Destinado

Capítulo 6.

En un principio quiso alejar a sus hijos de los malos comentarios de los integrantes de la manada, por lo que no los dejó salir de la casa, el mayor contacto que tenían con los demás era Jong Dae y Ye Rim, porque no le había dejado estar cerca de Seung Wan, aunque la loba había ido más de una vez a la casa, sin importarle que Min Ho le dijo que no lo hiciera, pero ella parecía querer dejarle claro quién era la pareja destinada de el alfa, y si Taemin no había sentido odio por alguien, ni siquiera por quienes destruyeron su antigua manada, creía que empezaba a sentirlo por ella.

Sin embargo el omega pensaba que no era justo para sus hijos estar encerrados, por lo que empezó a llevarlo a recorrer la manada, temiendo en un principio ser rechazado, lo que menos le importaba era si lo rechazaban a él, pero no dejaría que lo hicieran con sus cachorros y tenían suerte de que eso no había pasado, o quizás se debía a que eran hijos del alfa.

Taemin no tenía amigos dentro de la manada, tal vez ahora podía decir que conocía a algunos, como por ejemplo, Min Seok, la pareja de Jong Dae, quien había sido amable con él, y se lo agradecía, era bueno tener a alguien que no lo odiaba, porque ese papel lo hacía perfectamente Seung Wan, volviéndole difícil la convivencia con Min Ho porque no podía evitar que doliera verlo y recordar que no eran una pareja destinada como creyeron en ese tiempo que estuvieron juntos.

Min Seok había sido amable con sus cachorros, permitiéndole incluso jugar con sus hermanos, y eso había hecho feliz al omega, porque sus hijos lo eran, ellos se habían vuelto en su rayito de alegría en toda esa situación con Min Ho.

Taemin solía esperar a Min Ho despierto, con la diferencia de que ya no lo hacía en la sala de estar, sino en la habitación que compartía con sus cachorros, no podía dormir hasta saber que había regresado bien, pero ya no le permitía dormir con ellos, porque aseguraba la puerta de la recámara, sin embargo esa noche se sentía diferente, porque después de casi tres meses de haber llegado a la manada había comenzado a creer que necesitaba al alfa a su lado, casi entrando en desesperación al tener que esperarlo, y la razón la conocía, haciendo que tuviera miedo.

No había entrado en celo después de que sus cachorros nacieran, y lo poco que aprendió mientras estuvo en su antigua manada y lo experimentado por él mismo, era que durante el tiempo de gestación un omega no podía entrar en celo, pero esa noche, después de acostar a sus hijos tuvo miedo al sentir como su calor corporal empezaba a cambiar, y él conocía muy bien la razón, queriendo al alfa a su lado, pero al mismo tiempo no lo quería al recordar que ahora el alfa debía de serle fiel a otra pareja, a su destinado.

Sabía que quedarse en la habitación de sus cachorros era la mejor opción, después de todo estos no significaban ningún peligro para él, y temía que su olor pudiera atraer a otros alfas, y él no quería a ninguno más que al que sabía no podía tener, ya no más, y a pesar de que pasar éste celos no iba a ser fácil estaba dispuesto a pasarlo solo, porque no podía retener a sus hijos en esa habitación ni dejar entrar al alfa, y esperaba que al menos Min Ho los pudiera cuidar en los días que su celo durara, y también quería que no los dejara acercarse a Seung Wan, él desconfiaba de ella porque sus hijos representaban que al final él y Min Ho seguían teniendo un vínculo a pesar de no ser destinados.

Quiso no ser ruidoso cuando se acostó al lado de sus cachorros, su olor era casi tranquilizante, aunque él no sabía durante cuánto tiempo lo sería, porque su celo estaba empezando, y podrían durar algunos días, por lo general cuando tenía a Min Ho a su lado podían durar dos días, y eso ya era mucho a su parecer, y no sabía cuánto iba durar ahora cuando que estaba solo.

***

Al entrar en la casa pudo sentir el olor de Taemin en toda ésta, y ni siquiera necesitó preguntárselo al omega para saber que estaba entrando en celo, conocía su aroma a la perfección, además de que la casa estaba inundada de su fragancia, de una manera que su lobo parecía que acababa de ser drogado, queriendo correr escaleras arriba y empezar una cacería de su pareja si no la encontraba en un primer momento, aunque él sabía en dónde lo encontraría, porque dudaba que el omega fuera a dejar a sus cachorros solos, además de que ahora era peligroso que saliera de la casa si había entrado en celo, ya que podía encontrarse con algún otro alfa, y la sola idea de otro lobo tacando al omega le hizo sentir que su sangre hervía.