Parte 6: El acercamiento

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Ese día, Lincoln por fin iba a hablar con Lucy.

No sabía qué era, pero desde el principio había sentido una afinidad con ella, como si no hubiera nada que deseara más que verla. De todos modos, ahí iba, con un pequeño broche que pensaba darle a Lucy. Como parecía que ella aún no confiaba del todo en él, le pareció buena idea el detalle.

Ya iban a dar las cinco, por lo que se dio prisa en llegar. Atravesó las diversas tiendas que lo rodeaban el club, evitando caer en la tentación de comprarse algo. Entró al café, y trató de ponerse cómodo. Para pasar el rato, pidió un café y decidió observar a los poetas o escritores. Muchos de ellos eran buenos, pero Lucy le siguió pareciendo mejor. Ésta no tardó en aparecer, con ropa que lucía nueva, pero sin descuidar su estilo gótico.Julia, la amiga de Lucy, la vio antes de que se sentara, divertida. Mientras le daba una sonrisa juguetona a Lucy, señaló a Lincoln con los ojos sin que éste se percatara, dándole una clara indirecta a Lucy de que se había conseguido un buen chico. Diciéndole con una mano que no era eso, Lucy le indicó que los dejara en paz y que luego hablarían. Julia sonrió y los dejó. La gótica se acercó a la mesa de Lincoln y se sentó.

- Hola, Lucy. ¿Cómo estás?

- Hola, Lincoln... Un poco nerviosa, la verdad. Casi nunca hago esto.

- Wow, ¿en serio? Bueno, yo solo lo hago de vez en cuando con mis amigos, así que no es nada del otro mundo.

- Supongo que sí. ¿Querías hablar de algo en especial?

- No, sólo de lo que se nos ocurriera. Después de todo, me gustaría conocerte un poco, si es posible.

Eso era lo que Lucy más temía, pero por alguna razón, Lincoln le inspiraba confianza.

- Bueno, como mencionaste que tenías muchas hermanas, me da curiosidad saber como son -aventuró Lucy.

- Claro. Vamos a ver... Ya conoces a Lynn. Ella es la mejor deportista que existe, y es experta en lo que hace sin lugar a dudas. Es algo ruda, pero es imposible no sentir respeto por ella. Mi hermana Luan es comediante. Tiene su propio negocio de bromas y todo. Hace fiestas para niños y esas cosas. Mi hermana Luna es cantante de rock. Ella toca, canta, y aprende a tocar todos los instrumentos. Hay veces en las que incluso realiza conciertos con su banda. Y por último también está mi hermana Lisa. Ella es superdotada, y se adelantó varios años en la escuela. En estos mismos momentos la quieren aceptar en universidades para que sea científica, a pesar de ser tan joven.

El albino siguió hablando de todas las cosas que hacían sus hermanas, describiendo lo mucho que lo usaban a él de intermediario entre ellas, pero que aún así lo querían.

- Y pues, eso es todo. Bueno, tú también tienes muchas hermanas, ¿no?

- Sí -respondió Lucy, con la voz algo ronca después de tanto tiempo sin hablar- Mi hermana Lori trabaja y estudia una ingeniería. Es la mayor y es algo mandona, pero es a quien vamos mis hermanas y yo si necesitamos consejo. Lola es una ganadora de concursos de belleza, y no hay nadie que se resista a sus encantos, o al menos eso dice ella. Lana repara autos, vehículos y cosas así además de que no es muy femenina que digamos, pues le gustan mucho los animales exóticos y revolcarse en el lodo. Mi hermana menor, la más pequeña, es Lily. Todavía es una bebé; apenas está aprendiendo a hablar. Y finalmente está Leni. Ella diseña ropa, trajes y vestidos, como los que traigo puestos ahora, ya que quiere ser una modista.

- Wow, ella debe de ser realmente buena, te queda bien -comentó Lincoln.

- Ehm... Gracias -dijo Lucy en un susurro.

Al notar su atrevimiento, Lincoln se apresuró a cambiar de tema. El resto de la tarde se la pasaron hablando sobre cualquier cosa, bebiendo café y sintiéndose más abiertos de lo que jamás habían estado. Ni siquiera Lincoln había hablado así con Clyde.

La oscuridad que me resplandeceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora