"Los cambios son para los valientes, los cobardes prefieren quedarse donde están aunque no sean felices"
-Cris Ospina Cortés.🌼
Otra vez iba a llegar tarde. Mamá se había ido temprano a una reunión, como era costumbre. Estaba por tomar la cartera pero me di cuenta de que no la necesitaría y mi celular estaba muerto.
Corrí escaleras abajo y tomé el abrigo de la percha, cuando de repente un relámpago resonó en el cielo y segundos después una fuerte lluvia lo acompaño.
Si corría rápido no me mojaria tanto, ¿no es cierto?.
Salí disparada de la casa, Kyle me había dicho que me vería en el pequeño callejón donde siempre nos encontrábamos. Íbamos a salir a cenar y después una película en su casa, la rutina de siempre.
Llevaba unos jeans azules con un cinturón negro que acentuaba mi cintura. Una remera negra con mangas, unas vans blancas y mi campera de jean gastada. Tenía que caminar 8 cuadras, así que empecé avanzar a paso rápido.
Amaba Londres, la arquitectura londinense era de lo más exquisita, las personas de los más agradables, o la mayoría de ellas. Se podría decir que mi vida era normal.
Padres divorciados. Papá se fue y mamá se quedó con mi custodia.
Antes de su ruptura, vivíamos en New York, yo solo tenía 5 años. No sabía a detalle la historia detrás de todo el drama, ambos prefirieron ahorrarse la charla de porque el se debía ir y no volver a vernos. Pero claro, no le iban a decir eso a una pequeña niña.
Con el tiempo, crecí y decidí no saberlo. Después de todo, ya había pasado y no había nada que se pudiera hacer.
El se fue a vivir a Miami, mientras que mamá y yo vinimos en Londres. Papá llamaba de vez en cuando, para mis cumpleaños siempre enviaba un regalo al igual que yo.
Cansada de caminar, pare un segundo a contemplar el cielo, debían de ser las 19:00, pero ya había oscurecido un poco.
Pobre Rachel, pensé.
Mi mejor amiga, se resfriaba muy seguido, le había llamado esta mañana para saber cómo se encontraba, cuando atendió sonaba como si se estuviera muriendo. Me reí y seguí avanzando entre la gente que caminaban a paso apresurado por las calles de Londres, evitando que la lluvia los atrapará.
Estaba aburrida de la misma rutina de siempre, del instituto a casa, y de casa a cenar con mamá, quien prestaba más atención a su trabajo que a mi.
Era todo tan aburrido.
Empecé a caminar más rápido, tratando de despejar mi mente.
Cuando doble la esquina, logre divisar el auto de Kyle aparcado en el mismo lugar de siempre, un poco más oculto que de costumbre.
Había comenzado a llover con más intensidad y yo a mojarme. Corrí hasta el auto y me quedé paralizada a mitad de la calle cuando vi un movimiento brusco en el auto. Los vidrios estaban empañados y el auto se sacudía de un lado a otro. No, me negaba a pensar que era el auto de mi novio, tal vez era otro auto.
Baje la vista a la placa.
Era su auto, podía afirmarlo con toda seguridad, ya que yo habia sido quien lo había acompañado a comprarlo por su cumpleaños.
Dos manos se sostuvieron de la ventana trasera una pequeña y la otra más grande.
Dios mío, estaba a dos metros del auto, a dos malditos metros del auto cuando Kyle levantó la vista de la chica y nuestros ojos se encontraron. Estaba teniendo sexo en el auto, con otra chica, pero no era cualquier chica ese pelo rojo no le pertenecía a otra que a Jessica.
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Mi Más Bonita Casualidad [En Pausa]
Teen FictionAdda Miller aprendió a las malas que las personas no son lo que aparentan. A sus 18 años le rompieron el corazón. Con el fin de alejarse de sus problemas y poder cursar su primer año de Universidad, arma las maletas y viaja a Miami, donde viven su...