y ni siquiera podía culpar a Jae Joong por eso, porque el hombre se había disculpado cuando se enteró de lo que sucedió, diciéndole que no lo sabía, y no lo consideró, no lo hizo sino hasta que Taemin no despertó.

Sabes que ahora Jae Joong esperaba cachorros no lo hizo sentir celoso, pero sí un poquito triste a pesar de que intentaba asimilar la situación, no dejarse caer en el sufrimiento porque no sólo su pareja sufría con él, sino que parecía que sus cachorros también lo hacían, pero a diferencia de tiempo atrás que no podía cambiar, parecía que aquella conexión con su lobo era tan necesaria.

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