6. Es una promesa.

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La música no paraba de sonar en el lugar y Jungkook solo bebía unas cerbezas mientras charlaba cómodamente con sus amigos de la universidad. Vió a YoonGi caminar con un notable mal humor mientras empujaba a todo aquel que se interpusiera en su camino. Frunció el ceño y seguidamente vió a Jimin correr tras el mayor. Jeon se paró inmediatamente pidiendo disculpas a sus amigos y caminó en busca de Roseanne bastante preocupado, tenía la esperanza de que estuviera con Lisa pero de todas formas la buscó.

Subió las escaleras después de haber recorrido la planta inferior y caminó por el pasillo intentando encontrarla. Así fue como después de golpear la puerta del baño la encontró lavando su rostro intentando borrar todo rastro de lagrimas.

—¡Rosie! ¿que pasó?—exclamó al ver la triste imagen de la joven.

Casi por instinto y sin poder evitarlo la rodeó entre sus brazos.

—Kook, por favor sacame de aquí...—ella estaba completamente rota.

—Eso haré...—sin dudarlo se quitó su abrigo y lo colocó sobre los hombros de la chica.

Ambos comenzaron a caminar hacia la salida luego de bajar las escaleras. Jungkook no tenía su automóvil así que le pidió prestado un auto a uno de sus amigos que no se negó al ver a la pobre Rosé.

El camino a la casa de Jungkook fue silencioso y solo se escuchaban pequeños sollozos que Chaeyoung intentaba acallar.

Kook sentía un gran dolor en su interior, sabía que Jimin había hecho algo para lastimarla de esa forma. No había otra opción viable.

Al llegar entraron y se sentaron en la sala ya que los padres del chico no estaban así que no tendrían que dar explicaciones.

—Rosie... ¿Puedes decirme lo que pasó? Sabes que puedes confiar lo que sea, así puedo ayudarte—tomó sus manos intentando calmarla.

La menor hizo un pequeño puchero intentando ahogar el nudo en su garganta.

—Ji-Jimin... Él, fue muy brusco—bajó la cabeza avergonzada—Él se puso muy agresivo cuando estábamos en la habitación, tal vez fue mi culpa...soy muy cursi y...tal vez eso, eso lo hartó... —unas lágrimas escaparon mientras su voz se quebraba.

Jungkook sintió una ira recorrer su cuerpo y las ganas de moler a golpes a Park quien en su momento había considerado su amigo lo carcomieron. Pero sin dudas lo peor de todo era ver a la chica que amaba desde que era un niño llorara completamente rota por un chico que no la merecía.

—Rosie princesa,  nada de ésto es tu culpa. Por favor no digas eso. Ni siquiera lo pienses—tomó su mentón y limpió las lagrimas que recorrían su angelical rostro.

—Pero... Él me ama... Yo lo amo... Todo es mi culpa.

—No, claro que no pequeña, él es un imbécil que no te merece. Si realmente te amara no estarías llorando por él ahora, ni nunca—se acercó más a ella para poder abrazarla—Creeme que eso no es amor; el amor es cuidado, confianza, cariño, todo eso bonito. Pero ésto, es una relación tóxica... Y sé que probablemente no lo aceptes porque sientes que lo amas y para ti es perfecto... Pero realmente las cosas no funcionan así en una relación sana.

Rosé se quedó callada. Por alguna razón esas palabras hacían un gran impacto en su interior.

—Si estuvieras conmigo jamás derramarías ni una lágrima—habló él casi inconscientemente.

—¿Qué? Kook... ¿A que te refieres?—se separó de su abrazo mirándole con cierto asombro.

Cayó en la cuenta de que prácticamente había delatado su amor.

—Rosé por favor perdoname por decirte ésto justo ahora en éstos momentos pero creo que es justo para ambos que lo sepas—la miró a los ojos  tomando nuevamente sus pequeñas manos entre las suyas—Te amo, te amo desde que somos unos niños.

Los ojos de la castaña se abrieron grotescamente.

—No tienes que decirme nada, sé que ésto te tomó por sorpresa... Es una noche difícil, lo mejor seria que fueras a dormir—suspiró liberando tensión—Yo me quedaré en la alcoba de mis padres y tú en la mía.

—Está bien Jungkookie. Gracias por estar para mi, en serio...

—No me agradezcas, siempre estaré para ti princesa.

Y realmente no mentía, desde niños la había estado cuidando. Ya fuera porque la menor se asustaba de la obscuridad o porque se raspaba las rodillas, Jungkook siempre estaba con ella. Y ahora que ya eran mayores nada cambiaría, ya fuera porque ella tuviera miedo de una araña o porque rompieran su corazón. Él la protegería y no la dejaría sola.
Era una promesa.

Flashback;

Las familias Jeon y Kim se encontraban en una reunión en la casa de los Manoban debido a un cumpleaños, el de la pequeña Lalisa.
El hermano mayor de los Kim estaba correteando por la casa con los demás  chicos de doce años mientras que su hermana menor Roseanne jugaba con sus animales de felpa en el jardín.

—¡Rosé! ¡Vamos a jugar!—La cumpleañera la invitó.

—Estoy bien aquí Lisa, tú diviertete y no te preocupes por mi—sonrió la pequeña mostrando un hueco en su infantil sonrisa.

—Bien, pero si cambias de idea puedes unirte.

Lalisa se retiró y fue a jugar con sus amigos quienes corrían detrás de un balón.

Chaeyoung no estaba incómoda estando sola con sus juguetes, de hecho le parecía mejor ya que no era muy fan del fútbol y tampoco era muy buena en ello.

Hoseok estaba tomando la delantera con el balón cuando lo pateó con todas sus fuerzas intentando anotar pero no lo logró y éste terminó en la cabeza de la menor de los Kim.
Sin dudarlo todos corrieron a ella quien lloraba y Hobi se disculpó demasiado apenado sin saber como calmarla. El Jeon de once años sintió el impulso de protegerla y calmarla a lo que se acercó rodeandola y dándole un beso en la zona afectada.

—Ya princesa, ya pasó, con un beso todo se cura—le sonrió dulcemente.

La pequeña hizo un puchero y escondió su rostro en el cuello del chico.

—Te prometo que estarás bien, siempre estaré contigo para que te sientas mejor.

Poco a poco se calmó y Kook se quedó jugando con ella, los demás siguieron con el partido.

La dulce castaña era bastante sensible y lloraba con mucha facilidad, a la mayoría le parecía que era demasiado mimada pero a Jungkook le parecía dulce y tierna. Jamás le molestaría tener que cuidarla ni tener que protegerla. Él sentía que ese era su deber, al menos desde el día en el que ella se vistió de princesa y él de principe en la fiesta de disfraces. Ahí con tan solo diez años sabía que Chaeyoung era la dueña de sus suspiros.

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N/A;

¡Holaaaaaa!
Actualización doble porque lo merecen.
Con respecto al capítulo algo de recuerdos para que todo cobre más sentido. Y la historia tomará un rumbo un poquito más intenso debido a que pasarán cosas *insertar música dramática.*

Solo estén pendientes a los siguientes capítulos ósea en diez meses..
Es broma no me maten plox.
Además quería agradecerles por los votos y comentarios bonitos, realmente me anima a seguir escribiendo, muchas gracias. <3
Nos leemos luego.
—Con amor, Vic.✨

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2021 ⏰

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