Parte 7: Los ex

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Lucy Veral había pasado años sin haber podido hablar con nadie más que unas cuantas excepciones que la acompañaban de pasada. El dolor, los sentimientos, la soledad, todo eso cambió cuando conoció a Lincoln Faren. Jamás había conocido a nadie como él. La afinidad, la familiaridad que sentía no era del todo aleatoria, ya que poco a poco Lucy sentía cómo un vacío largamente olvidado desaparecía. ¿Qué era eso que Lincoln tenía que nunca había sentido por nadie más? ¿Qué era lo que verdaderamente sentía?

- Lucy, te estoy hablando.

- ¿Ah, qué?

Lori la veía con gesto impaciente.

- Te estoy preguntando que si quieres venir con nosotras al centro comercial.

- Ah, eso... Pues sí, como sea.

- Sí, lamento la pregunta. Nunca vas a...

Lori se detuvo y la miró con cara de sorpresa.

- ¿Qué? -preguntó Lucy, extrañada.

- Nunca habías aceptado venir -dijo Lori, tapándose la boca, y sonriendo- ¡Por fin te estás abriendo con nosotras! -gritó Lori, emocionada. Se abalanzó sobre su hermana, abrazándola.

- Lori... No respiro... -jadeó Lucy.

 - Ven -se emocionó Lori, tomando a la gótica de la mano- Hay muchas cosas que quiero hacer contigo.

Y tomándola del brazo, salió disparada hacia su coche, desde donde arrancó con todo.

En unos minutos estaban en el centro comercial. Leni y Lola ya estaban atareadas buscando ropa bonita mientras su madre cargaba a Lily, viendo unos escaparates con descuento. Lana, por su parte, estaba en la tienda de mascotas.

- Vamos, Lucy. Tenemos que probarnos mucha ropa.L

Las siguientes horas se pasaron volando. Lucy sintió una calidez en su pecho al ver a Lori tan feliz, y se prometió no causar tantos problemas desde ese momento. No era mucha la ropa que se dejaba probar, pero ya era una mejora.

- Esta ha sido la mejor compra de todas, y lo mejor es que era la última blusa celeste, es prácticamente invaluable ahora... Leni, ¿dónde están tus compras? 

- Oh, se las di a una ancianita que no había alcanzado a agarrar nada -repuso alegremente Leni, acercándose a ellas sin nada en sus manos.

- Como sea... Supongo. Bueno, al menos hiciste algo bueno -se resignó Lori.

- ¿Ya nos vamos? -preguntó Lucy.

- Sí, ya nos vamos. En cuanto mamá traiga a las gemelas, pago esto y nos vamos. Solo déjame encuentro mi tarjeta.

Revolvió en su bolso hasta dar con su tarjeta, volviéndose al mostrador.

- Aquí está. ¿Cuánto es? -le preguntó al cajero.

- En su recibo aparecerá la cantidad total, señorita. ¿Se lo pongo en una bolsa...? ¿Lo... LORI?

La mayor levantó la vista, extrañada de escuchar su nombre en los labios de un desconocido. Solo que cuanto se fijó mejor, se dio cuenta de que no era un desconocido.

- ¿BOBBY? 

El ex-novio de Lori se apareció en la caja, ya que hasta ese momento el moreno había estado de espaldas. Lori sintió como el mundo se le volvía encima.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó Lori, furiosa.

- Trabajo aquí.

- ¿Cómo es que...? Sabes qué, no me importa. Solo cóbrame.

La oscuridad que me resplandeceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora